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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 249 - Enero 2005 - AÑO 23 |
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Cierre 2004 y perspectivas 2005 |
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Los indicadores más recientes sobre la evolución de la
actividad económica muestran un creciente dinamismo, lo que permite prever que el año
2004 registrará un incremento del PIB del orden del 8%. De este modo, el PIB se ubicaría
4% por debajo del computado en 1998, cuando se alcanzó el valor máximo de la serie
histórica previo a la crisis del régimen de convertibilidad.
Por otra parte, la aceleración del crecimiento en los últimos meses de 2004 establece un
piso de expansión significativo para 2005, aun cuando razonablemente es lógico prever
que la tasa de incremento del PIB tienda a moderarse con respecto a la fuerte
reactivación observada a la salida de la crisis. En función de tales elementos de juicio
se proyecta un crecimiento del PIB para 2005 que podría oscilar
entre 5% y 6%. Más concretamente, el promedio de expansión estimado en el
Relevamiento de Expectativas de Mercado ( REM) que compila el Banco Central, prevé un
alza de 5,4% (ver cuadro adjunto).
Las condiciones del entorno macroeconómico sugieren, en principio, que una proyección de
esa magnitud es sustentable, fundamentalmente porque todavía el PIB real es
inferior al PIB potencial de la economía argentina, definido este último como
el máximo aprovechamiento del stock de capital y de la fuerza laboral y considerando,
además, la actual productividad media de los factores de la producción. En dichas
circunstancias, queda un margen de acción para continuar desarrollando políticas
activas de impulso a la demanda global del sistema económico, en particular
sobre el consumo y la inversión, tal como se practicó a lo largo del año que acaba de
finalizar.
Con relación al consumo privado, juegan un rol determinante el comportamiento del índice
de desocupación y del poder adquisitivo del salario. En tal sentido, las cifras
recientemente difundidas sobre la trayectoria del mercado laboral en el tercer
trimestre de 2004 indican un descenso importante de la desocupación a 13,2% de
la población económicamente activa. Este nivel se compara favorablemente con la
desocupación registrada en el segundo trimestre de 2004 (14,8%) y más aún, con la del
tercer trimestre de 2003 (16,3%). Por otra parte, los mejores indicadores de empleo se
correlacionan positivamente con la recuperación del crecimiento del PIB que también se
observó en el tercer trimestre de 2004.
En materia salarial, a lo largo de 2004 se ha observado un moderado incremento del poder
adquisitivo, especialmente en el sector privado, y ello sin computar el reciente aumento
de $100 mensuales otorgado por el Gobierno, que regirá a partir de enero de 2005 y que
beneficia a los trabajadores registrados del sector privado y a los empleados públicos
nacionales que perciban hasta $ 1.250 por mes. Con esta medida, el Gobierno procura
disminuir la conflictividad laboral que se observó en las últimas semanas, por un lado,
e inducir una aceleración en las negociaciones colectivas de trabajo, por el otro. De
todos modos, los signos positivos en materia de ocupación y los bajos salarios existentes
en términos generales, sugieren que en 2005 aumentarán los reclamos laborales,
incluyendo, por cierto, a los empleados públicos provinciales y municipales.
En cuanto a la inversión, que se ha constituido en la variable más dinámica desde la
salida de la crisis, el comportamiento observado en 2004 proyecta un incremento anual
superior a 30%, con lo cual es factible que en el último trimestre del año alcance una
proporción cercana a 20% del PIB. Para 2005, un tema clave para la formación de
expectativas económicas en general, pero muy especialmente con impacto en las decisiones
de inversión, será el porcentaje de aceptación que se alcance en el canje de la deuda
pública en default. Con un significativo nivel de aceptación -no inferior a 65%
ó 70% del total- muchos proyectos de inversión -hoy bajo análisis- podrían
concretarse, en particular los referidos a grandes empresas de capital extranjero.
El otro elemento importante en la determinación del nivel de inversiones guarda
vinculación con la oferta crediticia por parte del sistema financiero. La
aceleración en el otorgamiento de préstamos verificada en los últimos meses de 2004 es
muy probable que continúe en 2005, tanto por la mayor demanda crediticia del sistema
productivo, como por la necesidad de los bancos de expandir la intermediación financiera.
En tal caso, es posible que las tasas de interés muestren una trayectoria ascendente,
incluidas las tasas pasivas que podrían tornarse positivas en términos reales si la tasa
de inflación se mantiene en bajos niveles -entre 5% y 8% para todo 2005-, tal como lo
plantea el Banco Central en el programa monetario para dicho año.
Por último y con relación al sector externo de la economía, se prevé que continuarán
incrementándose los flujos comerciales, aunque a un ritmo más moderado que en 2004,
partiendo de la base de que se sostiene el tipo de cambio sin mayores oscilaciones con
respecto a los niveles actuales. Las exportaciones pueden ser beneficiarias de una mejor
campaña agrícola, de la continuidad del crecimiento de la economía mundial -aunque a
menor ritmo que en 2004- y de la fuerte expansión que muestra la economía brasileña,
principal socio comercial de la Argentina, más allá de los reiterados conflictos en ese
terreno. Por el contrario, se esperan menores precios que en 2004 para algunos productos
básicos de exportación -casos de la soja y el petróleo-, pero manteniendo un nivel
elevado en términos históricos. En definitiva, es factible proyectar un monto de
exportaciones para 2005 del orden de los u$s 35.000 millones.
Las importaciones, que registraron una notable expansión en 2003 y 2004, deberían
mostrar un crecimiento más moderado en 2005. Dado que el principal rubro de las compras
en el exterior es el de bienes de capital, las importaciones deberían mostrar un menor
ritmo de expansión en línea con un comportamiento similar esperado para las inversiones.
No obstante esto último, el superávit de comercio exterior continuará
reduciéndose -a un monto cercano a los u$s 10.000 millones- pero manteniendo un monto
elevado, como resulta insoslayable para un país fuertemente endeudado con el
exterior.
Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM)
Proyecciones económicas (valores promedio al 15.12.04) |
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2004 |
2005 |
Tasas de crecimiento anual, en % |
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PIB |
7,8 |
5,4 |
Consumo total |
7,5 |
5,2 |
Inversión bruta interna fija |
32,1 |
14,5 |
Precios al consumidor |
6,0 |
6,9 |
Valores a fin de cada año |
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Tasa de desocupación (en %) |
13,1 |
11,9 |
Tasa de interés plazo fijo a 30 días (en %) |
3,46 |
5,16 |
Tipo de cambio ( $ x u$s) |
2,99 |
3,09 |
Cifras en millones de u$s |
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Exportaciones |
33.709 |
34.787 |
Importaciones |
21.725 |
24.677 |
Saldo del balance comercial |
11.984 |
10.110 |
Reservas internacionales |
19.087 |
21.023 |
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Recuperación de la industria de la construcción |
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La actividad de la construcción viene
mostrando una tendencia ascendente en el corriente año, habiendo acumulado en los
primeros diez meses un crecimiento de 21,9% respecto de igual lapso de
2003, según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) elaborado
por el INDEC.
Asimismo, importa destacar que se hallan realizando obras el 88,9% de las empresas
consultadas que se dedican a obras privadas y el 86,0% de las orientadas a las obras
públicas.
De modo similar al conjunto de la economía, la construcción sufrió una prolongada
recesión que abarcó -según el ISAC- el período comprendido entre setiembre de 1998 y
febrero de 2002, es decir, tres años y medio. En ese último mes, el nivel de actividad
del sector se ubicó 55% por debajo del máximo de agosto de 1998, observándose así la
profundidad de la recesión.
La actividad sectorial se situó en octubre último -tras dos años y ocho meses de
reactivación- en un nivel superior en 93% al de febrero de 2002, mínimo de la recesión.
Sin embargo, aún permanecía 14% por debajo del máximo alcanzado en
agosto de 1998.
Cabe señalar que el ISAC muestra la evolución del sector en base a la demanda de insumos
básicos requeridos por cinco bloques o tipos de obra, según los datos de la matriz de
insumo-producto elaborada para 1997.
Desagregando el indicador de la construcción por bloques, en la
comparación de octubre pasado con igual mes de 2003, se observan los mayores incrementos
de actividad en las obras viales (16,6%) y en las construcciones petroleras (15,9%). Un
menor dinamismo se apreció en obras varias de infraestructura (9,8%), edificios para
destinos varios (9,3%) y viviendas (6,2%).
Desde un punto de vista más retrospectivo, pueden compararse los niveles de actividad de
octubre último con el promedio de 1997, año base del ISAC y previo al inicio de la
recesión. En este sentido, se ubican por encima de 1997 los bloques de construcciones
petroleras (15,9%) y de viviendas (6,7%). En cambio, los bloques de edificios para
destinos varios y obras varias de infraestructura se encuentran prácticamente en igual
nivel que aquel año, mientras que el de obras viales aún se halla 7,3% por debajo. Estas
distancias con respecto al año base permiten aproximarse al potencial de
crecimiento que tienen los diversos componentes del sector.
Como muestra la evolución del ISAC en lo que va del año, los despachos al mercado
interno de los insumos requeridos por el sector han exhibido en general
importantes aumentos, colaborando así además en la recuperación de los respectivos
rubros manufactureros.
En el período enero-octubre -respecto del mismo lapso de 2003-, se destacaron los
incrementos en los despachos de asfalto (47,2%) y hierro redondo para hormigón (37,3%),
seguidos por cemento (21,8%), pinturas (15,1%) y revestimientos cerámicos (13,0%),
observándose una baja sólo en ladrillos huecos (-3,2%).
La información del INDEC incluye los "puestos de trabajo en
relación de dependencia, aportantes al Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones", que en el tercer trimestre del año sumaban 209.999 en el sector.
Tras un mínimo de 111.609 puestos en el tercer trimestre de 2002, el nivel de ocupación
sectorial mostró una recuperación constante, situándose ahora 88,2% por encima de dicho
mínimo. Sin embargo, todavía resulta 26,2% inferior al máximo de
284.596 puestos, logrado en el último trimestre de 1998.
Un indicador relevante es el referido a la superficie a construir registrada por los permisos
de edificación privada, en una nómina nacional representativa de 42 municipios.
El dato de octubre presentó un alza de 59,8% frente a igual mes de 2003, en tanto que el
acumulado de los diez primeros meses tuvo un incremento de 26,7%.
La sostenida tendencia creciente de las intenciones de construir por parte del sector
privado, estaría anticipando un mayor nivel de actividad en obras de edificación para
los meses próximos.
Las previsiones sobre el nivel de actividad en el sector para la primera mitad de
2005 son positivas. Por el lado de las obras públicas, se espera una maduración
del Plan Federal de 120.000 viviendas, además de una continuación del programa de obras
viales y otras de infraestructura.
Por parte del sector privado, se estima que se mantendrá el dinamismo que presenta la
construcción de viviendas en las principales ciudades del país, así como en otras
áreas tales como la edificación vinculada al turismo y a las actividades agrarias. |
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