Informe Económico de Coyuntura

Nº 256 - Septiembre 2005 - AÑO 24

 TEMAS DE ACTUALIDAD

Política económica de América Latina (1)

Política económica de América Latina (1)

Política fiscal

La positiva evolución macroeconómica registrada en el año 2004 permitió una significativa mejora de las cuentas fiscales de los países de la región. Al término del año 2004, los gobiernos centrales registraron un superávit primario del 2,2% del PIB como promedio ponderado, lo que se compara con un superávit del 1,6% en 2003; en cambio, si se toma en cuenta el déficit global, es decir si se consideran los intereses de la deuda pública, el déficit pasa de -1,8% a -0,9% del PIB. Se estima que en 2005 se mantendrán estos niveles de superávit primario, pero se prevé un aumento del déficit global, que respondería al alza del pago de intereses de la deuda pública.

La mejora del resultado fiscal de 2004 obedece a que mientras los ingresos han evolucionado en consonancia con el nivel de actividad, incrementando su relación en términos del PIB en comparación con el año 2003, los gastos se mantuvieron constantes respecto del PIB, ambos como promedio ponderado. Dado que el mayor nivel de actividad influye en los ingresos fiscales, no sólo por el incremento de la base imponible sino también por el mayor grado de cumplimiento tributario, el crecimiento económico más elevado tuvo importantes efectos en la recaudación tributaria.

Varias reformas y decisiones se conjugan en la determinación del resultado fiscal, que está relacionado con la aplicación de normas macrofiscales, el compromiso del gobierno de prolongar el superávit fiscal a mediano plazo y decisiones sobre ingresos y gastos aprovechando la coyuntura favorable.

Política cambiaria

Entre los meses de diciembre de 2003 y de 2004, las monedas de América Latina y el Caribe se mantuvieron casi sin cambios en términos reales efectivos respecto del resto del mundo, mostrando una apreciación de apenas 0,2%. América del Sur presentó una apreciación media de 0,8% del tipo de cambio real efectivo extrarregional, en el que no se incluye el comercio con otros países de la región. Los países de Centroamérica, el Caribe y México, cuyo principal interlocutor comercial es Estados Unidos, acusaron en conjunto una muy leve depreciación cambiaria real (0,3%) efectiva respecto de las monedas extrarregionales. Si se calcula el tipo de cambio real efectivo extrarregional de los países ponderándolo por su PIB, caso en el cual Brasil, México y Argentina constituyen el 75% del ponderador, la región registró una apreciación real de 2,3% con respecto a las monedas extrarregionales.

En esta evolución regional influyó la favorable situación de la balanza de pagos de los países de América Latina, consecuencia de la mejora de los términos de intercambio y del aumento de la demanda externa de productos básicos que supuso el dinamismo de la economía china. En un contexto de baja inflación, que permitió adoptar políticas monetarias más expansivas, varios bancos centrales de la región acumularon reservas internacionales, apuntando a reducir la apreciación nominal de sus monedas.

Tanto en 2004 como a principios de 2005, el tipo de cambio real efectivo extrarregional de América Latina y el Caribe se ha mantenido alto con respecto a los niveles observados en la década de 1990. Durante los primeros cinco meses de 2005, el tipo de cambio real efectivo extrarregional disminuyó (se apreció) en promedio 4,2% respecto a diciembre de 2004. La apreciación real efectiva respecto de las monedas extrarregionales fue generalizada, tanto en América del Sur como en Centroamérica, Caribe y México.

Política monetaria

La política monetaria de la región ha debido enfrentar desafíos distintos a los de años anteriores. Los ingentes recursos externos, provenientes tanto del ascenso de las exportaciones como del ingreso de capitales, han impulsado la apreciación de las monedas nacionales. Para evitar que ésta sea excesiva, los bancos centrales intervinieron en los mercados de cambios, comprando divisas para sostener su cotización. A su vez, a fin de disminuir las presiones inflacionarias que esta estrategia provocaba, las autoridades monetarias debieron esterilizar el alza de la liquidez mediante operaciones de mercado abierto. Asimismo, los bancos centrales tendieron a aumentar las tasas de interés, a instancias de lo hecho por la Reserva Federal de los Estados Unidos, pero a un ritmo lento. Por lo tanto, su nivel ha seguido siendo relativamente bajo en términos históricos.

El control de la inflación sigue siendo el principal objetivo de la política monetaria. Sin embargo, la actual contingencia determina que algunos bancos centrales deban perseguir objetivos múltiples y elegir entre dos y hasta tres opciones de política, es decir, evitar la apreciación excesiva de la moneda, el incumplimiento de las metas de inflación y el aumento del déficit cuasi fiscal debido a las operaciones de esterilización monetaria. Incluso podría agregarse un cuarto objetivo, a saber, mantener un diferencial estable entre las tasas de interés internas y las internacionales. En los últimos meses, la mayoría de los países ha presentado un aumento de las tasas reales activas, inherente a la inversión del ciclo iniciada por la Reserva Federal de los Estados Unidos en junio de 2004 y seguida por los bancos centrales de la región.

(1) Extracto de "Estudio económico de América Latina y el Caribe", de la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (CEPAL-ONU), Santiago de Chile, julio de 2005.