Informe Económico de Coyuntura

Nº 275 - Junio 2007 - AÑO 25

 ANALISIS GLOBAL

El panorama económico actual y su evolución en el corto plazo
Evolución del balance de pagos

El panorama económico actual y su evolución en el corto plazo

Transcurridos los primeros meses del año en curso, se observa que la economía argentina continúa mostrando un comportamiento positivo de los principales indicadores macroeconómicos. El nivel de actividad económica global registró un incremento de 8% en el primer trimestre del año, de acuerdo a la evolución del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE). También el superávit fiscal primario ($ 5.086 millones en el primer trimestre) y el saldo del comercio exterior (casi u$s 3.000 millones en el primer cuatrimestre), expresan el mantenimiento de los superávit que conforman la base esencial -junto con un elevado tipo de cambio- del ordenamiento económico vigente.

Sin embargo, al comparar los datos actuales con los de períodos similares del año anterior, surgen diferencias que corresponde analizar para evaluar si se trata de cambios circunstanciales o temporales, o si por el contrario, se trata de alteraciones más profundas que pueden sugerir un sesgo distinto en las proyecciones económicas.

En el caso del nivel de actividad se observa una cierta desaceleración de la tasa de crecimiento -el PIB había aumentado 8,8% en el primer trimestre de 2006-, tendencia que de todos modos se encuadra dentro de una trayectoria previsible. En todo caso, resalta la significativa reducción de la expansión del sector construcciones, que había expuesto un incremento de 20,5% interanual en el primer trimestre de 2006 y sólo lo hizo en 3,7% en igual período del corriente año. Además de un inusual ciclo de lluvias que conspiró contra la actividad de la construcción, también podría estar verificándose un impulso menor en la valorización de la propiedad inmueble y en consecuencia, una cierta pérdida de interés en los inversores potenciales.

En el sector industrial se observa una desaceleración más leve, ya que en el primer cuatrimestre del año el incremento productivo ha sido de 6,7%, mientras que en igual período de 2006 la expansión registrada fue de 7,3%. Por el contrario, cabe esperar un aporte más significativo del sector agropecuario -en particular del subsector agrícola-, ya que se estima que la cosecha de la campaña 2006/2007 podría superar en casi 20% las cifras del ciclo anterior. De confirmarse estas proyecciones impactarán favorablemente en el cálculo del PIB y de las exportaciones, en especial durante el segundo trimestre del año.

Por otra parte, observando el panorama económico de estos primeros meses del año desde el lado de la demanda global, se comprueba un comportamiento muy dinámico del consumo, si se considera, por ejemplo, que las ventas en supermercados a precios constantes experimentaron en marzo de 2007 -último dato disponible- un incremento de 17,5% con respecto a igual mes del año anterior. Las mejoras salariales y, en especial, la expansión del crédito al consumo, explican gran parte del citado incremento. También es comprobable, a su vez, que tal aumento del consumo impacta sobre el proceso inflacionario, en el contexto de un nivel de producción que no puede crecer a igual ritmo.

Con relación al debatido tema del superávit fiscal primario -esto es, antes del pago de intereses de la deuda pública- se verifica, efectivamente, que el gasto público está creciendo proporcionalmente más que la recaudación tributaria, inclusive teniendo en cuenta que esta última ha aumentado más de 30% en el primer trimestre del corriente año. El gasto público primario -siempre con referencia al Estado nacional- se expandió en dicho lapso a un ritmo cercano al 40%, siendo las erogaciones jubilatorias las de mayor incremento con 63%. En consecuencia, el superávit fiscal primario del primer trimestre de 2007 fue sólo 3,6% superior al de igual período del año anterior, esto es que disminuyó como proporción del PIB, aunque se mantiene por encima de los tres puntos porcentuales de este último.

De todas maneras, también cabe considerar que la recaudación impositiva crece fuertemente en el segundo trimestre del año por los vencimientos del impuesto a las ganancias. Además, el cambio en el régimen jubilatorio, al pasar de manera automática al sistema estatal a los nuevos trabajadores indecisos, a las personas próximas a jubilarse que estaban en el sistema de capitalización y tenían fondos acumulados inferiores a $ 20.000 y a los docentes, investigadores, jueces y diplomáticos que estaban afiliados a alguna AFJP, significará un ingreso adicional para el Estado que algunas proyecciones estiman en alrededor de $ 4.000 millones para el corriente año. Esta proyección, sin embargo, no exime de la necesidad de una evaluación sobre la sustentabilidad del sistema jubilatorio estatal en el mediano y largo plazo.

Otro aspecto que está siendo observado con atención es el referido al comportamiento del sector externo, más concretamente a la evolución del comercio exterior, ya que el superávit del intercambio disminuyó 24% en el primer cuatrimestre del año en curso con relación a igual período de 2006. La explicación se apoya en exportaciones creciendo al 10% anual, frente a importaciones que se incrementaron en 24%. Sin embargo, corresponde esperar las cifras de exportación de mayo y junio, meses en los cuales se comercializa la porción mas significativa de la cosecha gruesa y en los que incidirán positivamente tanto la mejor cosecha esperada como los altos precios internacionales de la soja y el maíz.

En definitiva, si bien se observan algunos elementos que deberán ser analizados con atención en su comportamiento coyuntural, no se evidencian alteraciones de tal magnitud como para inhibir la trayectoria de crecimiento sostenido del nivel de actividad, ni para impedir la vigencia de importantes superávit en los campos fiscal y externo, al menos a lo largo del presente año.

Evolución del balance de pagos

En el año 2006, según la información del INDEC, la cuenta corriente del balance de pagos arrojó un superávit de u$s 8.053 millones, monto superior en 25% al obtenido el año anterior, tomando los datos comparables.

La cuenta corriente comprende las transacciones de mercancías, servicios (servicios reales) y rentas (servicios financieros). El resultado de la cuenta corriente es un indicador básico de la solvencia de un país, motivo por el cual es observado con especial interés por los diversos agentes económicos, incluyendo los inversores del exterior.

Inversamente a los años precedentes, a partir de 2002 dicho resultado ha sido positivo, habiéndose situado en 2006 -al igual que en 2005- en un monto equivalente a 3,0% del producto interno bruto (PIB).

El mencionado incremento del superávit de la cuenta corriente reflejó las siguientes variaciones principales:

un aumento de 7% en mercancías (superávit del balance comercial), cuyo saldo positivo ascendió a u$s 13.976 millones;

una disminución de 22% en el déficit de servicios, el cual fue de u$s 1.057 millones, y

una baja de 7% en el saldo negativo de rentas, que alcanzó a u$s 5.362 millones.

El incremento del superávit en mercancías respondió a la diferente evolución de sus componentes:

las exportaciones de bienes valor FOB ascendieron a u$s 46.569 millones, con una suba de 15%, originada en aumentos de 8% en los precios y de 7% en los volúmenes físicos, y

las importaciones valor FOB sumaron u$s 32.593 millones, es decir, un alza de 19%, debido a incrementos de 17% en las cantidades y de 2% en los precios.

A su vez, el menor saldo negativo en servicios, reflejó un mayor aumento de los ingresos que de los egresos, destacándose el positivo comportamiento de las cuentas de viajes -debido a la incidencia del rubro de turismo- y de servicios empresariales varios. En cambio, fueron mayores los egresos netos en concepto de transportes y regalías.

En materia de rentas, se observó por una parte que el débito neto en utilidades y dividendos de la inversión extranjera directa por u$s 4.230 millones, implicó una suba de 31% respecto del año anterior. Este incremento reflejó el mayor nivel de actividad en el sector no transable internacionalmente de la economía y los mayores precios para el sector transable (principalmente en petróleo y cobre).

Los egresos netos en concepto de intereses alcanzaron en 2006 a u$s 1.132 millones, mostrando así una caída de 55% frente al monto del año precedente corregido por los efectos del canje de la deuda pública. Dicha reducción se explica por el mayor crédito (aumentos de la tasa de interés sobre los activos externos y de las reservas internacionales del Banco Central) y por el menor débito (ya no existen pagos de intereses al FMI).

Como resultado principalmente de los efectos del canje de la deuda pública en 2005 y de la cancelación de la deuda con el FMI en 2006, se redujo la participación de los intereses en el total del saldo negativo en las rentas (de 44% en 2005 a 21% en 2006), al tiempo que subió la incidencia de las utilidades y dividendos (de 56% en 2005 a 79% en 2006).

Por otro lado, cabe considerar la cuenta financiera del balance de pagos, la cual presentó en 2006 un egreso neto de u$s 5.730 millones, frente a un ingreso neto de 2.924 millones en 2005. Esta importante variación obedeció principalmente a lo siguiente:

el conjunto de sector público no financiero y Banco Central registró salidas netas por u$s 7.010 millones, a raíz básicamente de la cancelación de la deuda con el FMI por 9.530 millones realizada a comienzos de 2006, compensada parcialmente por colocaciones de títulos a no residentes;

el sector privado no financiero presentó un ingreso neto estimado en u$s 1.401 millones (monto que sería sustancialmente mayor si se consideraran los problemas de información existentes, incluidos en el rubro de “errores y omisiones” del balance), frente a un ingreso neto de 3.842 millones en 2005; el resultado de 2006 se explica por los ingresos de la inversión extranjera directa y de préstamos financieros y comerciales, parcialmente compensados por la formación de activos externos, y

el sector bancario (o sector financiero sin BCRA) mostró un egreso neto de u$s 121 millones, monto muy menor a la salida neta de 2005, originado en diversas variaciones de sus operaciones de depósitos, colocaciones de bonos y títulos y formación de activos externos.

Como resultado de todas las transacciones realizadas (incluyendo el rubro de errores y omisiones), durante el año 2006 el Banco Central incrementó sus tenencias de reservas internacionales en u$s 3.531 millones. A fin de 2006, las mismas totalizaron u$s 32.037 millones.