Sector Agropecuario

SITUACION

• Los precios internacionales de los granos se recuperaron, retomando su derrotero alcista, luego de la leve baja experimentada como consecuencia de la crisis financiera internacional.

• En el orden interno, la comercialización del trigo y los pronósticos de siembra de granos gruesos fueron temas que, junto a las disposiciones formuladas para la comercialización de carne, ocuparon la agenda, tanto del sector público como del privado, aunque no reunidos en torno a la misma mesa.

Inflación, seguridad alimentaria y exportaciones

Las autoridades económicas están empeñadas en mantener divorciados los precios internos de varios productos de importancia estratégica en la composición de la canasta familiar de las cotizaciones vigentes en el mercado internacional. El objetivo de esta separación -además del fiscal- es el de garantizar el abastecimiento del mercado interno defendiendo el poder adquisitivo de la población, que se vería sumamente erosionado si el precio de estos productos fuera el que surge de los de exportación.

Es el caso del trigo, producto de gran impacto en el precio del pan y de otros alimentos, su cotización ya había experimentado alzas significativas en la campaña pasada y en la presente marca sucesivos récords históricos desde fines de agosto, como consecuencia de una oferta global muy restringida y de la consecuentemente baja relación producción/consumo.

Distintas y variadas son las medidas que se mencionan como de posible adopción para la comercialización del trigo nuevo, cuya cosecha dará comienzo a principios de octubre.

La medida propiciada por molineros y productores consistiría en un incremento de las compensaciones que subsidian la producción de harina para el mercado interno, eliminando ahora el costo financiero provocado a los molinos por causa del lapso que transcurre desde la compra del trigo hasta el pago del subsidio por parte del Gobierno. Para ello sugieren la creación de un fondo.

Otra propuesta, proveniente de las empresas exportadoras, propicia un mecanismo alternativo que implicaría la concentración de la totalidad de las compras por parte de dichas empresas, que serían las encargadas de vender el trigo a los molinos harineros al precio fijado por el Gobierno.

No se descarta, tampoco, un incremento de los derechos de exportación. Por otra parte, se mantendría hasta noviembre el cierre del Registro de Declaraciones Juradas de Exportaciones del cereal, dispuesto desde marzo pasado.

Una de las consecuencias del cierre del Registro es la liberación por parte de Brasil de las importaciones de trigo, a través de la eliminación de los aranceles que gravan las importaciones del cereal proveniente de mercados extra-MERCOSUR. Cabe destacar que el mercado brasileño para el trigo argentino es de cuatro millones de toneladas, si se toman como referencia las ventas realizadas a ese país en 2006.

La producción argentina esperada para la campaña 2007/08 es de 14 millones de toneladas, de las cuales alrededor de cinco millones se destinarían a la producción de harina para el mercado interno. Las empresas exportadoras han limitado sus compras a la espera de la definición en torno a las reglas para la comercialización y en particular, ante las dudas generadas en torno a la fecha de reapertura del registro de exportaciones.

La cosecha de granos gruesos 2007/08

A tiempo para su aplicación, el Ministerio de Economía dispuso la suspensión temporal de los aranceles de importación de fertilizantes hasta el 30 de noviembre del corriente año.

La composición del área cultivada para la cosecha gruesa que se inicia es aún algo imprecisa debido a las señales del mercado internacional, que aunque con tendencia alcista, sufrieron importantes cambios en el último mes. A ello se agrega la incertidumbre acerca de la política de precios a regir en el momento de la comercialización de granos.

Mientras que para el maíz se esperaban precios elevados impulsados por la doble demanda -para alimentos y para combustibles-, precios que provocarían una expansión de 20% en el área cultivada respecto de la campaña 2006/07 en detrimento del cultivo de la soja, la última estimación del USDA -presentando una producción estadounidense mayor a la esperada- incrementó la estimación de stocks mundiales y contuvo las cotizaciones del cereal.

En cambio, la producción estimada de soja se contrajo, al igual que las existencias, causando una disparada de los precios que alcanzaron máximos absolutos.

A ello se agrega el salto experimentado por los precios del girasol, cuyos elevados niveles impulsarían su cultivo en las áreas tradicionales de las que había sido desplazado por las irrefutables ventajas de la soja.

En definitiva, las funciones de producción están abiertas y su resolución dependerá de las expectativas de precios futuros, de la ponderación que el sector le asigne al riesgo de precios políticos y a la habilidad del Gobierno para afinar los instrumentos en su empeño para contener el incremento de precios internos.

En este sentido, cabe destacar que siendo la soja un producto netamente de exportación por el cual el mercado interno no compite, la finalidad de las medidas en torno a su precio no tiene el doble propósito de recaudación fiscal y de regulación del nivel de precios internos.

PERSPECTIVAS

• La indeterminación de la siembra de granos gruesos induce a reflexionar acerca del eventual "boomerang" que podría presentarse como consecuencia del persistente mantenimiento de medidas no consensuadas. Tal sería el caso si como consecuencia de la aversión al riesgo derivado de precios regulados cuya compensación sea considerada baja o de cobro dificultoso, se redujera la producción de maíz. La posibilidad de tomar opciones en el mercado a término podría ser una forma de cobertura del mencionado riesgo, pero su uso es aún poco difundido.

• En materia ganadera comenzaron a expresarse las resistencias de actores de la cadena al reemplazo del actual sistema de comercialización de la carne vacuna en media res por el de cortes envasados previsto en el Plan Ganadero.