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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 247 - Noviembre 2004 - AÑO 23 |
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La recaudación impositiva de setiembre fue de $ 7.958
millones, que representaron un incremento de 30,4% respecto a igual mes de 2003. Con
relación a agosto de 2004, dicha recaudación experimentó una baja de 5,8%. |
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Con respecto a la meta de ingresos pactada con el Fondo
Monetario Internacional, restaría recaudar solamente cerca de $ 6.000 millones, que se
lograrían holgadamente con la recaudación de octubre. |
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En el proyecto de Presupuesto 2005, enviado al Congreso, se
calcula que las cuentas consolidadas cerrarán en 2004 con un superávit de 4,17% del PIB,
aunque existen analistas que están situando dicho valor entre 5% y 6%. |
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La
recaudación impositiva de setiembre
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La recaudación impositiva del mes de setiembre
fue de $ 7.957,7 millones, que representaron un incremento de 30,4% respecto a igual mes
de 2003. Con relación a agosto de 2004, dicha recaudación experimentó una baja de 5,8%.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) destacó el importante
incremento de la recaudación respecto al año 2003 como consecuencia de la
mejora de la actividad económica y del cumplimiento tributario, en tanto que la baja de
la recaudación comparada con el mes de agosto obedeció a razones exclusivamente
estacionales.
Con respecto a la meta de ingresos pactada con el Fondo Monetario Internacional,
de alrededor de $ 80.000 millones para todo 2004, con el acumulado de los nueve primeros
meses del año, que alcanza a 74.400 millones, restarían solamente cerca de 6.000
millones, que se lograrían holgadamente con la recaudación de octubre.
En cuanto al análisis del comportamiento de los distintos impuestos, se observa que el impuesto
al valor agregado recaudó $ 2.759 millones, con un incremento del 34,6% respecto
a setiembre de 2003, debiéndose su alza a mayores ventas y menos devoluciones a los
exportadores.
Por su parte, el impuesto a las ganancias sumó $ 1.499,7 millones, con
un incremento de 47,2%, como consecuencia de los mayores anticipos de las sociedades
respecto del impuesto determinado, aunque no hubo ingresos de ganancias de personas
físicas.
A su vez, los derechos de exportación reunieron $ 880,8 millones y
crecieron 19,4% por el aumento del tipo de cambio y el mayor precio de los hidrocarburos,
que sufrieron también mayores retenciones.
El impuesto al cheque recaudó $ 665,1 millones, que representaron un
incremento de 28,7, que obedeció al incremento de las operaciones alcanzadas por este
impuesto.
Otro impuesto que recaudó más fue el de naftas, un 53%, que es un
indicador de la mayor utilización de vehículos; no así el gasoil, que
retrocedió 28%.
Las contribuciones previsionales patronales sumaron $ 867 millones a la
recaudación, registrando un incremento de 40,1% respecto a setiembre de 2003. La
explicación de este incremento se encuentra tanto en un aumento de los salarios
computables, como en un mayor control de la evasión previsional.
Del total de la recaudación del mes de setiembre, se destinaron a la administración
nacional $ 4.558,1 millones, que representaron un incremento de 25,4%; el sistema de
seguridad social, $ 1.142,5 millones, con un incremento de 52,8%, y las provincias, $
1.668,1 millones, es decir, 34,5% más. |
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El
superávit fiscal de 2004
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En el proyecto de Presupuesto 2005, enviado
al Congreso, se calcula que las cuentas consolidadas cerrarán en 2004 con un superávit
de 4,17% del PIB, aunque existen analistas que están situando dicho valor entre 5% y 6%.
El compromiso que asumió el Gobierno nacional fue que el superávit
primario sería de $ 10.000 millones y el de las provincias de 2.500 millones. Pero
transcurridos nueve meses del año, las cuentas nacionales marcan que el superávit es de
alrededor de 16.000 millones y si se le agregan las cuentas provinciales, el superávit
total sería cercano a los 21.000 millones.
Con una parte de este superávit, el Gobierno y las provincias están pagando los
intereses de la deuda que no está en default, como Boden o Préstamos
Garantizados pesificados, y que podría rondar en 2004 los $ 9.000 millones. Además, el
Gobierno está cancelando deuda con proveedores y con los organismos
financieros internacionales, por otros $ 8.000 millones.
Este superávit fiscal es consecuencia de que el gasto primario quedó
reducido por la devaluación y el semicongelamiento de los sueldos, las jubilaciones y
demás partidas de la seguridad social, como el salario familiar y los planes sociales. Es
decir, es el resultado del severo ajuste fiscal de los últimos tres
años, que continuará durante 2005, a la luz de las proyecciones presupuestarias para ese
año. |
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Medidas
para incrementar la demanda
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El Gobierno anunció medidas para volcar más dinero al
mercado e incentivar el consumo. Es así que se postergó para comienzos de 2005 el
último pago del impuesto a las ganancias, cuya recaudación se estima en
alrededor de $ 700 millones para sociedades, 200 millones para empleados y 150 millones
para autónomos.
Al mismo tiempo, se eliminará el impuesto al cheque para movimientos para cuentas
corrientes y plazos fijos dentro del mismo banco.
Con estas medidas se busca cumplir con tres objetivos:
atenuar
el efecto de la carga impositiva sobre el consumo, que durante el primer semestre se
retrajo como consecuencia de los importantes vencimientos operados;
achicar el nivel del superávit fiscal de este año, que se ubica en
alrededor de 4,5% del PIB; de esa forma se pretende restar argumentos a los acreedores y a
los organismos internacionales, que presionan para que la Argentina haga un pago en
efectivo, adicional a su oferta de canje de la deuda en default, y
cumplir con una demanda del FMI, respecto a la eliminación del impuesto
al cheque, por considerarlo distorsivo.
La expectativa es que estos fondos se vuelquen al consumo y
que así el gasto de las familias y empresas siga siendo el motor de la recuperación
económica. Sin embargo, algunos especialistas sostienen que hay un objetivo de política
fiscal, al tratar de transferir para el próximo año parte del elevado superávit de
2004, mejorando las cuentas de 2005. |
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El
ajuste fiscal en las provincias
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La Ley de Responsabilidad Fiscal aprobada
en agosto por el Congreso, requiere de la adhesión de cada una de las provincias, para
poner en marcha el programa que le fija límites al gasto y al endeudamiento a partir de
2005.
Esta ley apareció como una compensación hacia el Fondo Monetario por el incumplimiento
que se generó cuando no se pudo consensuar con los gobernadores un nuevo proyecto de ley
de coparticipación federal.
La Ley de Responsabilidad Fiscal establece que el gasto público primario no podrá
aumentar proporcionalmente por encima del crecimiento del PIB. Si la economía no crece,
el gasto primario deberá ser constante. Además, el endeudamiento no podrá superar el
15% de los recursos.
Muy pocas provincias pueden cumplir con este compromiso y por eso, una de
las condiciones de los gobernadores para adherir a la nueva ley es que venga atada a la
refinanciación de los pasivos. Tal es así que a mediados de octubre las únicas
provincias cuyos Poderes Legislativos han ratificado la adhesión a dicha ley son las de
Jujuy y Tucumán.
A pesar de los retrasos y la falta de adhesiones a una ley que debería comenzar a
aplicarse a partir del 1º de enero próximo, en el Gobierno nacional son optimistas y
esperan cerrar el año con un número importante de las mismas, entre las que dan por
descontado que no se encontrarán las provincias sin urgencias financieras, como son San
Luis, Neuquén y La Pampa, entre otras. |
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Las cuentas fiscales no ofrecen en el corto plazo ninguna
posibilidad de zozobra, ya que todos los indicadores denotarían un holgado cumplimiento
de las metas que se plantearon para el corriente año. |
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De todas formas, el mediano plazo está condicionado por
los resultados de las negociaciones de la deuda impaga. |
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