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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 294 - Marzo 2009 - AÑO 27 |
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La dimensión de la crisis económica |
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El escenario económico internacional continúa mostrando un
notable deterioro de la situación productiva, a tal punto que se considera que estamos en
presencia de la crisis de mayor envergadura desde la registrada a principios de la década
de los treinta. El producto interno bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo 3,8%
interanual en el último trimestre de 2008 y una situación recesiva también se verifica
en la Unión Europea y en Japón (donde el PIB se contrajo 12,7% interanual en el IV
trimestre de 2008).
Las últimas proyecciones del FMI -sistemáticamente corregidas a la
baja- señalan que el crecimiento mundial en 2009 sería de sólo 0,5%.
Dicho incremento es el resultante de prever una contracción promedio de 2% en las
economías avanzadas, un incremento de 1,1% en Latinoamérica y una expansión de 5,5% en
los países asiáticos.
Por su parte, el nuevo gobierno de Estados Unidos logró finalmente -y no sin
dificultades- la aprobación de un plan de estímulo fiscal cercano a los u$s 800.000
millones, destinado en su gran mayoría a obra pública y a reducciones impositivas. Este
plan se suma a uno anterior de salvataje financiero, que podría derivar en la creación
de una entidad que absorba los activos tóxicos que posee el sistema bancario.
A nivel regional, un dato categórico de la magnitud de la crisis es el desplome de la
producción industrial en Brasil, ya que en diciembre último cayó más de 12% con
relación al mes precedente. Esta circunstancia, provocada por la caída de la demanda
mundial, ha llevado al gobierno brasileño a plantear sus objeciones a disposiciones
proteccionistas adoptadas por Estados Unidos y hasta su malestar frente a ciertas medidas
comerciales adoptadas por el gobierno argentino.
En cuanto al comportamiento del nivel de actividad local, la información estadística
muestra una fuerte desaceleración -y en algunos casos contracción- del desempeño
productivo desde los últimos meses de 2008. Los primeros datos, muy provisionales aún,
sobre la evolución del PIB en el IV trimestre de 2008 presentan una disminución
de 0,3% con respecto al trimestre inmediato anterior.
En la industria manufacturera, a su vez, las cifras de enero del corriente año dan cuenta
de una caída de 4,6% con relación a igual mes de 2008. A nivel de ramas industriales, en
igual comparación, los descensos más significativos se observan en la producción
automotriz (-49,3%) y en acero crudo (-29,3%). Como comentario más general, puede
señalarse que las ramas industriales más afectadas son las que elaboran bienes de
consumo durables y/o destinan un porcentaje significativo de su producción a los mercados
mundiales.
El impacto de la crisis sobre le economía argentina también empieza a reflejarse en el
comportamiento del comercio exterior. Si bien el año 2008 en su conjunto mostró cifras
récord, tanto en concepto de exportaciones como de importaciones y de superávit
comercial, los registros de diciembre último señalan caídas interanuales de 24% en las
ventas externas y de 11% en las compras desde el exterior.
Tal comportamiento decreciente expresa, por un lado, una contracción de los volúmenes
comercializados, pero fundamentalmente una reversión de los términos del
intercambio -relación entre los precios de exportación y de importación- que tomaron
valores negativos en el último mes de 2008, después de haber actuado muy
favorablemente para el comercio exterior argentino en los últimos años. El dato es
relevante para el balance de divisas, si tal deterioro en dicho indicador persistiera a lo
largo del presente año.
En concreto, los guarismos señalan que la economía argentina entró en una fase
contractiva o, en el mejor de los casos, sufre una brusca desaceleración en el ritmo de
actividad económica y en el intercambio comercial externo. De todas maneras, corresponde
advertir que la verdadera dimensión de la crisis no es, en la actualidad, cuantificable
con alguna precisión. Y las razones que impiden obtener conclusiones más estrictas son
de variada naturaleza.
En primer lugar, por la creciente pérdida de fiabilidad en los indicadores que suministra
el Indec, desconfianza que ya no solo se limita a la medición de la inflación sino que
también se extiende a ciertos indicadores sobre el nivel de actividad. En segundo lugar,
porque en los meses de verano también intervienen factores estacionales, vinculados con
vacaciones, paradas técnicas, etc. Y finalmente, porque la velocidad de profundización
de la crisis puede hacer que la información correspondiente a lo acontecido hace uno, dos
o tres meses atrás no esté mostrando la realidad del presente.
En definitiva, siendo innegable la comprobación de que existe una tendencia recesiva, es
más complejo anticipar la real magnitud de la crisis y su duración en el tiempo a escala
nacional e internacional. |
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El intercambio comercial con Brasil |
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En 2008, según el Indec, las exportaciones argentinas al
mercado brasileño sumaron u$s 13.378 millones, subiendo así 28% respecto del año
anterior, mientras que las importaciones de Brasil fueron de 17.979 millones, con un
aumento de 23%. Por tanto, el saldo resultante fue negativo para nuestro país en 4.601
millones, 15% más que en 2007.
De ese modo, Brasil continúa siendo el principal socio comercial de la Argentina, siendo
en 2008 el destino de 19% de nuestras exportaciones y el origen de 31%
de las importaciones.
Del otro lado, para las exportaciones de Brasil la Argentina constituye el segundo
principal destino (detrás de Estados Unidos), en tanto que entre los proveedores del
mercado brasileño nuestro país ocupa el tercer lugar (después de Estados Unidos y de
China). En este último aspecto, la Argentina ha sido desplazada del segundo lugar por el
país asiático, habiendo descendido su participación en las importaciones brasileñas
totales de 8,6% en 2007 a 7,7% en 2008.
Los principales productos exportados por nuestro país a Brasil (si bien
hay algunas diferencias entre períodos por cambios de precios) tomados por su valor
absoluto, son los del complejo automotor, derivados del petróleo, trigo y productos
químicos. Asimismo, los principales productos importados de Brasil son
los del complejo automotor, aparatos de telefonía celular, fuel oil, productos
siderúrgicos, tractores y diversos bienes de capital.
En los últimos meses se observó una importante reducción del comercio bilateral,
confirmándose así que las ventas argentinas tienen una correlación directa con la fase
de expansión del ciclo económico de Brasil y viceversa, quedando con
una influencia mucho menor la evolución del tipo de cambio bilateral. En efecto, la
desaceleración (o contracción) de la actividad económica en cada país se reflejó en
una desaceleración (o contracción) de sus importaciones desde el otro país.
Esto último se registró claramente en el intercambio bilateral de noviembre y diciembre
de 2008, mes este último en que las exportaciones argentinas cayeron 34% interanual y las
importaciones lo hicieron en 22%.
Ya en enero del corriente año, las colocaciones argentinas en el mercado
brasileño sumaron u$s 608 millones -el menor monto desde abril de 2006-, representando
una baja interanual de 46,1%. A su vez, las compras desde Brasil alcanzaron a 641 millones
-el menor valor desde enero de 2005-, implicando una caída de casi 51%.
En consecuencia, el resultado comercial de enero fue deficitario para nuestro país en u$s
33 millones, monto inferior en 80,9% al observado en igual mes del año anterior y
constituyendo el quinto mes consecutivo de reducción interanual del déficit. El saldo
negativo de enero es el menor observado desde que se cuenta con déficit en el intercambio
bilateral, es decir, desde hace 68 meses consecutivos.
A fin de evitar la subfacturación y el dumping de importaciones -y para preservar los
niveles de producción local y el menor superávit comercial esperado-, el Gobierno
argentino aumentó la lista de productos sujetos a licencias no automáticas de
importación, a lo cual se agregó el aumento de los precios de referencia (o
valores criterio) para la importación de 800 productos.
Ante la desaceleración de su actividad económica y el hecho de que en enero registrara
el primer déficit de su balance comercial desde marzo de 2001, las autoridades
brasileñas decidieron por su parte poner en vigencia licencias previas para importar una
gran cantidad de productos, medida que sin embargo fue anulada rápidamente, debido a la
oposición de los países del Mercosur y de sectores industriales brasileños.
Dada esta conflictiva situación, a mediados de febrero se realizó en Brasilia una
reunión interministerial amplia, al fin de la cual la representación argentina confirmó
la continuidad de las medidas comerciales adoptadas, en tanto que las autoridades
brasileñas expresaron que su país prefiere no adoptar medidas de reciprocidad.
Ante la falta de acuerdo, se decidió la creación de una comisión o grupo de
trabajo especial y urgente, que se reunirá el 4 de marzo en Buenos
Aires a fin de tratar de revitalizar el comercio bilateral y evitar daños mutuos, entre
otras cuestiones. |
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