Informe Económico de Coyuntura

Nº 283 - Marzo 2008 - AÑO 26

La escasez mundial de granos

A la doble demanda internacional de granos, tanto cereales como oleaginosas para alimentación humana y animal y para producción de biocombustible, se agregan factores adicionales que presionan al alza de los precios de los mismos: la importancia adquirida por estos productos como refugio de valor ante la crisis financiera internacional y la estrechez de la relación stock/consumo, como producto de una oferta que no crece al ritmo de la demanda.

El primero de estos factores otorga un grado de volatilidad que se agrega al factor climático, pero que en las actuales circunstancias se estima que no puede provocar caídas más allá del piso impuesto por, precisamente, los otros factores. El segundo, en cambio, no parece ofrecer un freno al alza, en tanto no se vislumbran grandes cosechas en ciernes capaces de ampliar los stocks y acrecentar esa relación.

El girasol y el trigo no fueron ajenos a esta presión de la demanda, hecho que se vio reflejado en la actividad nacional. La Argentina había logrado a noviembre de 2007 mayores ingresos por exportaciones de aceite de girasol que a igual fecha de 2006, a pesar de haber enviado volúmenes inferiores, obviamente como consecuencia de los elevados precios vigentes. De hecho, el precio FOB del aceite de girasol se incrementó entre esas fechas 137%.

Por su parte, el registro de declaraciones juradas de ventas al exterior de maíz y trigo fue abierto a fines del mes de enero después de haber permanecido cerrados durante largos meses: desde marzo, el primero y desde noviembre, el último. Lo ajustado de la oferta en relación a la demanda interna e internacional habían motivado el cierre. En el caso del trigo, incluso, la apertura se realizó cupificando los envíos, establecidos en un máximo de 400.000 toneladas mensuales, evidenciando que la producción alcanzada requería de una cuidadosa administración si se deseaba mantener abastecido el mercado interno prioritariamente. La consecuencia no deseada fue la eliminación por parte de Brasil -hasta el 30 de junio o hasta haber adquirido un millón de toneladas- del arancel externo común para la importación de trigo de países no integrantes del MERCOSUR. Ese país consideró que el trigo liberado por la Argentina podía resultar insuficiente para el abastecimiento de su mercado interno.

La tecnología contra la evasión

La Agencia de Recaudación de Buenos Aires dio a conocer la existencia de un elevado nivel de evasión por parte de propietarios de tierras de la provincia de Buenos Aires. Se trataría de 66% de propietarios que no pagan el impuesto a los ingresos brutos, al que se agregan aquellos que sólo pagan 60% de la tributación correspondiente. La evasión fue estimada por el titular de ese organismo en $ 1.000 millones. La estimación se realizó en base a una muestra de ocho mil terrenos ubicados en las zonas productoras más importantes de soja, trigo, girasol, maíz y sorgo. Imágenes satelitales de gran precisión proporcionadas por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales fueron la base de la estimación.

El precio relativo aceite/combustible

El 2007 se constituyó en el primer año en que la producción y las exportaciones de biodiésel cobraron significación económica a nivel nacional. Se exportaron en ese año 163.000 toneladas por un valor de u$s 135,3 millones.

Sin embargo, los últimos meses de 2007 pusieron en descubierto el hecho de que la conveniencia económica de producir biodiésel tiene no sólo como condicionante un elevado precio del petróleo que lo torne competitivo, sino que también tiene que hacerlo la relación de precios aceite/combustible. En efecto, en los mencionados meses y como consecuencia de la presión de la demanda china por el destino alimentario del aceite de soja, la relación de precios se tornó desfavorable a la producción del combustible. Así, mientras que la tonelada de aceite de soja en el mercado internacional superaba los u$s 1.000, las exportaciones declaradas de biodiésel se ubicaban en u$s 900 la tonelada, siendo el factor de conversión de aceite en combustible, de 1,14. La continuidad de la producción de biodiésel, cuyo destino casi excluyente es la exportación, fue posible merced al estímulo de los menores derechos de exportación que el mismo tributa. Mientras que el gravamen del aceite alcanza a 32%, el del biodiésel es de 2,5%.

La decisión que tendrán que adoptar las autoridades, de persistir esta relación invertida de precios y dado que el estímulo radica tan sólo en la franja impositiva diferencial, se basaría probablemente no sólo en factores puramente económicos, sino en una evaluación de carácter social que tenga en cuenta las inversiones realizadas y también la preferencia por el cuidado del ambiente.

La cadena ganadera

La inminencia de la finalización del período de vigencia de la normativa que rige la comercialización de carnes vacunas, prorrogada de diciembre a marzo del corriente año, ha motivado a los distintos actores a realizar propuestas para el sector. Todas ellas expresan como objetivo el crecimiento de la producción. Hasta el momento las autoridades parecen haber tomado la decisión de no innovar en materia de exportaciones, manteniéndose el cupo de 40.000 toneladas mensuales hasta tanto se reúna la Mesa de Ganados y Carnes. Dicha mesa es convocada por la SAGPyA.

La complejidad de la producción y comercialización de carnes, con múltiples actores -entre los que conviven pequeños y grandes productores, frigoríficos consumeros y exportadores, carniceros y supermercados-, parece impedir la adopción de medidas que gocen del conveniente consenso. Experiencias de otros países que como Uruguay son también fuertes consumidores y exportadores, no parecen ser fuentes de inspiración para el Gobierno argentino.