Informe Económico de Coyuntura

Nº 273 - Abril 2007 - AÑO 25

Instrumentación de las medidas oficiales

Pocas y a un ritmo mucho más lento que el esperado por el sector, son las medidas que han logrado instrumentarse a partir de las reuniones que tuvieron lugar desde principios de febrero entre referentes del sector y las autoridades nacionales. Una de ellas es la prórroga hasta diciembre del peso mínimo de faena -de 240 kilos- de animales vacunos.

Asimismo, se puso en funcionamiento el fondo compensador para la producción de leche que busca llenar la brecha entre el precio interno, cuya estabilidad se persigue, y el vigente en el mercado internacional. Con igual espíritu se creó el mecanismo para que criadores de cerdo y engordadores de hacienda vacuna reciban subsidios por el maíz que insumen esas actividades.

Por otro lado y con el objetivo de asegurar el abastecimiento interno sin encarecer la canasta familiar, el Gobierno decidió cerrar el registro de exportaciones de trigo y harina, hecho que fue leído por el sector productor y molinero como una prohibición de hecho. La medida fue tomada antes de la firma de la resolución de la SAGPyA fijando el subsidio al cereal por el 85 % de la diferencia entre el precio oficial de abastecimiento interno y el valor internacional del producto. Esta compensación era uno de los temas pendientes de aplicación que inquietaban al sector.

Las variables en ganadería

Otro de los temas que resta resolver es el del subsidio que haga posible mantener estable en los niveles actuales el precio de la carne al consumidor. Si bien el Gobierno aceptó mantener el peso de faena, la medida no alcanza para apaciguar los ánimos de buena parte de la producción. Tampoco está en condiciones de hacerlo al Plan Ganadero en vías de instrumentación, que implicará apoyo financiero y técnico a pequeños y medianos productores.

El objetivo buscado por el mencionado plan es el de terminar con el estancamiento -y con la liquidación de vientres, si se toma en cuenta el elevado porcentaje de hembras faenadas en enero- del stock ganadero, a partir de un incremento de la productividad del rodeo que la incorporación de técnicas más adecuadas podría generar entre los productores menos modernizados.

Los de mayor tamaño, buena parte de los cuales termina el engorde de ganado a corral, recibieron el mencionado subsidio al precio del maíz, facilitando el incremento de la oferta en el corto plazo.

La Argentina fue aceptada nuevamente por la Organización Internacional de Epizootias como país libre de aftosa con vacunación en casi la totalidad de su territorio, status que había perdido hace algo más de un año cuando aparecieron focos de la enfermedad en la provincia de Corrientes, cuyo origen nunca fue determinado.

Producción granaria 2007/08 y biocombustibles

Las últimas estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario ubican en un volumen récord de 89 millones de toneladas la producción de granos de la actual campaña y en u$s 14.565 millones el ingreso de divisas que la misma generaría.

Semana a semana se producen hechos que consolidan la tendencia al incremento del uso de granos y otros cultivos -cereales, oleaginosos, caña de azúcar, etc.- a la producción de biocombustibles. En el último mes se produjeron dos de estos hechos: la reunión de los presidentes de los dos principales productores de etanol, Estados Unidos y Brasil (entre ambos abarcan 70% de la producción mundial de etanol), constituyendo una alianza estratégica para la creación de un mercado internacional de biocombustibles, que implica la coordinación de ambos países para establecer estándares internacionales para la comercialización internacional de estos productos. El segundo de estos hechos fue la reglamentación, en la Argentina, de la ley de regulación y promoción para la producción y uso sustentable de biocombustibles.

El rápido fortalecimiento de este componente de la demanda de granos sugiere la conveniencia de una participación de los distintos estados en la regulación de la actividad para evitar que los mercados, librados a las fuerzas de oferta y demanda, desabastezcan las necesidades de consumo de alimentos de la población, encareciéndolos más allá del poder adquisitivo de las mayorías.

Si bien la ampliación de la producción vegetal es factible, ya sea por la vía del incremento de los rendimientos o por la de las áreas cultivadas, el cumplimiento de las metas de sustitución de combustibles tradicionales por los de origen vegetal que están agendando los países, resultaría difícil de alcanzar sin un alza desmedida de los precios.