Informe Económico de Coyuntura

Nº 291 - Noviembre 2008 - AÑO 27

 SECTOR AGROPECUARIO

SITUACION

La evolución de los precios de los granos, la carne y la leche en el mercado internacional se ha constituido en un nuevo eje de preocupación para el sector, que se suma a los requerimientos de medidas de política agropecuaria de corto, mediano y largo plazo.
Un subsidio para los productores afectados por la sequía, especialmente para los más pequeños, fue la principal medida oficial adoptada. El anuncio se realizó en el marco del lanzamiento de la nueva Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, dependiente de la SAGPyA.

Demanda y oferta de medidas para el sector

Las entidades que representan a los productores agropecuarios volvieron a tomar una medida de fuerza, bajo la forma de un lock-out de comercialización de granos y carnes, como forma de presión para forzar a las autoridades a tomar una serie de medidas que solucionen diversos problemas que aquejan a la producción, sea a través de los costos, de los ingresos o de la comercialización.

Sus reclamos se refieren al nivel de las retenciones, cuya falta de movilidad las mantiene elevadas a pesar de la caída de los precios internacionales; a la vigencia de precios máximos que, para asegurar el abastecimiento del mercado interno, se desvincularon de los vigentes en los mercados internacionales; a la situación del sector lechero, con el que no se logra llegar a un acuerdo entre productores, industria y Gobierno para integrar un precio que conforme a la producción; a las restricciones a las exportaciones a través de trabas burocráticas y requisitos de difícil cumplimiento y prolongado tiempo de aprobación. Sus demandas se resumen en el pedido de la elaboración, con la participación activa del sector, de un plan de mediano y largo plazo tendiente al logro de las metas de producción que la propia SAGPyA se impuso y en el que las acciones de la coyuntura se inscriban con la debida coherencia.

Por su parte, el Gobierno nacional estudió la posibilidad de reducir el nivel de las retenciones a las exportaciones de trigo y maíz, pero finalmente la medida no se adoptó, posiblemente debido a las críticas circunstancias por las que atraviesa el mercado financiero internacional, con sus repercusiones sobre los precios de los productos básicos agropecuarios y por ende, sobre los ingresos fiscales. En cambio, la fuerte sequía que afectó los cultivos, fue motivo de atención del Gobierno, que asignó $ 230 millones para un plan de ayuda a los productores afectados, dándoles prioridad a los más pequeños.

La situación granaria

La sequía y el desestímulo a la actividad, producto de la combinación de la caída de precios, el nivel de las retenciones y el crecimiento de los costos de los insumos, hacen prever una contracción de la producción de trigo de la campaña 2008/09. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que la producción nacional del cereal será de unas 11 millones de toneladas, obtenidas a partir de una superficie cultivada de 4,4 millones de hectáreas, 25% menos que en 2007/08. Para esa campaña, la producción fue cercana a los 18 millones de toneladas.

El maíz requiere de la aplicación de un importante paquete tecnológico, que a los actuales precios del cereal resulta en un índice de costo-beneficio poco atractivo, por lo que se estima que el área destinada al cultivo caerá respecto de la temporada 2007/8, ubicándose en 3,5 millones de hectáreas frente a los 4 millones de la campaña pasada. El USDA prevé una producción argentina de maíz de unas 19 millones de toneladas frente a los 22 millones del ciclo anterior. Las hectáreas liberadas por el trigo, el maíz y el girasol -para el que también se espera una baja, en este caso de 10% respecto del período anterior-, se destinarán al cultivo de soja, de requerimientos tecnológicos muy inferiores.

El nivel de precios para el maíz y la soja es, al momento de escribirse este artículo, semejante al promedio de octubre de 2007. Sin embargo, la situación presenta grandes diferencias, tanto a nivel macroeconómico -las cuentas públicas- como a nivel micro. En el primer aspecto se contabilizan mayores gastos, con un menor ingreso absoluto por retenciones. A nivel micro, los costos de los insumos crecieron, según opinión de expertos en cerca de 60%, a lo que se agrega un nivel de retenciones superior, ya que para el caso de la soja, por ejemplo, regía 27,5%, frente a 35% actual.

Distribución de la cuota Hilton

Para la distribución de los cupos de exportación correspondientes al período julio 2008-junio 2009, de las 28.000 toneladas de carne que gozan de precios preferenciales en su destino, la Unión Europea, existía más de un criterio propuesto: uno era el de repartirla como premio a los que más vendieran al mercado interno, para lo que la distribución se haría a través de adelantos parciales, permitiendo de ese modo un mayor control sobre los embarques; el otro criterio, finalmente aplicado, consistente en su distribución más tradicional, era de acuerdo al desempeño histórico de los frigoríficos.

Cabe destacar que no basta con la asignación de los cupos para la concreción de los envíos, ya que dadas las actuales modalidades de control de las exportaciones, a cargo de la ONCCA, es necesaria la emisión de un ROE Rojo por parte de ese organismo para poder exportar.

Los productos cárneos no fueron la excepción en el fenómeno de derrumbe de los precios de productos agropecuarios. De hecho, los cortes de la cuota Hilton bajaron de u$s 20.000 la tonelada a un valor de entre u$s 12.000 y 15.000. En el otro extremo de calidad, el valor de la vaca conserva exportada a Rusia bajó de u$s 3.600 a 2.400 la tonelada.

Por otro lado, la rigurosidad de las medidas de control que llevan a una significativa demora en la aprobación de los ROE Rojos, aunada a la que establece un encaje de 75% de stock, produjeron un desplazamiento de la oferta hacia el mercado interno por parte de frigoríficos de exportación, sin que esta mayor oferta se expresara en una baja de los precios al consumidor final.

PERSPECTIVAS

Una mayor cosecha que la estimada en Estados Unidos, no permite esperar una recuperación de los precios de la soja y el maíz.
El Gobierno se verá obligado al mantenimiento de un fino equilibrio entre el estímulo a la producción y a las exportaciones, ya que por un lado, debe garantizar un piso al ingreso de divisas y por otro, necesita asegurar un nivel de recaudación para mantener el superávit fiscal. En este sentido, el tipo de cambio jugará un papel fundamental.

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