Informe Económico de Coyuntura

Nº 265 - Julio 2006 - AÑO 25

 ANALISIS GLOBAL

La economía argentina y la volatilidad financiera internacional
Exportaciones argentinas por provincia

La economía argentina y la volatilidad financiera internacional

La aparición de presiones inflacionarias en Estados Unidos -en el marco de un crecimiento significativo de la actividad productiva- impulsó a las autoridades de la Reserva Federal a establecer un alza de la tasa de interés de referencia, con el propósito de moderar la expansión de la demanda y así controlar la suba de los precios. En tal sentido, la tasa de interés fue elevada de 1% a más de 5% anual en los últimos dos años.

No obstante, las presiones inflacionarias no han cedido en la medida de lo esperado, por lo que se prevén futuras correcciones alcistas de la tasa de interés. Y esta proyección es lo que genera turbulencias en los mercados financieros y bursátiles. Por otra parte, Estados Unidos convive con fuertes déficit, tanto en el plano fiscal como en el sector externo, financiados principalmente por capitales asiáticos, en particular de origen chino y japonés. Esta circunstancia conforma una situación singular, con escasos precedentes a escala mundial, lo que también introduce un sesgo de incertidumbre adicional.

El interrogante principal consiste en determinar si las autoridades monetarias de los Estados Unidos lograrán una desaceleración suave del crecimiento económico -y con ello del proceso inflacionario- o si por el contrario, provocarán una contracción aguda del nivel de actividad. Es más, ciertos analistas consideran que la génesis del proceso inflacionario no está determinado, exclusivamente, por el dinamismo de la demanda interna estadounidense, sino, en gran medida, por el alza de los productos básicos derivada de la demanda de China, India y otros países asiáticos. Si esta hipótesis se confirmara, la suba de la tasa de interés no sería un instrumento eficaz y podría provocar una desaceleración productiva sin frenar la inflación, esto es, alentar un proceso de "estanflación".

La economía argentina, hasta el momento, ha resistido satisfactoriamente el fenómeno de volatilidad financiera internacional. Las razones principales de tal comportamiento obedecen a los importantes superávit existentes en el plano fiscal y en el sector externo y al nivel de las reservas internacionales de divisas. Por otro lado, las necesidades de financiación externa del sector público son reducidas -luego de la reestructuración de la deuda y el pago al FMI- y están cubiertas casi en su totalidad en lo que se refieren al año en curso.

En consecuencia, el sendero de crecimiento económico continúa siendo vigoroso, a juzgar por las cifras recientemente divulgadas sobre la evolución de la oferta y demanda globales en el primer trimestre del año y otros indicadores, como los relacionados con la industria y la construcción, que avanzan con información sobre el segundo trimestre.

En el primer trimestre del corriente año el producto interno bruto (PIB) experimentó un crecimiento interanual de 8,6% (ver cuadro adjunto). Por su parte y entre los componentes de la demanda global, se destaca la expansión de 22,8% verificada por la inversión bruta interna fija, con incrementos similares en la inversión en construcciones (23,0%) y en equipo durable de producción (22,6%), comparación que se realiza, en todos los casos, con relación a igual período del año anterior.

Otros indicadores más actualizados muestran, por ejemplo, que la producción industrial aumentó 7,1% en los primeros cinco meses del año y que la actividad de la construcción se expandió, en el primer cuatrimestre, en 18,7%. En el caso de la industria manufacturera, además, es importante destacar que el incremento de la producción no ha significado un mayor uso de la capacidad instalada, lo cual está demostrando que existe un proceso inversor en la industria que acompaña el aumento de la actividad productiva. Ello no significa desconocer que en ciertas ramas industriales -como industrias metálicas básicas, refinación de petróleo y algunos rubros textiles- la utilización de la capacidad instalada está cercana a sus límites máximos.

A modo de conclusión puede señalarse que, hasta el presente, la economía argentina ha continuado creciendo de manera importante, a pesar de las turbulencias financieras internacionales. Es más, muchos analistas económicos proyectan un crecimiento económico del orden de 8% para todo el año 2006. De todas maneras, si la economía mundial registrara un episodio de contracción significativa en su ritmo de expansión, es indudable que la economía argentina sufrirá las consecuencias, en términos de una moderación de su dinamismo productivo.

OFERTA Y DEMANDA GLOBALES (*)

Concepto I 05 II 05 III 05 IV 05 2005 I 06
Producto interno bruto 8,0 10,4 9,2 9,0 9,2 8,6
Importaciones 15,7 29,7 17,8 17,7 20,1 18,4
Oferta y demanda globales 8,7 12,1 10,0 9,8 10,2 9,6
Consumo privado 8,1 10,9 8,7 8,0 8,9 8,8
Consumo público 5,6 5,4 6,6 6,8 6,1 8,3
Inversión bruta interna fija 13,4 25,0 23,5 26,9 22,7 22,8
Exportaciones 16,6 16,5 13,5 8,0 13,5 6,4
(*) Variaciones porcentuales con respecto a igual período del año anterior. Estimaciones preliminares.
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.

Exportaciones argentinas por provincia

Después de la crisis de fines de 2001 y la devaluación de 2002, una serie de factores confluyeron en un aumento del valor de las exportaciones de u$s 14.470 millones en el período 2002-2005. Dichos factores fueron básicamente la fuerte suba del tipo de cambio real, las mejoras de los precios internacionales de nuestros principales productos de exportación, los niveles récord de producción agrícola y la mayor oferta de bienes industriales exportables.

Las exportaciones argentinas a nivel provincial muestran un elevado grado de concentración, según se describe en un trabajo especial del Centro de Economía Internacional (CEI) de la Cancillería. Es así que el citado aumento de las ventas externas se concentró en un 71% en sólo tres provincias: Buenos Aires (37%), Santa Fe (23%) y Córdoba (11%).

Asimismo, a Chubut, Catamarca, Mendoza y Neuquen les correspondió en conjunto 11% del valor total, en tanto que las restantes 17 jurisdicciones sumaron sólo 8%. El restante 10% estuvo compuesto por exportaciones que no pudieron clasificarse a nivel provincial.

En las exportaciones del período por grandes rubros lógicamente predominaron en general las tres provincias antes mencionadas, aunque con algunas variaciones a señalar:

en los productos primarios, el incremento de u$s 2.059 millones es explicado en un 54% por Catamarca y Córdoba y en un 38% por Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos;

el aumento de u$s 5.662 millones en las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) se debió en un 84% a las mayores ventas externas de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe;

la suba de las colocaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) en u$s 3.582 millones es explicado en un 74% por Buenos Aires y en un 12% por Santa Fe, y

en combustibles y energía, Buenos Aires y Chubut contribuyeron en un 84% al incremento de u$s 2.051 millones.

Las exportaciones provinciales reflejan por un lado, las distintas estructuras productivas regionales y por otro, la asimetría en la explotación y desarrollo de los recursos.

En 2005, la provincia de Buenos Aires participó con un 39% en las exportaciones totales del país, correspondiéndole un 50% de las ventas totales de MOI. La mitad de las exportaciones provinciales son MOI, básicamente automotores, plásticos, tubos y caños.

En segundo lugar se ubicó en 2005 la provincia de Santa Fe, con el 20% de las exportaciones nacionales. Un 72% de sus exportaciones son MOA, cuyo crecimiento en el período se debió mayormente a los envíos de aceite de soja, carnes bovinas y pieles y cueros. También crecieron significativamente las exportaciones provinciales de diversas MOI, tales como vehículos, neumáticos y autopartes.

A Córdoba le correspondió en 2005 un 11% de las exportaciones totales del país. Casi 50% de sus ventas son MOA, principalmente aceite de soja y sus derivados, destacándose los vehículos y autopartes entre las MOI exportadas.

Con respecto a las restantes provincias, resulta de interés destacar algunos cambios significativos en los últimos años. Chubut abarcó en 2005 un 18% de las exportaciones totales de combustibles y energía -básicamente con petróleo crudo-, a la vez que en los últimos años tuvo un aumento importante de sus exportaciones de MOI, principalmente aluminio, tejidos y cemento. En el caso de Catamarca, se destacaron sus exportaciones mineras, básicamente mineral de cobre. En Mendoza y San Juan, cabe señalar sus mayores ventas externas de vino y jugos de frutas. Entre Ríos, a su vez, incrementó fuertemente sus exportaciones de carne de pollo y leche.