Informe Económico de Coyuntura

Nº 261 - Marzo 2006 - AÑO 24

 SECTOR AGROPECUARIO

SITUACION

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) detectó la presencia de un brote de fiebre aftosa en un establecimiento de la provincia de Corrientes. Como consecuencia, quedó en suspenso el status de país libre de aftosa con vacunación que le fue acordado a la Argentina en enero de 2004.
Ante el alza de los precios del ganado, el Gobierno creó el Registro de Operaciones de Exportación para controlar las ventas al exterior de carnes vacunas. Excepción hecha de la cuota Hilton, las operaciones de venta serán monitoreadas por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario y podrían ser limitadas si faltara carne para el consumo interno.
La empresa Monsanto, productora de la semilla genéticamente modificada de soja RR, ha presentado en Europa demandas judiciales reclamando que se le paguen regalías en la Argentina por el uso de sus semillas. Como resultado de su accionar, se han bloqueado embarques de harina de soja en España y en Inglaterra.

Antes de la aftosa

En el mes de diciembre Rumania anunció que compraría a la Argentina carnes bovinas frescas, llevando el total de los mercados de exportación abiertos a nuestro país a 90.

Los registros de SENASA informan que en el período enero–octubre de 2005 la Argentina exportó 483,7 miles de toneladas por un valor de u$s 1.111 millones. Estas cifras significan que en los primeros diez meses de 2005 se exportó 44% más en volumen y 59% más en valor que en igual período de 2004.

Si bien en 2005 la producción total de carne aumentó respecto de 2004 –al igual que el promedio de peso de la faena que subió 3,8%–, la misma no fue suficiente para abastecer una ampliación simultánea de la demanda interna y de las exportaciones. La expansión de estas últimas, aunadas al incremento de la masa salarial, provocó un alza de los precios promedio de la hacienda que, según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra), alcanzó a 21,7%. Los muy atractivos precios del mercado externo actuaron dirigiendo la oferta hacia ese destino, con la consecuente caída del consumo interno por habitante, que se redujo de 63,8 kg en 2004 a 61,6 en 2005, siempre según Ciccra.

Ante el incremento de los precios de la carne para consumo interno, y habida cuenta de la significativa incidencia de este producto en el costo de la canasta familiar y en los índices inflacionarios, el Gobierno propuso un acuerdo con el sector cárnico que sólo fue suscripto por cinco cámaras industriales y dos entidades de la producción, sobre un total de 15 convocadas. El acuerdo consiste, básicamente, en mantener un precio mayorista de la media res de novillo en $ 4,40 más IVA por kilo, asegurar un flujo adecuado de animales al mercado interno y prevé revisiones bimestrales para monitorear eventuales aumentos de los costos de producción.

Entre las principales entidades que quedaron al margen del acuerdo se encuentran la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Frente Agropecuario Nacional (FAN) y las tres cámaras de consignatarios de hacienda. Estas entidades condicionaron su participación en el acuerdo a la restitución de los reintegros y a la baja de 15 a 5% de las retenciones cárnicas. Demandan, además, la instrumentación de una línea de crédito por $ 300 millones para inversiones en el sector ganadero.

Los firmantes del acuerdo –el consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), la mencionada Ciccra, la Cámara Argentina de la Industria Frigorífica (Cadif) y la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra)–, propusieron restringir ventas al exterior de carnes enfriadas y congeladas, exceptuando los cinco cortes más caros de la res. Los incluidos en la propuesta son los que tributan 15% de retenciones y que ahora están incluidos en el Registro de Operaciones de Exportación (ROE). El reglamento del registro faculta al Gobierno a demorar hasta en 30 días la autorización de un embarque de exportación y a acordarla de acuerdo con la evolución de los precios internos. Los embarques de la cuota Hilton, en cambio, son de aprobación casi automática.

El brote correntino

En el marco del ascenso de exportaciones y de trabajosos acuerdos para el abastecimiento del mercado interno y la contención de los índices inflacionarios, tuvo lugar la detección de un brote de aftosa en la provincia de Corrientes que dio como inmediato resultado la suspensión de la categoría de país libre de aftosa con vacunación acordado por la Oficina Internacional de Epizootias en enero de 2004.

Una serie de países, entre los que se encuentran Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Israel, Paraguay, Singapur y Sudáfrica, procedieron al cierre total de sus mercados. Brasil prohibió la entrada de animales en pie y productos derivados, aunque autorizaría el ingreso de carne sometida al proceso de maduración (enfriada en cámaras) por varios días. Rusia, por su parte, aplicó una medida restrictiva a las carnes procedentes de los departamentos de Corrientes más comprometidos por su vecindad al foco de origen. La Unión Europea todavía no tomó una decisión de conjunto, pero un vocero sanitario adelantó que la Unión también tomaría una medida similar a la rusa, aplicando una veda restringida a la provincia de Corrientes.

Vale destacar que según los datos del SENASA para los primeros diez meses de 2005, el mayor importador de carnes es Rusia, con 38,2%, la siguen Chile, 12,3%; Alemania, 10,3%; Israel, 5,9%; Italia, 4,2%; Argelia, 3,4%; Venezuela, 1,6%, y el resto de los países con 24,1%.

Adicionalmente, como efecto de la aparición del brote se retrasará al menos un año más la apertura a nuestras carnes del mercado de Estados Unidos, hecho que estaba a punto de concretarse en el marco de adelantadas negociaciones. Ese mercado se perdió como consecuencia del brote de la enfermedad en la provincia de Salta en 2003.

La cosecha 2005/2006

En la campaña agrícola 2005/06 se sembraron cerca de 2,0 millones de hectáreas menos que en la campaña anterior (especialmente en trigo y maíz). Posteriormente, la falta de lluvias en el mes de enero complicó el nivel de los rindes. Como resultado, la producción total de granos de la actual campaña estaría entre 70 y 74 millones de toneladas contra 84,0 millones de la campaña 2004/2005.

En el caso del trigo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) pronosticó en su informe de febrero un rendimiento total de la cosecha argentina de 12,1 millones de toneladas. Fuentes privadas locales, sin embargo, estiman una producción de 13,5 millones de toneladas.

En la campaña 2004/05 la producción alcanzó a 17,2 millones de toneladas, con un nivel de exportaciones de 10,2 millones. Si se confirma el mencionado volumen de la campaña 2005/06, el monto exportable estaría alrededor de 7,0 millones de toneladas. Brasil, nuestro principal importador, ya adquirió 2,6 millones de toneladas.

El maíz también registró una baja en la superficie sembrada, de alrededor de 500.000 hectáreas. También en este caso se notó el impacto desfavorable de las condiciones climáticas. Para la campaña 2005/2006 se espera recolectar 14,0 millones de toneladas, aunque la estimación del USDA, en febrero, pronostica una cosecha de 16,8 millones de toneladas. El saldo exportable estaría entre las 8/10 millones de toneladas, cantidad inferior a las 14,2 millones de toneladas de la campaña 2005/2006.

El clima en las próximas semanas determinará el rendimiento de la cosecha de soja para la campaña 2005/2006. El USDA estimó en sus cálculo de febrero una producción argentina para la presente campaña de 40,5 millones de toneladas, similar a la de 2004/05, de 39,4 millones de toneladas. El saldo exportable sería de 10 millones de toneladas.

PERSPECTIVAS

El alcance de las consecuencias del brote de aftosa dependerá del control de la situación. Si los focos no se reproducen y se circunscriben a las áreas del cordón sanitario, es dable esperar la recuperación de los mercados suspendidos en el corto plazo.
El precio del ganado vacuno evolucionará en proporción directa al cierre de los mercados de exportación. Se descuenta, sin embargo, precios a la baja en el corto plazo.
Se estima que los precios de trigo y de maíz se comportarán con firmeza, con la demanda superando a la oferta.

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