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El intercambio comercial entre la Argentina y Brasil tiene
un componente intra-industrial relevante. El mismo había alcanzado su punto más alto en
1998, luego cayó hasta alcanzar un mínimo en 2002 y, desde ese entonces, los montos de
comercio intra-industrial se han venido recuperando. No obstante, el patrón de
especialización intra-industrial parecería haberse modificado entre la década de los
'90 y la actual.
El objetivo de este trabajo consiste en evaluar los posibles vínculos entre la
especialización intra-industrial y el desempeño productivo de los sectores involucrados;
basándose en la hipótesis que la especialización resultante del comercio
intra-industrial redundará en mejoras en la productividad.
El comercio intra-industrial entre la Argentina y Brasil es relevante desde principios de
los noventa. Más aún, antes de la confirmación del MERCOSUR, el intercambio de
manufacturas entre la Argentina y Brasil mostraba un contenido significativo de comercio
intra-industrial. Hacia fines de los ochenta, algo menos de la mitad del comercio de
manufacturas era intra-industrial.
De todos modos, con el inicio del proceso de integración se profundizó este fenómeno.
Entre 1995 y 2000, el coeficiente de comercio intra-industrial entre la Argentina y Brasil
redondeó 60%. Si bien con la crisis el coeficiente se resintió, el año 2004 -último
registro de este informe- muestra un coeficiente superior al 50%.
El comercio total de manufacturas entre la Argentina y Brasil tuvo su pico en 1998 con
casi u$s 10,5 mil millones, de los cuales u$s 6,251 mil millones fueron intra-industria.
El mínimo del comercio total -del período que se está analizando (1992-2004)-
correspondió a 2002 con u$s 4,266 mil millones. Sin embargo, lo que merece destacarse de
este período es que el coeficiente de comercio intra-industrial mantiene un valor elevado
y bastante estable desde mediados de los noventa hasta 2004 superior al 50%.
A
modo de síntesis y conclusiones
El intercambio comercial entre la Argentina y Brasil tiene un relevante componente
intra-industrial (comercio de mercancías que se agrupan en una misma actividad
industrial). Esta especialización no es un fenómeno trivial. Desde fines de los ochenta,
al menos la mitad del intercambio de manufacturas entre ambos países era
intra-industrial. Si bien el intercambio de manufacturas tuvo su pico en 1998, luego de
2002 se han venido recuperando los montos de comercio intra-industrial.
El patrón de especialización intra-industrial parecería haberse modificado. En efecto,
el patrón de mediados de los dos mil difiere del observable a mediados de los noventa. En
la década pasada, el complejo automotriz era el que lideraba el intercambio de
manufacturas entre la Argentina y Brasil. Alrededor de la mitad del comercio -tanto total
como intra-industrial- era acaparado por el complejo automotriz.
Esta estructura se ha modificado significativamente en estos años del nuevo milenio: los
automotores representan un tercio del comercio. Productos Químicos ha irrumpido en el
intercambio bilateral, con niveles de comercio intra que superan el 70%. Esta actividad
manufacturera ha consolidado una especialización intra-industrial destacable.
La intención de este trabajo no ha sido examinar las fuentes de la especialización
intra-industrial, sino que el objetivo apuntó a indagar en los posibles vínculos entre
la especialización intra-industrial y el desempeño productivo en la hipótesis que la
especialización a que da lugar el comercio intra-industrial redundará en mejoras en la
productividad. Si bien la teoría ha sido un tanto parca en esta cuestión, nuestra
sospecha ha sido que la profundización de la especialización tiene que afectar el
desempeño de los sectores involucrados.
La especialización de la producción permitirá aprovechar las economías de escala
estáticas, la profundización de la división del trabajo y la especialización de la
mano de obra, como así también provocará ciertos cambios en la estructura interna de
las distintas actividades industriales.
Los diversos ejercicios econométricos realizados (mediante la técnica de panel de datos)
han confirmado nuestra hipótesis, aunque el fenómeno aparece con una intensidad
relativamente débil. Esto es, la especialización intra-industrial tiene un
efecto positivo sobre la productividad de la mano de obra , aunque el mismo no es de una
magnitud considerable.
Por el contrario, lo que hemos identificado como efecto Verdoorn-Kaldor (el aumento del
volumen de producción repercute positivamente sobre los niveles de productividad) tiene
una intensidad significativa, especialmente en la industria manufacturera brasileña. En
este caso, la expansión de la producción tendrá un efecto considerable sobre la
productividad. El efecto Verdoorn-Kaldor ha sido motivo de numerosos trabajos e
interpretaciones, aunque generalmente, está asociado a la presencia de economías de
escala, progreso técnico y modificaciones en la relación capital-trabajo, entre otros.
De todos modos, la expansión del volumen físico de la producción es consecuencia de
diversos factores, entre los que no están ausentes aquellos derivados de una mayor
especialización intra-industrial. Quizá, lo que haya que destacar a partir de los
resultados alcanzados, es que la especialización intra-industrial, inducida
-entre otras causas- por el proceso de integración regional ha favorecido una secuencia
virtuosa de mejora del desempeño manufacturero de los países involucrados.
La integración, a través del desmantelamiento de las restricciones al comercio entre los
países socios, permite acceder a un mercado ampliado con las consiguientes ganancias de
bienestar, especialmente por un grado mayor de especialización de la producción.
(1) Extracto del estudio de Jorge Lucángeli, publicado en ¨Boletín
Informativo Techint¨, Nº 325, Buenos Aires, enero-abril 2008. |
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