Informe Económico de Coyuntura

Nº 298 - Julio 2009 - AÑO 28

 ANALISIS GLOBAL

Los desafíos económicos del segundo semestre
Evolución del balance de pagos

Los desafíos económicos del segundo semestre

El escenario de la crisis mundial que se inició en Estados Unidos en 2007 con el problema de las hipotecas subprime y se agudizó fuertemente con la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, parece ir encontrando un piso en su evolución. Los incrementos, modestos todavía, de las ventas minoristas y de la confianza del consumidor, por ejemplo, estarían indicando la posibilidad de una reversión de las tendencias negativas hacia la segunda mitad del corriente año. Esta perspectiva puede ser más probable, en el corto plazo, para Estados Unidos, los países asiáticos y las economías emergentes, que para Europa, donde la crisis tendría efectos más prolongados.

En este contexto, se observa menos presión sobre el dólar y los bonos del Tesoro estadounidense como refugio de valor frente a la incertidumbre y comienzan a expresarse otras opciones como alternativas financieras. Ante tal situación, se manifiesta una mejora en los precios de los commodities, que beneficia a la economía argentina por el lado de los productos agrícolas, en particular, por la cotización de la soja.

El comercio exterior argentino no ha sido inmune a la violenta caída del intercambio mundial, pero ha logrado sostener un superávit significativo en los primeros cinco meses del año, como consecuencia de una reducción de las importaciones (40%) sensiblemente superior al deterioro de las exportaciones (-21%). Es más, el superávit del período enero-mayo llegó a algo más de U$S 8.300 millones, superando en 63% el saldo positivo de igual lapso de 2008.

De todas maneras, el superávit del comercio exterior debe ser observado desde otras perspectivas para tener una evaluación más consistente. En primer lugar, corresponde señalar el significativo flujo de divisas demandado por el público en general con fines precautorios, ante un panorama de extendida incertidumbre y/o frente a la posibilidad de un salto devaluatorio en un futuro cercano. Al respecto, las cifras son contundentes, si se considera que a lo largo del año 2008 la fuga de capitales ascendió a unos u$s 23.000 millones y para el primer trimestre del año en curso se estima un monto de U$S 5.600 millones aproximadamente.

Otra lectura que se desprende de los guarismos del comercio exterior es que la fuerte contracción de las importaciones se corresponde con una caída del nivel de actividad económica y del volumen de inversiones, además de las diversas restricciones que se han impuesto a las compras en el exterior. La conclusión se desprende al observar que las mayores caídas corresponden a las importaciones de bienes de capital y bienes intermedios y las menores a bienes de consumo (excluidos los vehículos automotores de pasajeros).

De todos modos y en cuanto a la evolución del nivel de actividad, existe una importante discrepancia -como en otros indicadores- entre las cifras oficiales y las consignadas por algunos cálculos privados. Así, por ejemplo, un reciente informe del Indec señala que el producto interno bruto (PIB) se expandió 2% en el primer trimestre del corriente año, frente a igual período del año anterior. En cambio, algunas estimaciones privadas indican una contracción superior a 4% para igual comparación. Hay coincidencia, sin embargo, en que frente a la crisis han sido más vulnerables los sectores productores de bienes que los productores de servicios y, también, en que la caída de las inversiones ha sido significativa (el Indec registra una baja interanual de 14,2% en el primer trimestre).

Obviamente, el menor ritmo de actividad económica y de los flujos del comercio exterior también está impactando en los recursos fiscales; esto es, en la recaudación tributaria. En los primeros cinco meses del año en curso la recaudación experimentó un aumento del orden de 15% interanual, mientras que en igual período de 2008 los ingresos crecían a una tasa de 40%. Además, el incremento de la recaudación en 2009 se explica, en gran medida, por el crecimiento muy significativo (56,9%) de los ingresos por la seguridad social, a raíz del traspaso de los afiliados al sistema de capitalización.

Por cierto, la desaceleración de los ingresos tributarios y el sostenimiento de un fuerte incremento del gasto público -en particular el destinado a la obra pública- están provocando una reducción significativa del superávit fiscal primario, que en mayo último resultó 85% inferior al contabilizado en igual mes del año pasado. Ante las restricciones del acceso a fuentes de financiación alternativas, todo parece indicar que debería moderarse sensiblemente el aumento del gasto público en la segunda mitad del año.

En definitiva, la recuperación de un sólido superávit fiscal primario y la creación de condiciones de mayor certidumbre que posibiliten morigerar la fuga de capitales y alentar la inversión productiva, se visualizan como los principales desafíos económicos en el corto plazo. Una superación gradual de la crisis internacional también podría contribuir a restablecer mayores niveles de actividad económica y de flujos del comercio exterior.

Evolución del balance de pagos

De acuerdo a las recientes estimaciones del Indec, en el primer trimestre del año la cuenta corriente del balance de pagos presentó un superávit de u$s 1.470 millones, monto inferior en 12% al obtenido en igual período de 2008.

Cabe señalar que a partir de 2002 la cuenta corriente viene arrojando saldo positivo, siendo esto relevante por constituir un indicador básico sobre la solvencia de un país. En el año 2008 el superávit fue equivalente a 2,6% del producto interno bruto, según datos del Banco Mundial.

La evolución del saldo de la cuenta corriente reflejó las siguientes variaciones principales respecto del primer trimestre del año anterior:

un incremento de 2% (tomando las importaciones a precios FOB) en el superávit comercial -cuenta mercancías-, el cual fue de u$s 3.912 millones;

una reducción de 48% en el déficit de servicios, el que alcanzó a u$s 144 millones;

un aumento de 20% en el déficit de la cuenta rentas, el cual ascendió a u$s 2.338 millones.

El incremento del superávit comercial respondió a una disminución de las exportaciones (-26%) en menor medida que la caída de las importaciones (-35%), afectadas éstas principalmente por la menor actividad económica interna y, en menor cuantía, por las restricciones instrumentadas por las autoridades.

Más específicamente, mientras que la reducción del valor de las exportaciones se debió tanto a menores cantidades como a precios inferiores, la baja de las importaciones reflejó casi exclusivamente los menores volúmenes.

Dentro del déficit de servicios, se destacaron los menores egresos en concepto de transportes (dada la caída de los volúmenes comerciados) y los menores ingresos de la cuenta viajes (por la contracción del turismo receptivo).

El mayor déficit de rentas se explica por un egreso neto de intereses mayor en 108%, acompañado por una salida neta de utilidades y dividendos superior en 5%. El egreso neto en concepto de utilidades y dividendos representó 73% del déficit de la cuenta rentas.

Por otro lado, la cuenta financiera arrojó un egreso neto de u$s 1.850 millones, frente a un ingreso neto de 717 millones en el primer trimestre de 2008.

Esa fuerte reversión del saldo se debió exclusivamente al comportamiento del sector privado no financiero, que tuvo egresos netos por 3.627 millones -frente a ingresos netos por 971 millones en el primer trimestre de 2008-, debido principalmente a la formación de activos externos por parte de residentes. Esa salida de capitales fue compensada parcialmente por ingresos netos del sector público -incluido el Banco Central- por 1.653 millones e ingresos netos del sector financiero por 124 millones.

Como resultado de todas las transacciones realizadas (incluyendo el rubro de errores y omisiones), durante el primer trimestre del corriente año el Banco Central aumentó sus tenencias de reservas internacionales en u$s 123 millones, compuestos por 267 millones resultantes de las transacciones y un efecto negativo de 144 millones por las variaciones de las paridades entre monedas. A fin del primer trimestre de 2009, dichas reservas sumaron u$s 46.509 millones.

ESTIMACIONES DEL BALANCE DE PAGOS (En millones de dólares)

Primer trimestre

2008

2009

Cuenta corriente

1.676

1.470

Mercancías

3.827

3.912

Servicios

-275

-144

Rentas

-1.946

-2.338

Transferencias corrientes

70

40

Cuenta capital y financiera

761

-1.831

Cuenta capital

44

19

Cuenta financiera

717

-1.850

Sector bancario

253

1.810

Sector público no financiero

-508

-33

Sector privado no financiero

971

-3.627

Errores y omisiones netos

1.089

628

Variación de reservas internacionales

3.526

267

Fuente: INDEC.