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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 238 - Enero 2004 - AÑO 22 |
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Perspectivas económicas 2004 |
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Las proyecciones oficiales para el año 2004
-elaboradas tanto para el acuerdo con el FMI como para la propuesta de reestructuración
de la deuda externa y la confección del presupuesto 2004- señalan un incremento
del PIB de 4%. Sin embargo, la dinámica del crecimiento a lo largo de 2003,
permite inferir que dicho incremento podría ser más elevado. (ver cuadro).
Ciertamente, con el correr de los meses, la tasa de expansión de la actividad productiva
tendió a acelerarse durante 2003, de manera tal que el cálculo inicial -que pronosticaba
un aumento del PIB de 5,5% -será superado con amplitud. Las cifras conocidas hasta
octubre del Estimador Mensual de Actividad Económica ( EMAE) -que anticipa el
comportamiento del PIB- indican un crecimiento acumulado de 8% y de este orden es
el porcentaje de incremento del PIB que ya la conducción económica reconoce para todo el
año 2003.
Con respecto a cuál o cuáles podrían ser los motores del crecimiento en 2004, desde el
punto de vista de la demanda agregada el panorama sugiere que todos sus componentes
podrían continuar su fase expansiva. En el cuadro que contiene las proyecciones
oficiales, se plantea un aumento de 4,5% en el consumo, de 10,7% en las inversiones y de
5,3% en las exportaciones.
La evolución del consumo depende, fundamentalmente, del comportamiento de los
salarios y de los indicadores de empleo. Con relación a los salarios del sector
privado, además de los incrementos dispuestos por el Gobierno, los mismos se están
ajustando en función de los distintos convenios colectivos de trabajo que se están
negociando. En este punto corresponde distinguir entre la situación de los diversos
sectores de actividad, según hayan resultado más o menos favorecidos por la nueva
estructura de precios relativos conformada después de la devaluación. En términos muy
generales, puede señalarse que los sectores productores de bienes han resultado más
favorecidos que los sectores productores de servicios y, además, dentro de los primeros,
los vinculados con la exportación y la sustitución de importaciones. Por lo tanto, puede
haber una fuerte dispersión en los incrementos salariales según las ramas de actividad.
Otra distinción que corresponde hacer es entre las remuneraciones de los trabajadores del
sector privado registrado (en blanco) de los no registrados (en negro). Según el índice
de salarios que elabora el Indec, en los primeros diez meses del 2003 los primeros
crecieron casi 15% y los segundos, 9%. Por otra parte, no se prevén aumentos para 2004 en
los salarios públicos a nivel del Estado nacional.
En cuanto a los niveles de desocupación, y más allá de los cambios metodológicos para
su determinación que se han producido recientemente, se observa una expansión del
mercado laboral, teniendo en cuenta que, en base a la metodología tradicional, la tasa de
desempleo se redujo de 17,8% en octubre de 2002 a 14,3% en el tercer trimestre de 2003. Es
indudable que el incremento del nivel de actividad económica es lo que está permitiendo
un mayor empleo de mano de obra, pero además, dados los actuales precios relativos entre
el capital y el trabajo, por cada incremento del PIB la absorción de mano de obra
es proporcionalmente mayor que en la década de los noventa, o sea hay un
crecimiento de la elasticidad empleo/producto.
La recuperación de los niveles de inversión, por su parte, ha sido muy sostenida
a lo largo del año 2003. En el tercer trimestre ascendió a 14,6% del PIB, cifra
que se compara muy favorablemente con la proporción de 11,3% que se obtuvo en el año
2002, pero que todavía se encuentra alrededor de cinco puntos porcentuales por debajo de
los mejores registros de la década de los noventa.
Dado que la capacidad instalada ociosa es todavía significativa -alrededor de 30 % para
el conjunto de la industria- el tema de la inversión puede no ser una restricción
determinante en el 2004, salvo para algunas actividades -como la siderurgia y la
refinación de petróleo- que están operando a más de 90% de su capacidad potencial de
producción. Sin embargo, la necesidad de garantizar el crecimiento en una perspectiva de
más largo plazo y la adecuación tecnológica en muchas ramas de actividad, hacen
imprescindible que la expansión de las inversiones continúe, con alto dinamismo, en
2004.
Finalmente, en cuanto al comercio exterior, las tasas de expansión que se han verificado
tanto en las exportaciones (14%) como en las importaciones (48%), a lo largo de los
primeros diez meses de 2003, es factible que no se sostengan -según las proyecciones
oficiales- en 2004. De todos modos, se podría obtener, nuevamente, un superávit
comercial superior a los u$s 15.000 millones, dato relevante para una economía
que tiene que hacer frente, por muchos años, a compromisos financieros externos
significativos.
En base a lo expuesto hasta aquí puede proyectarse, razonablemente, una tasa de
expansión del PIB en 2004 superior al 4% estimado en los informes oficiales. De
todos modos, esta visión optimista debe ser analizada cuidadosamente ya que permanecen
pendientes de resolución temas demasiado importantes, tales como la
reestructuración de la deuda externa, la normalización del sistema financiero, la
renegociación de los contratos de los servicios públicos privatizados y la sanción de
un nuevo régimen de coparticipación de impuestos.
Oferta y Demanda Globales (*) |
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(variaciones porcentuales
con respecto a igual período del año anterior) |
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Concepto |
I Trim. 03 |
II Trim. 03 |
III Trim. 03 |
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Producto interno bruto a precios de mercado |
5,4 |
7,7 |
9,8 |
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Consumo privado |
3,2 |
7,0 |
10,4 |
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Consumo público |
-0,2 |
3,7 |
1,9 |
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Inversión interna bruta fija |
21,7 |
33,1 |
42,7 |
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Exportaciones de bienes y servicios |
5,1 |
7,9 |
4,3 |
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Importaciones de bienes y servicios |
15,0 |
36,2 |
46,7 |
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(*) Estimaciones
preliminares.
Fuentes: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales e Indec. |
Proyecciones macroeconómicas |
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2004 |
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Tasa de crecimiento real del PIB |
4
% |
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- Consumo |
4,5
% |
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- Inversiones |
10,7
% |
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- Exportaciones |
5,3
% |
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- Importaciones |
15,7
% |
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Tipo de cambio nominal (pesos/u$s) |
2,84 |
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Inflación -punta a punta- |
10,5
% |
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Superávit fiscal primario consolidado / PIB |
3
% |
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Fuente: Ministerio de
Economía y Producción. |
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Previsiones sobre precios para 2004 |
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El Indice de Precios al consumidor
(IPC) acumuló en el lapso enero-noviembre un aumento de 3,4%, compuesto por un
3% de incremento en los bienes (53% de la canasta) y 4,2% en los servicios.
A su vez, el Indice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) presentó en
noviembre una suba de 0,2% respecto de diciembre de 2002, debido a un aumento de 1,6% en
los productos nacionales y una reducción de 13,6% en los importados.
Con respecto a los niveles de diciembre de 2001 -mes previo a la devaluación del peso-,
el IPC aumentó 45,8% y el IPIM, alrededor de 120%. Dentro del IPC, los aumentos fueron
bastante asimétricos (ver precios de canastas), a la vez que su composición -bienes y
servicios- explica su evolución diferencial con el IPIM, que no incluye servicios, más
contenidos éstos en sus precios por las regulaciones gubernamentales y la contracción de
la demanda.
El corriente año cerrará con una inflación entre puntas -medida por el
IPC- de entre 3% y 4%, uno de los registros más bajos en nuestro país
con un régimen de flotación cambiaria y por debajo de las altas previsiones de fines de
2002 e incluso, inferior al rango de 5% a 15% estipulado en el programa monetario de junio
pasado.
Con respecto a la política monetaria, durante el presente año pueden
distinguirse dos etapas. La primera fue contractiva, a fin de enfrentar las elevadas
expectativas inflacionarias que subsistían hacia fines de 2002, con el consiguiente
efecto de impulsar altas tasas de interés.
Con las expectativas de inflación más reducidas, se flexibilizó la política con una
monetización acorde al mayor dinamismo de la actividad económica, que se tradujo en una
sensible disminución de las tasas de interés.
Con respecto a la tasa de inflación esperada para 2004, cabe repasar
varios factores. En primer lugar, por su influencia decisiva, el tipo de cambio,
el cual estará influenciado en parte por un probable menor superávit del balance
comercial, resultante de un mayor incremento de las importaciones que de las
exportaciones. Las compras externas aumentarían de acuerdo al mayor nivel de actividad
económica y a una recuperación de la inversión en bienes de capital, estimulada ésta
además por próximas medidas a dictarse.
Y también influirá la intervención del Banco Central en el mercado cambiario, la que
dependerá de la evolución de la inflación y del nivel de actividad. En principio, la
autoridad monetaria proyecta ampliar en 2004 la base monetaria entre $ 5.000 y 10.000
millones, que se agregarían a los 46.300 actuales.
De mantenerse el dólar estadounidense aproximadamente en sus actuales niveles respecto
del euro y otras monedas, lo cual implicaría -en 2004 respecto de 2003- una
devaluación de nuestra moneda siguiendo al dólar, habría una tendencia al alza de
precios de las importaciones argentinas desde la Unión Europea y otros países.
Otro factor exógeno, mucho más importante aún, será la evolución de los precios
internacionales de nuestros principales productos agrícolas de exportación
-dada su significativa participación directa e indirecta en las canastas de consumo-;
dicha evolución sería creciente, en términos generales.
Por otra parte, existe lo que el Banco Central denomina inflación
subyacente, es decir, los ajustes de precios demorados y esperables.
En este sentido, un área de particular importancia sobre el ritmo inflacionario en 2004,
será la que abarca los precios regulados o concertados, integrada por
los servicios públicos privatizados, los combustibles y el transporte colectivo. Los
respectivos ajustes de precios tendrían, a su vez, significativos efectos de
propagación.
Dado el significativo -y diferente- atraso de los salarios reales con
relación a los vigentes antes de la devaluación del peso, y considerando los incrementos
dictados por el Gobierno -con su traslado progresivo al conjunto de las escalas
salariales-, cabe prever una cierta presión inflacionaria por esta vía, especialmente en
aquellas actividades más intensivas en el uso de mano de obra.
A medida que continúe la reactivación de la actividad económica y del consumo, también
cabe prever que tomará mayor fuerza el proceso ya iniciado de recuperación de los márgenes
de comercialización en las producciones más sensibles a la demanda interna.
De acuerdo a la consulta efectuada hacia octubre último por el Banco Central a un
conjunto de analistas del sector privado, la inflación se ubicaría en
torno de 7% en 2004.
Asimismo, a mediados de diciembre el presidente del Banco Central estimó
una tasa de inflación de alrededor del 7,5%. En el acuerdo suscripto con el FMI se
proyecta para 2004 un incremento del IPC en el rango de 7% a 11%.
Variaciones de precios de noviembre
de 2003
con respecto a diciembre de 2002 (en %) |
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Indice de precios al consumidor |
3,4 |
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Bienes |
3,0 |
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Servicios |
4,2 |
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Indice de precios al por mayor (IPIM) |
0,2 |
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Productos nacionales |
1,6 |
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- Primarios |
-2,6 |
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|
- Manufacturados |
3,1 |
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|
- Energía eléctrica |
1,7 |
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Productos importados |
-13,6 |
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Variaciones de precios de noviembre
de 2003
con respecto a diciembre de 2001 (en %) |
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Indice de precios al consumidor |
45,8 |
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Indice de precios al por mayor (IPIM) |
120,0 |
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Canasta Básica Alimentaria (nivel de
indigencia) |
74,1 |
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Canasta Básica Total (nivel de pobreza) |
53,6 |
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