Informe Económico de Coyuntura

Nº 282 - Enero 2008 - AÑO 26

 ANALISIS GLOBAL

Perspectivas para 2008
El comercio internacional de servicios

Perspectivas para 2008

El nivel de actividad económica continúa su expansión con notable dinamismo, a juzgar por los datos del tercer trimestre del 2007, cuando el producto interno bruto (PIB) aumentó 8,7% con respecto a igual período del año anterior y acumuló una suba de 8,4% en los nueve primeros meses del año. En función de tal comportamiento, los analistas económicos -consultados por el Relevamiento de Expectativas de Mercado que compila el Banco Central- tienden a proyectar un crecimiento del PIB de 8,5% para el año 2007.

Además, en dicho relevamiento se estima un crecimiento del orden de 6,5% para 2008, tasa que señalaría el mantenimiento de un importante dinamismo productivo a lo largo del año que se inicia, aunque a un ritmo más moderado que el vigente durante el quinquenio 2003/2007. Las razones que pueden explicar tal desaceleración se vinculan tanto a comportamientos de carácter estructural como a otros más ligados a la necesidad de corregir ciertos desequilibrios específicos que se han observado en los últimos meses.

Las razones más estructurales se refieren a las diferencias en las fuentes del crecimiento vigentes en los primeros tramos de la salida de la crisis de 2001/2002, con respecto al escenario actualmente existente. En los primeros tiempos post crisis, la existencia de un elevado número de trabajadores desocupados y de una alta capacidad instalada de producción ociosa, generaban las condiciones para una rápida recuperación, si se apoyaban en una adecuada política económica.

En consecuencia, la recomposición de sólidos superávit en los planos fiscal y externo, el sostenimiento de un alto tipo de cambio real, la restructuración de la deuda pública y la creciente acumulación de reservas internacionales, crearon el ámbito propicio para alcanzar tasas de expansión económica superiores a 8% anual. En tal contexto, además, los estímulos a la demanda de bienes de consumo ayudaron a un mayor dinamismo productivo sin provocar presiones inflacionarias relevantes.

En la actualidad, sin embargo, con varios sectores operando al límite de su capacidad productiva y con indicadores de desocupación laboral claramente ubicados en niveles de un dígito, las fuentes del crecimiento pasan a estar más asociadas con incrementos de la productividad. En tal caso, los elementos principales son la inversión productiva y en infraestructura, la incorporación de tecnología y la capacitación laboral. Por lo tanto, bajo estas nuevas condiciones, es razonable proyectar tasas más moderadas de expansión del PIB.

Con relación a ciertos aspectos que podrían incidir en el ritmo de crecimiento económico, cabe analizar tanto el objetivo de elevar el superávit fiscal primario del Gobierno nacional, como el contenido de una eventual política antiinflacionaria.

El objetivo fiscal -además de la reciente suba de las retenciones a determinadas exportaciones- implicaría reducir el incremento actual del gasto primario a un nivel algo inferior al aumento de los ingresos del sector público. Ello significaría moderar la expansión del gasto en salarios estatales, jubilaciones, subsidios y erogaciones de capital, todo lo cual contribuiría a desacelerar el crecimiento de la demanda agregada.

Por otra parte, el reconocimiento de la existencia de un proceso que implica precios en alza y con el riesgo de acentuarse, establece la necesidad de diseñar una política antiinflacionaria que incluya, además, la restauración de la confiabilidad en los índices de precios elaborados por el Indec. Si el riesgo inflacionario persiste, se generan más dificultades para encauzar la discusión salarial y podrían también verse afectadas decisiones de inversión basadas en las rentabilidades futuras esperadas.

De todas maneras, las perspectivas para 2008 -no exentas de algunas dificultades-lucen favorables, como para proyectar la continuidad de un buen ritmo de crecimiento, consolidar los equilibrios macroeconómicos -fiscal, externo, monetario y cambiario- y con la posibilidad de prever un ritmo inflacionario dentro de un rango atenuado, levemente superior al 10% anual, según las últimas proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado.

OFERTA Y DEMANDA GLOBALES (*)

Concepto I´06 II´06 III´06 IV´06 2006 I´07 II´07 III´07
Producto Interno Bruto 8,8 7,7 8,7 8,6 8,5 8,0 8,6 8,7
Importaciones 17,8 6,8 20,2 17,1 15,4 20,6 18,9 19,0
Oferta y Demanda Globales 9,7 7,6 9,9 9,5 9,2 9,3 9,7 9,8
Consumo Privado 8,4 7,7 7,2 7,8 7,8 8,9 8,7 8,9
Consumo Público 8,3 5,8 3,1 4,5 5,2 6,4 7,0 8,4
Inversión Bruta Interna Fija 22,9 18,7 21,0 12,0 18,2 13,7 12,7 12,8
Exportaciones 6,4 4,0 6,2 12,8 7,3 9,0 8,7 8,6
(*) Variaciones porcentuales con respecto a igual período del año anterior. Estimaciones preliminares. // Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.

El comercio internacional de servicios

El comercio mundial de servicios ha acelerado su crecimiento en los últimos años, habiendo pasado de un total de u$s 1,5 billones en 2001 a un monto estimado cercano a los 3 billones en 2007.

Los países en desarrollo son en su mayor parte importadores netos de servicios y tienen una escasa presencia internacional, ya que aproximadamente 90% del comercio global se realiza entre países desarrollados.

En el caso de la Argentina, comparando el valor total de las exportaciones de servicios entre 2000 -récord anterior a la devaluación del peso- y 2006, se observa un significativo aumento de 51,2%, al haberse alcanzado en este último año un monto de u$s 7.166 millones.

En ese total se excluyen las regalías y los servicios del gobierno, sectores que no están incluidos en la “Lista de clasificación sectorial de los servicios” de la Organización Mundial de Comercio (OMC), según lo señalado por Joaquín Minaberrigaray, especialista de la Cancillería argentina.

Desagregando el total, se aprecia que los sectores que más han contribuido a incrementar el monto total de las exportaciones han sido los de servicios empresariales, profesionales y técnicos (con una suba de 359,1%), turismo (44,3%) y transporte aéreo, fletes y pasajes (95,3%).

Por otro lado, las importaciones totales de servicios han presentado una tendencia inversa, ya que disminuyeron de u$s 8.380 millones en 2000 a 7.331 millones en 2006, implicando una baja de 12,5%.

Esa disminución reflejó la fuerte reducción de las importaciones del sector de turismo (en casi u$s 1.400 millones), que cayeron 40,4% entre dichos años.

Como resultado de lo expuesto, el saldo negativo del balance comercial de servicios se redujo abruptamente, al descender de u$s 3.640 millones en 2000 a sólo 165 millones en 2006. Esta evolución respondió casi totalmente a las variaciones de dos sectores:

turismo (comprende aquí los viajes personales), que pasó de un déficit de u$s 1.486 millones en 2000 a un superávit de 718 millones en 2006 (explicando casi dos terceras partes de la mejora del saldo total), y

servicios empresariales, profesionales y técnicos, que pasó de un saldo negativo de u$s 279 millones en 2000 a uno positivo de 685 millones en 2006 (explicando casi una tercera parte).

En cambio, ha aumentado el déficit comercial en otros sectores, entre los cuales puede mencionarse al de transporte marítimo, fletes y pasajes (con un saldo negativo de u$s 785 millones en 2006), viajes de negocios (543 millones) y servicios de seguros (228 millones).

Siguiendo a Minaberrigaray, puede intentarse una primera aproximación a determinar los sectores de servicios en los que nuestro país es más competitivo, observando cuáles fueron los que presentaron un saldo comercial positivo en 2006, además de los dos principales mencionados:

servicios auxiliares al transporte (operaciones de carga y descarga, almacenamiento, embalaje, remolque y pilotaje, mantenimiento de equipos), con un superávit en 2006 de u$s 424 millones;

servicios de informática, con un saldo positivo de u$s 171 millones;

servicios de compraventa, con un superávit de u$s 57 millones;

otros sectores como servicios audiovisuales y espectáculos (u$s 31 millones), servicios postales (31 millones) y transporte terrestre (26 millones).

La sustancial mejora registrada por la Argentina en el intercambio comercial de servicios ha obedecido principalmente a la devaluación del peso y la consecuente variación de precios relativos, lo que fue acompañado por un aumento acelerado de la demanda externa. Además, ha jugado un importante papel la elevada calificación de los recursos humanos profesionales y técnicos.

Concluyendo, es importante subrayar que los sectores de servicios poseen un gran potencial para la generación de empleo, el ingreso de divisas, el aumento del valor agregado y la diversificación de productos y mercados de nuestras exportaciones.

EXPORTACIONES DE SERVICIOS DE LA ARGENTINA
(en millones de dólares)

Sectores 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Total 4.740 4.424 3.359 4.295 5.006 6.067 7.166
Turismo 1.893 1.776 1.058 1.337 1.790 2.245 2.732
Serv.empres.,prof.y técn. 286 399 557 721 888 1.129 1.313
Serv.aux.al transporte 629 560 374 421 474 561 606
Viajes de negocios 1.010 866 477 669 445 508 602
T. aéreo
(fletes y pasajes)
277 98 173 295 421 474 541
Servicios de informática 147 189 127 166 192 233 341
Transporte por carretera 96 97 98 119 168 198 224
Telecomunicaciones 139 130 116 122 124 170 199
Servicios de compraventa 36 38 75 114 120 176 196
Serv.audiov.y espect. 18 38 92 116 141 163 184
Otros sectores 208 235 212 215 244 211 227
Fuente: Minaberrigaray Joaquín:"El lugar de la Argentina en el comercio internacional de servicios", en "Comercio Exterior e Integración", revista del Centro de Economía Internacional (CEI), N º 8, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Buenos Aires, junio 2007.