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La economía argentina continúa dando muestras de un
sostenido crecimiento, a juzgar por la evolución del Estimador Mensual de Actividad
Económica, que en el primer trimestre del año en curso experimentó un incremento del
8,3% con relación a igual período de 2004. También la industria manufacturera expone un
incremento significativo -10,2% entre abril ´04 y abril ´05- después de la
desaceleración, por paradas técnicas, que había evidenciado en el primer trimestre del
año.
Otros elementos que también juegan en favor de proyectar un crecimiento importante en el
2005 están referidos al financiamiento del Estado Nacional por los compromisos de deuda
pública para el corriente año, a la decisión de la justicia de Nueva York que liberó
el canje de los títulos en default y a la reducción del aumento de los precios al
consumidor que se verificó en abril después del preocupante incremento registrado en el
primer trimestre del año.
En el caso específico del programa financiero 2005 cabe computar, en primer lugar, la
fuerte aceptación de los títulos (Boden 2014) que el Estado colocó en el mercado local,
por primera vez en forma voluntaria, desde la crisis del 2001. Los bonos adjudicados
ascendieron a $ 1.000 millones, pero el sistema financiero ofertó fondos por una cifra
cercana a los $ 2.200 millones, lo que demuestra el interés por tomar los nuevos títulos
públicos. También corresponde señalar que los rendimientos son atractivos -6,5% anual
más CER- dentro de las opciones existentes en el mercado local, lo que determina que,
probablemente, en las próximas colocaciones los rendimientos ofrecidos sean algo
inferiores.
En segundo lugar, hay que sumar la autorización del FMI para posponer el pago de
los vencimientos prorrogables que debían cancelarse entre mayo ´05 y abril
´06, por un monto total de u$s 2.507 millones. De todos modos, quedan vencimientos no
prorrogables por u$s 2.373 millones para lo que resta del año en curso, suma que, en
principio, el gobierno estaría dispuesto a abonar en línea con el objetivo de
desendeudarse gradualmente con dicho organismo multilateral. Por otra parte, la prórroga
concedida amplía el horizonte temporal para firmar un nuevo acuerdo con el FMI, el cual,
además, podría contener menos condicionalidades que el suscrito en setiembre de 2003.
En la evaluación de las perspectivas sobre el comportamiento de la economía argentina a
lo largo de 2005, surgen también elementos que pueden actuar restrictivamente,
tales como el suministro energético, la conflictividad laboral y las acciones destinadas
a sostener el tipo de cambio nominal.
Los posibles problemas de suministro energético -que han sido
reconocidos, recientemente, por el Gobierno- guardan vinculación con un fuerte aumento de
la demanda en línea con el crecimiento del PIB, por un lado, y con bajas inversiones en
los últimos años en energía eléctrica y gas, por el otro, considerando el efecto de la
recesión 1998-2002 primero y la falta de adecuación de las tarifas después. En la
coyuntura, los mecanismos para asegurar el balance energético se vinculan con el comercio
exterior -menos exportaciones y más importaciones- aunque no sin conflicto como se
observa en los casos del suministro de gas a Chile y los problemas en Bolivia precisamente
por la política gasífera. A más largo plazo, se requiere incrementar las inversiones,
comenzando lo antes posible. En tal sentido, el gobierno ha iniciado un proceso de
readecuación tarifaria que debería finalizar en 2006 y, más recientemente, anunció que
enviará al Congreso un proyecto de ley con incentivos fiscales para estimular la
exploración y explotación de hidrocarburos.
En el tema de la conflictividad laboral el eje central se ubica en las
demandas salariales del sector público, donde las retribuciones, en promedio y en
términos reales, registran una caída del orden del 25% desde la devaluación de
principios de 2002. Algo similar sucede con los trabajadores informales o no registrados,
pero en este caso la capacidad de generar conflictos es prácticamente nula, máxime en un
mercado laboral donde todavía subsiste una tasa de desocupación del 13%, según los
datos correspondientes al primer trimestre del corriente año.
Los trabajadores registrados del sector privado, por su parte, han recuperado, en
promedio, prácticamente la totalidad de la caída del poder adquisitivo
post-devaluación, a favor de las sucesivas subas del salario mínimo dispuestas por el
gobierno y de las mejoras obtenidas en las convenciones colectivas de trabajo. Además, el
contexto en el cual las organizaciones sindicales negocian mejoras laborales, aún cuando
está lejos del óptimo, ha mejorado sensiblemente si se considera que la tasa de
desempleo ha disminuido sustancialmente desde el máximo de 21,5 % registrado en la
primera mitad de 2002.
Por último, cabe señalar que durante el corriente año es muy posible que se verifiquen,
en relación con 2004, subas en las tasas de inflación y de interés y una caída
en la paridad cambiaria real. Si bien este proceso parece inexorable, el objetivo
oficial es que los deslizamientos sean muy graduales, de manera de no afectar las
expectativas económicas y en particular que no inhiban las decisiones de inversión,
objetivo clave para asegurar el crecimiento de la economía más allá del 2005. |
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El Banco Central publicó recientemente la
estadística del balance cambiario correspondiente al primer trimestre del
año, que constituye una descripción básica de la evolución del sector externo de la
economía.
El balance cambiario comprende las operaciones realizadas por el mercado único y
libre de cambios (MULC) y el Banco Central. Las operaciones de las entidades
autorizadas con sus clientes en el MULC -solamente- registraron en el primer trimestre un superávit
de u$s 921 millones, inferior en 15% al observado en igual período de 2004.
En esta comparación, se destacó una significativa sustitución de demanda del sector
privado para la formación de activos externos, por las compras del Tesoro
Nacional.
Dicho saldo positivo -por undécimo trimestre consecutivo- prosiguió siendo una de las
principales fuentes de financiación del aumento del nivel de actividad
económica que se verifica desde mediados de 2002.
Observando ya el conjunto del balance cambiario (cuadro adjunto), la cuenta
corriente del primer trimestre de 2005 registró un superávit de u$s 2.356
millones, superando en 16% el excedente del mismo lapso del año anterior. Dicho
superávit representó un 6% del producto interno bruto (PIB), nivel similar al registrado
en el primer trimestre de 2004 y levemente mayor al del cuarto trimestre de 2004.
El saldo positivo de las transferencias por mercancías continuó siendo
el principal componente del excedente de la cuenta corriente cambiaria.
El rubro de mercancías totalizó en el primer trimestre del año un superávit de u$s
3.037 millones, mayor en 12% al registrado en igual período de 2004. Los cobros de
exportaciones fueron de u$s 8.103 millones (24% más) y los pagos de importaciones
alcanzaron a 5.066 millones (33% más). Cabe señalar que estas cifras no coinciden con
las del balance comercial, ya que éstas se computan en términos devengados (al igual que
los intereses y otros rubros), mientras que los registros del balance cambiario son en
términos percibidos.
A su vez, el rubro de servicios (reales, como fletes, turismo, etc.),
presentó en el período un pequeño superávit de u$s 24 millones, originado por ingresos
y egresos de alrededor de 1.200 millones.
Las transferencias del primer trimestre en concepto de rentas verificaron
un egreso neto de u$s 795 millones, monto mayor en 12% al del mismo lapso de 2004. Esta
variación se explica por un egreso menor en 17% por intereses y un egreso superior en
199% por utilidades y dividendos.
Por otra parte, la cuenta capital y financiera del balance cambiario
mostró en el primer trimestre del año un déficit de u$s 1.503 millones, mayor en 31% al
observado en igual período de 2004.
Ese déficit se generó básicamente en los pagos netos a organismos internacionales
-especialmente al FMI por u$s 1.100 millones- y en las cancelaciones netas de préstamos
financieros del sector privado.
Con respecto a los flujos de fondos con los organismos internacionales,
interesa señalar:
desde la suscripción del acuerdo con el FMI de enero de
2003, el sector público y el Banco Central recibieron desembolsos por unos u$s 15.700
millones y afrontaron vencimientos por 19.900 millones, resultando un egreso neto de unos
4.200 millones en concepto de capital;
asimismo, en concepto de intereses se realizaron pagos por alrededor de
u$s 3.000 millones.
En cuanto a
las operaciones por préstamos financieros y líneas de crédito, durante el período las
mismas alcanzaron los niveles máximos del MULC para ingresos y egresos individualmente,
resultando también en el máximo de cancelaciones netas de deuda del sector privado,
siendo éstas por u$s 718 millones, en gran parte por cancelaciones anticipadas.
Esta evolución implica una mejora de la estructura de financiación del sector
privado:
el reemplazo por nueva financiación externa refleja las
mejores condiciones financieras disponibles para los agentes;
el menor costo de la financiación interna y la mayor disponibilidad de
fondos, hacen ventajosa la precancelación de deudas con el exterior.
En el primer
trimestre del año se registró una baja propensión a invertir en activos externos por
parte del sector privado no financiero (SPNF). Los egresos netos por formación de
activos externos del SPNF sumaron u$s 159 millones.
Esta "salida de capitales" se debió fundamentalmente a fondos que
normativamente deberán ser aplicados a la cancelación de servicios de la deuda externa,
ya que las compras netas de libre disponibilidad fueron sustancialmente menores,
ubicándose como las más bajas en la historia del MULC.
Las compras netas del Banco Central en el mercado de cambios por u$s 830 millones,
absorbieron 90% del excedente del MULC y mostraron una sustancial reducción respecto de
las compras por 2.800 millones del último trimestre del año anterior.
Las principales fuentes de las reservas internacionales fueron la citada
monetización del superávit cambiario por parte del Banco Central, los depósitos en la
autoridad monetaria de las compras de divisas del Tesoro Nacional y otros ingresos propios
del Banco Central.
El aumento de las reservas internacionales del Banco Central -neto del
ajuste por variaciones del tipo de pase- fue en el primer trimestre de u$s 693 millones.
Por tanto, a fin de marzo de 2005 dichas reservas sumaban u$s 20.339 millones, acumulando
un incremento interanual de más de u$s 5.300 millones.
Balance cambiario (en millones de dólares) |
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2004 |
2005 |
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I
Trim. |
Total |
I
Trim. |
Cuenta corriente cambiaria |
2.032 |
10.144 |
2.356 |
|
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|
|
Balance transferencias por mercancías |
2.706 |
12.778 |
3.037 |
|
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|
Pagos de exportaciones de bienes |
6.522 |
31.208 |
8.103 |
|
|
|
|
Pagos de importaciones de bienes |
3.815 |
18.430 |
5.066 |
|
|
|
|
Servicios |
-54 |
-234 |
24 |
|
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|
Ingresos |
875 |
3.870 |
1.172 |
|
|
|
|
Egresos |
929 |
4.104 |
1.147 |
|
|
|
|
Rentas |
-709 |
-2.756 |
-795 |
|
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|
Intereses |
-614 |
-1.914 |
-510 |
|
|
|
|
Utilidades y dividendos y otras rentas |
-95 |
-842 |
-284 |
|
|
|
|
Otras transferencias corrientes |
88 |
356 |
89 |
|
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|
Cuenta capital y financiera cambiaria |
-1.148 |
- 4.825 |
-1.503 |
|
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|
Inversión directa de no residentes |
214 |
976 |
206 |
|
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|
|
Inversión de cartera de no residentes |
184 |
579 |
561 |
|
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|
Préstamos financieros y líneas de crédito |
-674 |
- 1.279 |
-718 |
|
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|
Préstamos del Fondo Monetario Intern. |
10 |
-2.050 |
-1.100 |
|
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|
|
Préstamos de otros organismos internac. |
-6 |
160 |
-12 |
|
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|
Formación de activos externos del sector
privado no financiero |
924 |
- 2.824 |
-159 |
|
|
|
|
Formación de activos externos del sector
financiero (PGC) |
150 |
465 |
-78 |
|
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|
|
Otras operaciones del sect. público (neto) |
-3 |
- 297 |
0 |
|
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|
Otros movimientos netos |
-98 |
- 553 |
-204 |
|
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|
Variación de reservas
internacionales por transacciones |
884 |
5.319 |
853 |
|
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