Informe Económico de Coyuntura

Nº 237 - Diciembre 2003 - AÑO 22

 ECONOMIA INTERNACIONAL

SITUACION

Después de un tercer trimestre del año con un crecimiento anualizado de 7,2% en la economía estadounidense, la Reserva Federal mantuvo recientemente la tasa de interés de referencia en 1% anual, en tanto que se informó para octubre una reducción de las ventas minoristas y un leve aumento de la producción industrial.
La economía de la eurozona habría tenido un leve crecimiento en el III trimestre del año -tras contraerse en los dos trimestres previos-, impulsada por los incrementos del PIB de Alemania y Francia, en tanto que el Banco Central Europeo dejó sin cambios en noviembre las menores tasas de interés en más de medio siglo.
Existen indicios de que se está consolidando la recuperación de la economía japonesa, cuyo PIB ha aumentado en los últimos seis trimestres (3,9% en abril-junio), impulsado principalmente por el alza del consumo, en tanto se han reducido significativamente los préstamos incobrables informados por los bancos.

Evolución de la desigualdad en América Latina

A fines de octubre, el Banco Mundial (BM) presentó un estudio sobre la desigualdad en América Latina y el Caribe, que mide la evolución entre principios de los años 90 y los primeros años de la década actual, en un subcontinente considerado el más desigual del mundo.

El estudio mide la equidad en la distribución del ingreso según el índice de Gini, de acuerdo al cual el cero equivale a una igualdad total y el 100 supone que una sola persona recibe todo el ingreso generado.

El índice de desigualdad latinoamericana supera en 10 puntos al de Asia, en 17,5 a los 30 países desarrollados de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y en 20,4 a los países ex comunistas de Europa del Este.

Otra comparación revela que el décil o décimo más rico de la población latinoamericana recibe 48% del ingreso total, mientras que el décil más pobre percibe el 1,6%. En los países industrializados esos porcentajes son, respectivamente, de 29,1% y de 2,5%.

Para el conjunto de la región considerada, el coeficiente de Gini descendió durante dicho lapso en 0,4 punto, lo cual equivale prácticamente a una estabilidad en promedio de la situación de inequidad.

En el citado período de estudio, algunos países con problemas históricos en esta materia, como Brasil y México, experimentaron una leve mejora (de aproximadamente dos puntos del índice de Gini).


En cambio, otros países relativamente equitativos en el contexto de la región, incluidos la Argentina, Uruguay y Venezuela, han experimentado aumentos de la desigualdad.

Con relación a la Argentina, la desigualdad ha aumentado “dramáticamente”, según el BM, pasando de 44,7 puntos en 1992-cuando se ubicaba en el tercer mejor lugar, detrás de Uruguay y Venezuela-, a 48,2 en 1996, a 49,5 en 1998 y a 52,2 en 2001, antes de que la crisis se intensificara sobremanera.

Considerando un conjunto de 14 países de la región, los cuatro países con menores índices de desigualdad (Gini) eran a principios de la presente década Uruguay, Costa Rica, Venezuela y Perú -la Argentina en el sexto lugar-, en tanto que con los mayores índices se situaban Colombia, Bolivia, Chile y Brasil, éste último el peor ubicado.

Políticas para reducir los niveles de inequidad

Según el Banco Mundial (BM), una mayor inequidad social significa una mayor pobreza y, en el tiempo, suele implicar una menor tasa de reducción de la pobreza.

El organismo considera que la mala distribución de la riqueza también contrae el ritmo de crecimiento económico. También existen evidencias, señala, de que la desigualdad social está asociada al conflicto y la violencia. Asimismo, reduce la capacidad de las economías para responder con efectividad a las crisis.

Durante la exposición del informe, el economista jefe del BM sostuvo que el factor clave para reducir la larga trayectoria de desigualdad en América Latina es “emprender una reforma institucional” y “depende de un fuerte liderazgo y la creación de amplias coaliciones políticas”. Unas “reformas truncadas” en la región significan “un Estado del bienestar elitista”.

El documento del BM recomienda al respecto una serie de acciones: mayor apertura de las instituciones políticas y sociales; políticas e instituciones económicas guiadas por el criterio más igualitario, y un acceso creciente de la población a los servicios públicos, especialmente la educación, la salud y la infraestructura.

Pronóstico sobre los precios de las materias primas agrícolas

Según un reciente estudio de “The Economist Intelligence Unit” -la consultora del grupo “The Economist”-, los precios de las materias primas agrícolas deberían seguir subiendo en 2004 y 2005.

El estudio afirma que pese a su volatilidad, dichos precios tendrían una tendencia a la suba en el resto de 2003 y en 2004 y 2005, debido a un fuerte crecimiento económico y a los daños ocasionados a las cosechas por las sequías en el corriente año.

Para 2004, las previsiones de la consultora indican las siguientes variaciones respecto del presente año:

el índice compuesto de productos de alimentación y para bebidas aumentaría 4,4%, la tercera suba anual consecutiva;

los precios de los cereales (trigo, maíz, arroz, cebada) subirían 8,9% y los de oleaginosas (colza, soja, palma, coco) crecerían 5,8%;

las cotizaciones del cacao, café, té y azúcar disminuirían en más de 7%.

Para 2005, los cereales serían una vez más el elemento motor del alza de precios -estimulada por un fuerte incremento de la demanda mundial- y las materias primas para bebidas también aportarían a la suba, en tanto que los precios de las oleaginosas y el azúcar retrocederían, aunque poco.

Las estimaciones sobre los futuros precios de este tipo de productos están lógicamente condicionadas -entre otros factores- por la evolución de los factores climáticos y en bastantes casos, por el rumbo que tomen las negociaciones en curso en el ámbito de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

PERSPECTIVAS

En medio de indicadores que afirman una recuperación económica en Estados Unidos que aún no ha reducido significativamente la desocupación, existen ciertos temores a que se debilite la reactivación cuando se agote el impacto del recorte de impuestos, si bien 56 economistas encuestados por Bloomberg señalaron una tasa de crecimiento económico de 4,1% para 2004.
En un marco de avances en la reestructuración de las empresas y una fuerte suba de la bolsa en los últimos meses, se espera que el PIB japonés continúe en 2004 su evolución positiva, a la vez que se iría progresando con respecto al problema de la deflación instalada desde 1999.
Ya anunciado un próximo acuerdo “preventivo” de Brasil con el FMI -que disminuye sus amortizaciones del próximo año con el organismo- y tras la nueva reducción oficial de la tasa de interés de referencia, las expectativas predominantes apuntan a un incremento del nivel de actividad en los próximos meses, en un contexto de baja de las proyecciones de inflación.

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