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Entre 2003 y 2007, el valor FOB de las exportaciones
argentinas aumentó un 86%, al ascender de u$s 29.939 millones a u$s 55.780 millones.
Todos los grandes rubros participaron, en diverso grado, de esta evolución, aunque fueron
las ventas de manufacturas de origen industrial (MOI) las que tuvieron una mayor
expansión, con una tasa de variación del 115%, en valores corrientes.
Este salto exportador se verificó en un contexto de modificaciones registradas en el
ámbito nacional e internacional. En el plano interno, la corrección de precios relativos
operada a comienzos de 2002 dio lugar, en un primer momento, a una reducción de las
importaciones e impulsó, a continuación, el crecimiento sostenido de las exportaciones,
al mismo tiempo que se verificaba un aumento paralelo en la demanda de consumo y de
inversión. Por consiguiente, el ciclo exportador de 2003-2007 está caracterizado por una
expansión simultánea de las demandas interna y externa, y no responde al patrón de
aumento de saldos exportables, que ocurre como reacción frente a una caída de la
actividad económica.
Además, desde sus comienzos, las cuentas externas arrojaron un elevado superávit
comercial, que se mantiene hasta nuestros días. En 2003, el excedente fue de u$s 16.088
millones y en los años posteriores (2004-2007) registró, con oscilaciones, un nivel
promedio de u$s 11.800 millones. Estos valores han permitido que la economía y, sobre
todo, el sector industrial, se desenvolviera en una fase expansiva muy prolongada sin la
aparición de la restricción externa, esto es, de la escasez de divisas que,
invariablemente, surgía como un límite en los anteriores ciclos de aumento del PIB.
Otro elemento que distingue la actual situación es el nivel del tipo de cambio real. En
experiencias anteriores, con el correr del tiempo, el valor del tipo de cambio tendía a
erosionarse por la acción de la inflación interna. A diferencia de esos casos, en
2003-2007, la paridad se mantuvo en niveles elevados. Aun cuando el tipo de cambio real
frente al dólar ha disminuido, el tipo multilateral presenta un nivel constante desde
2003.
Este estudio toma en cuenta todas las exportaciones, pero presta especial atención al
análisis de las MOI, dado su dinamismo y su importancia en términos del aumento del
empleo y de las inversiones.
Conclusiones
El crecimiento de las exportaciones argentinas verificado entre 2003 y 2007 se expresó
tanto en aumentos en el valor FOB como en los volúmenes embarcados. Asimismo, el presente
ciclo tuvo lugar en el contexto de una expansión de la producción industrial y de las
cosechas agrícolas y de subas del empleo, las inversiones y la productividad
manufacturera.
En el sector industrial, el salto exportador abarcó a la totalidad de las ramas
productivas. Este hecho confiere una característica distintiva al período actual, que no
se ha visto impulsado, en ninguna fase del mismo, por la retracción de la demanda interna
de consumo o de inversión, sino que coexistió con tasas de crecimiento del PIB, que se
ubicaron entre el 8,5% y el 9%, entre 2003 y 2007.
La circunstancia de que la expansión exportadora haya abarcado a la totalidad de las
ramas manufactureras MOA y MOI pone de manifiesto que el proceso atravesado en estos años
se encuentra lejos de modelos del tipo de plataformas de exportación. En estos modelos,
las ganancias de productividad benefician, en forma directa, a las ramas que operan para
el mercado mundial pero tienden a difundirse con ritmos mucho más lentos al resto del
tejido productivo. En la actual experiencia argentina, la gran mayoría de las ramas
industriales ha ganado terreno en el mercado internacional y ello trajo consigo la
necesidad de encarar inversiones a fin de incrementar la oferta exportable y de adecuarla
a las mayores exigencias de los compradores del exterior, en términos de calidad y de
costos.
Estas condiciones están reflejadas, también, en la asociación positiva que se verifica
entre la producción exportada en volúmenes y la productividad manufacturera. Por otra
parte, en estos años ha crecido el número de PyMEx y ello implica que aquellos efectos
positivos se trasladaron también a las firmas de menor porte relativo.
Aun cuando el crecimiento exportador haya sido generalizado, se observa que algunos
sectores han tenido un mayor protagonismo. Dentro de las MOI, se incrementó la rama
mecánica, en particular, la automotriz. Tal tendencia guarda relación con la
recuperación del proceso de inversiones por parte de las terminales y, asimismo, con su
estrategia de convertir al Mercosur -en particular, Brasil y la Argentina- en un proveedor
de vehículos para América Latina y países de otras regiones. Sin embargo, en todas las
ramas importantes se observan aumentos de la capacidad productiva y de las exportaciones
físicas. Tal es el caso de la química y la petroquímica, en la cual aparecen nuevos
productos comercializados en el exterior. También ocurre en la siderurgia y en el
aluminio, en las cuales entrarán en funcionamiento nuevas plantas productivas.
La comparación entre la productividad y las exportaciones físicas, ha puesto de
manifiesto la existencia de trayectorias de distinto tipo. El mejor desempeño alcanzó al
sector mecánico y automotriz, que en 2007 dio cuenta de más de un tercio de las MOI
exportadas, con incrementos muy importantes de productividad y de volúmenes enviados al
exterior. Asimismo, existe un conjunto heterogéneo de ramas en el cual se verifica una
relación positiva entre aquellas dos variables., También se observa un sector más
reducido en la mecánica, en el cual se lograron subas exportadoras y mejoras muy
sustanciales de la productividad. Por último, en algunos sectores, como la metálica
básica, aquella asociación positiva no se verificó, por la gran demanda interna de esas
producciones y por restricciones de la oferta productiva.
Dentro de las MOA, el complejo oleaginoso mantiene su gravitación. Pero, se ha registrado
un crecimiento paralelo de producciones con mayor valor agregado, que ganan terreno en los
mercados del exterior. Muchas de estas producciones son de tipo regional y están
radicadas, preferentemente, en el área central, en Cuyo y en el NOA.
Un rasgo particular del avance de las MOA y de las MOI ha sido el papel jugado por los
mercados latinoamericanos. En la mayoría de estos países se registran aumentos de los
envíos en dólares corrientes y de las cantidades físicas y, también, una mayor
inserción de nuestra producción en esos mercados. Esto último es más acentuado en los
países limítrofes, pero también nuestra una firme expansión en Venezuela, en base a la
firma de diversos acuerdos de cooperación. Por otra parte, el marco del Mercosur se ha
visto consolidado por convenios con nuevos países, que amplían el horizonte de
integración comercial y productiva regional.
(1) Extracto del estudio publicado en ¨Síntesis de la Economía Real¨,
Nº 57, de la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa de la
Nación, Buenos Aires, septiembre de 2008. |
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