Informe Económico de Coyuntura

Nº 286 - Junio 2008 - AÑO 26

 MONEDA Y FINANZAS

SITUACION

El prolongado conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario generado a partir de la implantación de retenciones móviles comienza a provocar incertidumbre en los mercados financiero y cambiario.
El Banco Central ha debido intervenir no sólo vendiendo dólares para morigerar un aumento de la cotización de la divisa, sino también comprando títulos públicos con el fin de evitar una caída sustancial de sus precios.

Conflicto e incertidumbre

El conflicto entre el Gobierno y el campo detonado a partir del anuncio de la instrumentación de un sistema de retenciones móviles que recortaba la alta rentabilidad de la exportación sojera provocó, en un principio, aumento de precios de alimentos, a raíz del desabastecimiento.

La prolongación del conflicto comenzó a generar tensiones e incertidumbre en otros mercados como el cambiario, el financiero y el bursátil.

El mercado de divisas se vio afectado por varios factores que influyeron tanto por el lado de la oferta como del de la demanda.

La caída de las ventas al exterior en señal de protesta por parte de los productores agrícolas provocó un descenso en el ingreso de divisas, lo que se vio acentuado por un cierto retraimiento verificado en la entrada de dólares con destino a inversiones financieras de carácter especulativo.

Por el lado de la demanda de divisas, ésta se vio incrementada debido a que inversores desarmaban posiciones en títulos públicos o acciones para adquirir dólares, y algo similar ocurría con ahorristas que ante un vencimiento de un depósito a plazo fijo en pesos evitaban renovar la operación y preferían pasarse a dólares, lo que era de alguna manera incentivado por un nivel de tasas de interés, para ese tipo de imposiciones a plazo, claramente negativas en términos reales.

Como consecuencia de esta situación que se registraba en la plaza cambiaria, el Banco Central debió intervenir en varias jornadas vendiendo divisas tanto de contado como en el mercado a futuro, con el objetivo de tranquilizar las expectativas de aumento de la cotización del dólar que hubiera impactado más fuertemente sobre el nivel general de precios.

Para poner en contexto estas intervenciones de la autoridad monetaria en el mercado cambiario -a razón de hasta u$s 300 millones diarios- cabe destacar que el nivel de las reservas internacionales del BCRA se ubicaba a fin de abril en u$s 50.200 millones.

Tasas, depósitos y préstamos

Los síntomas más representativos de una cierta intranquilidad en el mercado financiero se notaron a partir del comportamiento de variables como la tasa de interés y los depósitos bancarios.

Las imposiciones a plazo fijo, el mejor termómetro en estas circunstancias, crecieron sólo 0,4% en abril y cayeron unos $ 1.500 millones en la primera semana de mayo, producto de la no renovación de operaciones a su vencimiento, pasando sus pesos a cuentas a la vista (cajas de ahorro y cuentas corrientes), o dolarizando sus saldos. En esas semanas se advirtió un leve crecimiento de los depósitos en dólares.

Las entidades financieras trataron de frenar esta pequeña pérdida elevando la tasa de interés que pagan a los ahorristas, alcanzando la BADLAR -para grandes sumas- un promedio de 11% anual y un máximo de 12,5%, lo que demuestra su insuficiencia en términos de garantizar alguna rentabilidad en términos reales.

Los bancos además aprovecharon la situación para subir la tasa de interés activa que pagan las empresas, a niveles de 16-17% anual.

En este contexto, el Banco Central también debió acudir a una suba de sus tasas de interés en sus operaciones con las entidades bancarias.

La tasa para pases pasivos, con la que remunera los depósitos de los bancos en el BCRA, subió de 8,25% a 9% anual. En esos momentos las entidades tenían depósitos por unos $ 5.000 millones colocados en el ente monetario.

En cuanto a la tasa para operaciones de pases activos, la que cobra el BCRA, subió de 10,25% a 11% anual para el plazo de 7 días.

Ante este panorama, cabe consignar que la base monetaria se encuentra en un nivel cercano a los $ 100.000 millones, en tanto que el indicador M2 (circulante más depósitos a la vista), utilizado por la autoridad monetaria para controlar su programa, se ubicaba en los $ 150.000 millones.

Evolución de bonos y acciones

Al advertir una prolongación del conflicto con el sector agropecuario, que forzó un recambio ministerial, y un cierto desborde del tema inflación, los inversores optaron por deshacer posiciones en títulos públicos y acciones.

Abril cerró con caídas importantes en las cotizaciones de los bonos, especialmente las nominadas en pesos, entre las que se destacaron la del Par con un descenso de 12,8% y la del Cupón PIB de alrededor de 10%.

Esta situación obligó al BCRA a intervenir en el mercado de títulos y forzó la suspensión de nuevas colocaciones por parte de la Tesorería.

PERSPECTIVAS

El problema inflacionario y el conflicto agrario obligarán a la autoridad monetaria, la Tesorería y la banca pública a intervenir de manera eficaz y coordinada en los mercados financieros para mantener la situación bajo control.
Ante esta perspectiva, y la necesidad de financiamiento adicional para que el sector público pueda cerrar sus cuentas, cobran importancia las negociaciones con el gobierno de Venezuela para una nueva colocación de títulos de deuda.