|
Una vez enviado al Congreso de la Nación la resolución
125, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley que, sobre la
base de mantener la movilidad del gravamen y de modificar las alícuotas máximas fijadas
en esa resolución, introdujo varias modificaciones que mejorarían los resultados
económicos de las pequeñas y medianas explotaciones productoras de soja y girasol.
Se propuso un régimen escalonado de reintegros a pequeños productores: los que
produjeran hasta 300 toneladas anuales recibirían compensaciones equivalentes a haber
pagado retenciones por el 30%; también recibirían compensaciones los productores de
hasta 1.500 toneladas, aunque sólo por 750. Se incluía en el régimen de reintegros a
monotributistas con facturación máxima de $ 750.000. A ello se agregaba el beneficio
otorgado con anterioridad, consistente en reintegros en concepto de flete a los
productores más alejados de los puertos.
Sin embargo, por razones distintas, las entidades del sector no se mostraron
satisfechas por las modificaciones. A las representativas de los productores más
grandes y capitalizados, por no considerar suficientes las modificaciones a los topes de
las retenciones; a la de los pequeños y medianos productores representados por la
Federación Agraria Argentina (FAA), por la falta de confianza en la efectivización de
los reintegros, habida cuenta de las dificultades presentadas con anteriores
compensaciones y por mantener la unidad de la mesa de enlace que expresa la unidad de las
cuatro entidades.
El rechazo del Senado al proyecto de ley de Diputados retrotrajo la situación al 10 de
marzo y por ende, a las retenciones fijas vigentes en ese momento y,
salvo medidas futuras que corrijan esa circunstancia, deja sin efecto los reintegros a los
productores de menor escala. El Decreto 1176, que anula las retenciones móviles, implica
la vigencia de los siguientes niveles de retención, independientemente
del precio y del volumen que se exporte: soja, 35%; girasol, 32%; trigo, 28%, y maíz,
25%.
Una estimación a mano alzada ubicaría en u$s 1.250 millones, el incremento de ingresos
para el sector gracias a la nueva situación, por la soja que aún conservan ensilada.
Otro efecto esperable de la derogación es la reapertura de los mercados de futuros.
Quedan, a partir de ahora, varios temas sin resolver, entre ellos, los modos de
adecuación de las retenciones a posibles cambios en las cotizaciones de los
granos y la problemática de los productores de menor escala son, en materia
agrícola, los más destacados.
En cuanto a la situación de pequeños y medianos productores, la FAA
plantea la segmentación de los productores, para que los que produzcan menos de 3.000
toneladas de soja o girasol paguen retenciones de entre 25% y 30%, reduciéndose las
alícuotas de los cultivos menos competitivos como el maíz y el trigo. Tal vez, el cambio
de titularidad que se produzca en la SAGPyA, con el posible nombramiento del titular y
entrada en operaciones de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar,
genere el ámbito adecuado para el diseño de políticas públicas
diferenciadas para este sector poblacional, no sólo en lo que se refiere a la producción
granaria sino, especialmente, a los productos que integran la canasta familiar, en los
que, precisamente, se especializan. |
|
Suspendidas las medidas de fuerza del ruralismo, las
necesidades de liquidez de los productores, asociadas a la frágil situación de los
campos para alimentar al ganado, hicieron que se incrementara la afluencia de
hacienda gorda al mercado, generando una significativa baja de los precios del
ganado. Sin embargo, es aún menos perceptible el traslado de ese descenso a los precios
al consumidor final.
En cuanto al comercio exterior de carnes, existen importantes
dificultades denunciadas por los frigoríficos, referidas a las demoras en ser otorgadas
las autorizaciones de exportación. En la actualidad esas autorizaciones dependen del
cumplimiento de una nueva norma (Resolución 42/08 de la ONCCA), que establece un encaje
productivo que obliga a los frigoríficos a respaldar las exportaciones con un 75% de
existencias almacenadas. Con esa modalidad se reemplaza la de limitar las exportaciones a
porcentajes relacionados con lo exportado en 2005. Las autoridades de aplicación son la
misma ONCCA y la Secretaría de Comercio.
De hecho, en los primeros cinco meses de 2008, los envíos al exterior cayeron 8% con
relación a igual período de 2007, agudizándose esa caída en el mes de junio. |