Informe Económico de Coyuntura

Nº 274 - Mayo 2007 - AÑO 25

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

Ante el previsible aumento del ingreso de divisas durante los próximos meses, el Banco Central dispuso una serie de medidas tendientes a evitar una caída del tipo de cambio.
El mejor clima financiero internacional, demostrado por la operación efectuada por la provincia de Buenos Aires, incentiva al Tesoro Nacional a colocar un bono en dólares a diez años de plazo.

Medidas del Banco Central

Los mercados financieros internacionales parecen haber recobrado su entusiasmo luego del cimbronazo producido hacia fines de febrero. En esos momentos, la abrupta caída de los valores bursátiles en Shanghai arrastraron a las distintas plazas financieras y se hizo sentir particularmente en la local.

El nuevo clima imperante ha generado, como aspecto negativo, una nueva oleada de capitales financieros especulativos hacia los mercados emergentes, y en especial hacia nuestro país, que complica el manejo monetario y cambiario del Banco Central.

A esto hay que sumarle que se registra un incremento, de carácter estacional, de la entrada de divisas provenientes del comercio exterior como producto de la liquidación de la cosecha gruesa.

Esta sumatoria de ingreso de dólares, tanto de orden financiero como comercial, ha llevado a que el Banco Central analice una serie de medidas tendientes a sostener el tipo de cambio en los actuales niveles nominales y, paralelamente, evitar que su intervención en el mercado cambiario derive en desbordes de orden monetario.

En ese sentido, la autoridad monetaria dispuso, durante la segunda mitad de marzo, que los bancos o empresas que coloquen deuda o reciban préstamos del exterior tendrán un año para ingresar las divisas. Hasta ese momento, el plazo era de 30 ó 90 días, según el monto de la operación.

Además, existen otras medidas bajo análisis del BCRA, como incrementar la participación de las divisas en la posición general de cambio de las entidades financieras o, llegado el caso, recurrir a un aumento del encaje bancario, corriéndose el riesgo de provocar un empuje alcista en la tasa de interés.

A todo esto, debe sumársele la permanente intervención en el mercado cambiario a través de sus compras diarias de dólares. En el primer trimestre del año el Banco Central adquirió más de u$s 3.000 millones, continuando con su política de acumulación de reservas, las cuales ya superan los u$s 37.000 millones.

En ese orden, cabe destacar que la entidad monetaria esterilizó cerca de 90% de esa emisión de dinero recurriendo a la colocación de LEBAC y NOBAC, a la operatoria de pases con las entidades y a la cancelación de redescuentos.

De este modo, el Banco Central logró cumplir con la meta de expansión monetaria para el trimestre, al ubicarse el agregado M2 (circulante en poder del público más depósitos a la vista) en torno a los $ 126.000 millones.

Colocación de deuda pública

La caída de las bolsas internacionales de febrero último había afectado la cotización de los bonos locales, lo cual provocó la suspensión transitoria de distintas emisiones de títulos públicos, tanto en el orden nacional como provincial.

El nuevo panorama financiero descripto permitió destrabar esta situación, y la provincia de Buenos Aires colocó, durante la primera quincena de abril, un título por u$s 400 millones, con vencimiento en el año 2028 y a una tasa de 9,62% anual. Se habían recibido ofertas por unos u$s 1.600 millones.

Ante esta evidencia concreta de mejora del clima financiero con respecto a los mercados emergentes, el Tesoro Nacional dispuso la emisión de un bono por u$s 2.500 millones, a diez años de plazo y un cupón de renta de 7% anual, denominado BONAR X.

Se preveía que hacia mediados de abril se realizara la primera colocación de este título por unos u$s 500/750 millones, para tantear el mercado, recordando que la última operación con un bono similar pero a 7 años de plazo se había efectuado a una tasa de corte de 7,71% anual.

Depósitos y préstamos

Los depósitos a plazo fijo del sector privado continuan mostrando fortaleza, al crecer 9% durante el primer trimestre del año.

Este aumento de $ 4.300 millones se distribuyó en forma pareja entre los distintos plazos de imposición y permitió al BCRA cumplir con el programa monetario.

En cuanto a los préstamos, cabe destacar que en los primeros meses de este año se verificó un cambio en la tendencia vista desde la salida de la convertibilidad, ya que los créditos con garantía real, tanto prendarios como hipotecarios, crecieron más que los comerciales.

PERSPECTIVAS

El Tesoro Nacional intentará aprovechar las buenas condiciones del mercado financiero internacional para la colocación de deuda que le permita cubrir sus necesidades de financiación para el resto del año.
A pesar de los inconvenientes que le viene generando los bonos con ajuste según la evolución de los precios, se descarta, por el momento, avanzar en algún esquema de canje de títulos de deuda.