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Introducción
La construcción de indicadores líderes de actividad industrial tendientes a intentar
“adelantar” los movimientos en el ciclo productivo, aparece como una herramienta
ampliamente utilizada en la literatura y en las diferentes instituciones que siguen de
cerca el análisis de la economía real, tanto en el ámbito nacional como internacional.
En efecto, el objetivo principal de estos índices es el de anticipar en forma reducida y
simplificada las fluctuaciones en el nivel de actividad, sobre la base del estudio de
diferentes variables que -en mayor o menor medida- explican a lo largo del tiempo los
cambios en el ciclo productivo.
Con este objeto, el CEP ha construido un indicador líder que busca anticipar el ciclo de
producción industrial, intentando predecir eventuales quiebres de tendencia
en el estimador mensual industrial (EMI) elaborado por el INDEC; a su vez, este indicador
permite determinar anticipadamente las probabilidades de ocurrencia de un proceso de
expansión (o recesión, según el caso) cuando el ciclo de actividad industrial se
encuentra atravesando por una etapa recesiva (o expansiva).
Así, en la primera parte de este trabajo, se discuten algunos aspectos metodológicos de
los indicadores líderes; luego, se presenta la metodología de identificación de series
líderes utilizada para la construcción del indicador agregado -el cual permite evaluar
las señales respecto a los cambios de fase en el ciclo de actividad industrial-. Por
último, se presentan los principales resultados y conclusiones.
Aspectos
metodológicos
Existen diferentes y múltiples metodologías alternativas para la elaboración de este
tipo de indicadores; una de las más sencillas consiste en la utilización de los
denominados índices de difusión. Estos índices consideran el número
de series que se mueven en sentido ascendente (en relación a la variable que se quiere
explicar), como proporción del conjunto de series que se mueven en sentido contrario. De
esta forma, si dicho cociente es mayor a 1 (o a un número arbitrariamente mayor), uno
tendría una señal de expansión -si se encuentra en una base contractiva del ciclo-, y
lo contrario para una fase expansiva. Este método tiene la ventaja de su simplicidad,
aunque la cantidad de señales falsas (esto es, indicios que luego no se concretan) que se
suele encontrar es muy elevada.
Por su parte, el National Bureau of Economic Research (NBER) a partir de la década del
70, propone una metodología alternativa que consiste en aplicar a cada una de las series
de las diferentes variables que se utilicen -luego de eliminar los efectos de tendencia y
estacionalidad- un puntaje subjetivo en base a características como significatividad
económica, variabilidad a lo largo del ciclo, comportamiento de los puntos de inflexión,
calidad estadística, pronta disponibilidad, etc. Luego de seleccionar las series por su
puntaje, se construye un indicador agregado, asumiendo que el componente cíclico de las
variaciones en cada serie es incorporado a dicho índice en forma exponencial. Esta
técnica ha tenido una gran difusión aunque ha debido soportar numerosas críticas por la
creación de falsas señales.
Actualmente se han desarrollado métodos algo más complejos, en especial para analizar
los puntos de inflexión de las series, como el análisis espectral, el análisis de los
principales componentes, el método de Auerbach y el análisis de las probabilidades
secuenciales recursivas, entre otros.
En nuestro caso, el punto de partida de la metodología utilizada ha consistido en
seleccionar un sub-conjunto de variables con ciertas propiedades que ex-ante permiten ser
consideradas como variables “líderes” (según distintos criterios de
selección), para luego a partir de ellas, construir un indicador agregado que resulte de
ponderar cada una de las series en forma inversa a su desvío. Una vez elaborado el
índice líder, se evalúan las señales por él provistas utilizando el método propuesto
por el NBER y el análisis de las probabilidades secuenciales recursivas.
Identificación
de series líderes
En el estudio se evaluaron más de 80 series entre las cuales se incluían: indicadores de
producción, de ventas, de servicios públicos, de energía, de la actividad de la
construcción, índices bursátiles, agregados monetarios, tasas de interés, variables de
empleo, precios, tipo de cambio real e indicadores de comercio exterior. Del total de las
series analizadas se concluyó que 18 de ellas tenían la cualidad de “líder”.
La metodología utilizada para seleccionar estas 18 variables incluyó, en primer
término, la estimación del coeficiente de correlación de cada una de ellas respecto del
EMI -de forma tal de estudiar la conformidad de las series respecto del
ciclo de producción industrial-. El signo de este coeficiente permite observar si cada
una de las variables evoluciona en forma procíclica o contracíclica (en
relación a la actividad industrial), mientras que el valor absoluto del mismo nos informa
acerca de su significatividad (para explicar la dinámica del EMI).
Como criterio general, se consideró como significativamente procíclicas a aquellas
series cuyo coeficiente de correlación era mayor a 0,2 y
contracíclicas, a aquellas en las que el coeficiente de correlación era menor a -0,2.
Aquellas series cuyo coeficiente de correlación se encontraba entre -0,2 y 0,2, se las
consideró como acíclicas -ya que no permiten rechazar la hipótesis nula de un
coeficiente de correlación distinto de cero-.
En segundo término, se clasificaron las variables en dos categorías, de acuerdo a
la temporalidad de sus movimientos: si “adelantan”o
“coinciden” con el comportamiento de la actividad industrial en su
conjunto. Las series que adelantan, llamadas habitualmente series
“líderes”, son las que tienden a cambiar de dirección en forma anticipada al
momento en que lo hace el EMI; por su parte, las series coincidentes son aquellas que
representan el comportamiento agregado de la actividad industrial y, por ende, se mueven a
la par de ésta.
Evolución
del Indice Líder Industrial y el EMI
A partir del Indice Líder - CEP y su comparación con la evolución del EMI (INDEC),
puede observarse que, con un mayor o menor grado de adelantamiento, los puntos de giro del
indicador líder anticipan los del EMI. Tanto en el caso de la expansión que se produjo a
partir del séptimo mes del año 1999, como de la recesión que dio comienzo a finales del
año 2000, el indicador líder anticipó este comportamiento con cinco meses de
diferencia.
A su vez, a partir del mes de febrero del año 2002, el indicador líder ha experimentado
un nuevo cambio de tendencia, luego de alcanzar su piso histórico en los meses de
diciembre 2001/enero 2002. Esto brindó señales tempranas acerca de un
cambio de tendencia en el comportamiento de la producción industrial.
Variables
incluidas en el Indice Líder
Agua entregada por Aguas Argentina S.A.
Energía Demandada. En Gwh.
Exportaciones Totales. En u$s.
Indice Dow Jones.
Importación de Combustibles. En u$s.
Importaciones de Bienes de Capital. En u$s.
Indice de Precios al Consumidor.
Recaudación del impuesto al valor agregado (neto).
Peaje rutas nacionales y provinciales. En unidades técnicas equivalentes.
Préstamos bancarios al sector privado no financiero.
Producción de gas natural. En milllones de m3.
Reservas internacionales del BCRA. En u$s.
Servicio de transporte de carga. Cabotaje nacional. En toneladas.
Servicio telefónico básico, llamadas urbanas.
Tendencia de la demanda (FIEL).
Tipo de cambio real multilateral.
Venta de pasta para papel. En toneladas.
Venta de vehículos de carga y pasajeros. En unidades.
(1)
Extracto del artículo publicado en “Síntesis de la Economía Real”,
Nº 39, del Centro de Estudios para la Producción, Secretaría de Industria,
Comercio y Minería de la Nación, Buenos Aires, febrero de 2003. |
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