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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 241 - Mayo 2004 - AÑO 22 |
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• Los exportadores agrícolas están liquidando sumas
cercanas a los u$s 60 millones diarios, como consecuencia de la gran venta de soja a
precios que siguen en ascenso. Se estima que montos parecidos de divisas ingresarán hasta
avanzado el mes de junio. |
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• En plena época de cosecha se ha comenzado a sentir la
crisis energética. En muchas zonas del interior hay escasez de gasoil, esencial para las
cosechadoras, los camiones de transporte y equipos auxiliares. Al mismo tiempo se
advierten aumentos de los precios de venta por parte de dos de las principales empresas
del mercado, aumentos de entre 1,36% y 15,52%. La situación se vio agravada por un paro
de camioneros en Santa Fe y Córdoba y por la falta de cosechadoras suficientes. |
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• Las negociaciones tendientes a la formación del ALCA
volvieron a estancarse. La reunión programada para fines de abril en Puebla, México, se
suspendió sin fecha, ante la imposibilidad de acordar un texto común. |
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El
comercio de carnes
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Una misión sanitaria de la Unión Europea
analizará a lo largo de abril las condiciones sanitarias de la ganadería argentina. Tres
temas específicos serán auditados por los europeos: el sistema de trazabilidad del
ganado argentino, la eficiencia en el control de la fiebre aftosa y el uso de anabólicos
en la producción, cuya prohibición solicitarán. Un acuerdo sanitario con nuestro
principal cliente permitiría reabrir definitivamente ese mercado para las carnes frescas
bovinas. Por otra parte, a partir del 1° de mayo las diez naciones que ingresan a la
Unión Europea exigirán, para importaciones de alimentos, las mismas condiciones que el
bloque al que se integran.
Las provincias del NOA y del NEA se oponen al programa de regionalización
ganadera que estaría impulsando la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca
y Alimentación (SAGPyA). La idea de regionalizar, aislando las zonas afectadas por el
brote de aftosa de setiembre del año pasado, tenía como fin apresurar la reapertura del
mercado de carnes de Estados Unidos. Las exportaciones a la Unión Europea se realizan con
este sistema de regionalización. |
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La
inversión en el agro
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El campo ha comenzado a modernizar su parque
de maquinarias a impulsos del mayor nivel de ingresos. En los primeros nueve
meses del año anterior, último registro del INDEC, se vendieron 12.149 unidades de
maquinaria agrícola ( cosechadoras, tractores, sembradoras, etc.), frente a las 9.429 de
todo 2002. Es dable suponer que la tendencia se aceleró en los meses posteriores. La
Asociación Argentina de Fabricantes de Tractores (AFAT), por su parte, registra una venta
de 2.300 cosechadoras y 4.000 tractores para todo 2003. La relación entre producción
interna e importación, favorece largamente a la segunda. Según el INDEC, el
84-85% de las cosechadoras y de los tractores son importados, mientras que la casi
totalidad de las sembradoras son de producción local.
Un análisis del INTA de Manfredi sostiene que el parque de cosechadoras -alrededor de
18.000 unidades- sigue siendo altamente obsoleto, ya que 16,3% de las
máquinas tiene una edad promedio de 28 años y el promedio de edad general, para la
totalidad del parque, es de 11,5 años. Las ventas de 2003 sólo recuperaron parcialmente
el retraso en la renovación, ya que las 630 unidades anuales incorporadas en promedio en
las últimas cuatro campañas no alcanzan a reponer las 1.250 unidades anuales necesarias
para modernizar el parque actual.
Una dificultad para la reposición de la maquinaría es la falta de crédito
bancario. Existen algunas líneas para la compra de cosechadoras, pero con tasas
de interés que el mercado considera muy altas. Como alternativa a esa financiación, a
partir de 2002 los productores eligieron las compras en especie: 95% de las operaciones de
venta de maquinaria agrícola se hacen hoy pagando con grano. Este
mecanismo ha permitido la mencionada recuperación de ventas en 2003. De todas formas,
para 2004, dicen los empresarios, la casi totalidad de la producción está comprometida. |
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Variaciones
sobre la cosecha gruesa
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La evolución del precio de la soja,
hoy en plena cosecha, se mueve al compás de los cálculos que realiza el Departamento de
Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sobre los rendimientos en la Argentina
y en Brasil. En su último informe, correspondiente al mes de abril, el
USDA estimó las cosechas de la Argentina y de Brasil en 35 y 56 millones de toneladas,
respectivamente. En marzo, había calculado la producción en 36,6 y 59,5 millones,
respectivamente. Al mismo tiempo, rebajó la estimación de compra de soja por China
a 20,5 millones de toneladas, un millón menos que en la estimación pasada. Hay otro
elemento, sin embargo, que explica el alto nivel de precios: la baja de los stocks
finales en los Estados Unidos, fijados en el nuevo informe en 3,13 millones de
toneladas, frente a los 3,41 millones del mes anterior. Ese nivel de reservas es el más
bajo de los últimos 27 años.
Si bien todavía es temprano para hacer cálculos exactos -ha sido levantada sólo 22,4%
del área sembrada-, la cosecha argentina, según las estimaciones oficiales, alcanzaría
a 34,7 millones de toneladas. Los analistas privados, sin embargo, hablan de un volumen
que va desde un máximo de 34 millones de toneladas a un mínimo de 32 millones. En el
caso de Brasil, los privados estiman que la cosecha arrojará unas 52 millones de
toneladas. En ambos casos, las estimaciones están por debajo de los cálculos del USDA.
En promedio, en la cosecha se observan rindes de 24,2 qq/ha los que
estarían 19,2% por debajo de los 30,2 qq/ha registrados a la misma fecha en 2003. Los
menores rindes son consecuencia del deficiente balance hídrico en las principales zonas
productoras.
Los próximos meses estarán dominados por las estimaciones de siembra,
producción y cosecha de Estados Unidos, estimaciones que, además, se verán
condicionadas por las expectativas climáticas. Un nuevo ciclo de sequía en Estados
Unidos podría llevar el precio a niveles altísimos, dados los bajos stocks finales. El
USDA está proyectando una cosecha cercana a los 80 millones de toneladas para la campaña
2004/2005. |
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• La evolución del tipo de cambio puede ser motivo de
preocupación, sobre todo para las producciones regionales, cuyos márgenes de ganancia no
son tan altos como en los cereales. El Gobierno parece comprometido a no dejar bajar
demasiado el tipo de cambio. |
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• Los programas de aliento a la inversión anunciados, una
vez aprobados por el Congreso, pueden mejorar la infraestructura productiva del campo,
aunque este beneficio sólo comenzaría a hacerse notar hacia la segunda mitad del año. |
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