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El escenario de la crisis mundial que se inició en Estados
Unidos en 2007 con el problema de las hipotecas subprime y se agudizó fuertemente con la
quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008, parece ir encontrando un piso en su
evolución. Los incrementos, modestos todavía, de las ventas minoristas y de la confianza
del consumidor, por ejemplo, estarían indicando la posibilidad de una reversión
de las tendencias negativas hacia la segunda mitad del corriente año. Esta
perspectiva puede ser más probable, en el corto plazo, para Estados Unidos, los países
asiáticos y las economías emergentes, que para Europa, donde la crisis tendría efectos
más prolongados.
En este contexto, se observa menos presión sobre el dólar y los bonos del Tesoro
estadounidense como refugio de valor frente a la incertidumbre y comienzan a expresarse
otras opciones como alternativas financieras. Ante tal situación, se manifiesta una
mejora en los precios de los commodities, que beneficia a la economía argentina por el
lado de los productos agrícolas, en particular, por la cotización de la soja.
El comercio exterior argentino no ha sido inmune a la violenta caída del intercambio
mundial, pero ha logrado sostener un superávit significativo en los primeros
cinco meses del año, como consecuencia de una reducción de las importaciones
(40%) sensiblemente superior al deterioro de las exportaciones (-21%). Es más, el
superávit del período enero-mayo llegó a algo más de U$S 8.300 millones, superando en
63% el saldo positivo de igual lapso de 2008.
De todas maneras, el superávit del comercio exterior debe ser observado desde otras
perspectivas para tener una evaluación más consistente. En primer lugar, corresponde
señalar el significativo flujo de divisas demandado por el público en general con fines
precautorios, ante un panorama de extendida incertidumbre y/o frente a la posibilidad de
un salto devaluatorio en un futuro cercano. Al respecto, las cifras son contundentes, si
se considera que a lo largo del año 2008 la fuga de capitales ascendió a unos u$s 23.000
millones y para el primer trimestre del año en curso se estima un monto de U$S 5.600
millones aproximadamente.
Otra lectura que se desprende de los guarismos del comercio exterior es que la
fuerte contracción de las importaciones se corresponde con una caída del nivel de
actividad económica y del volumen de inversiones, además de las diversas
restricciones que se han impuesto a las compras en el exterior. La conclusión se
desprende al observar que las mayores caídas corresponden a las importaciones de bienes
de capital y bienes intermedios y las menores a bienes de consumo (excluidos los
vehículos automotores de pasajeros).
De todos modos y en cuanto a la evolución del nivel de actividad, existe una importante
discrepancia -como en otros indicadores- entre las cifras oficiales y las consignadas por
algunos cálculos privados. Así, por ejemplo, un reciente informe del Indec señala que
el producto interno bruto (PIB) se expandió 2% en el primer trimestre del corriente año,
frente a igual período del año anterior. En cambio, algunas estimaciones privadas
indican una contracción superior a 4% para igual comparación. Hay coincidencia, sin
embargo, en que frente a la crisis han sido más vulnerables los sectores productores de
bienes que los productores de servicios y, también, en que la caída de las inversiones
ha sido significativa (el Indec registra una baja interanual de 14,2% en el primer
trimestre).
Obviamente, el menor ritmo de actividad económica y de los flujos del comercio
exterior también está impactando en los recursos fiscales; esto es, en la
recaudación tributaria. En los primeros cinco meses del año en curso la recaudación
experimentó un aumento del orden de 15% interanual, mientras que en igual período de
2008 los ingresos crecían a una tasa de 40%. Además, el incremento de la recaudación en
2009 se explica, en gran medida, por el crecimiento muy significativo (56,9%) de los
ingresos por la seguridad social, a raíz del traspaso de los afiliados al sistema de
capitalización.
Por cierto, la desaceleración de los ingresos tributarios y el sostenimiento de un fuerte
incremento del gasto público -en particular el destinado a la obra pública- están
provocando una reducción significativa del superávit fiscal primario, que en mayo
último resultó 85% inferior al contabilizado en igual mes del año pasado. Ante las
restricciones del acceso a fuentes de financiación alternativas, todo parece indicar que
debería moderarse sensiblemente el aumento del gasto público en la segunda mitad del
año.
En definitiva, la recuperación de un sólido superávit fiscal primario y la
creación de condiciones de mayor certidumbre que posibiliten morigerar la fuga de
capitales y alentar la inversión productiva, se visualizan como los principales desafíos
económicos en el corto plazo. Una superación gradual de la crisis internacional
también podría contribuir a restablecer mayores niveles de actividad económica y de
flujos del comercio exterior. |
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De acuerdo a las recientes estimaciones del Indec, en el
primer trimestre del año la cuenta corriente del balance de pagos
presentó un superávit de u$s 1.470 millones, monto inferior en 12% al obtenido en igual
período de 2008.
Cabe señalar que a partir de 2002 la cuenta corriente viene arrojando saldo positivo,
siendo esto relevante por constituir un indicador básico sobre la solvencia de un país.
En el año 2008 el superávit fue equivalente a 2,6% del producto interno bruto, según
datos del Banco Mundial.
La evolución del saldo de la cuenta corriente reflejó las siguientes variaciones
principales respecto del primer trimestre del año anterior:
un incremento de 2% (tomando las importaciones a precios
FOB) en el superávit comercial -cuenta mercancías-, el cual fue de u$s
3.912 millones;
una reducción de 48% en el déficit de servicios, el
que alcanzó a u$s 144 millones;
un aumento de 20% en el déficit de la cuenta rentas, el
cual ascendió a u$s 2.338 millones.
El incremento
del superávit comercial respondió a una disminución de las exportaciones (-26%) en
menor medida que la caída de las importaciones (-35%), afectadas éstas principalmente
por la menor actividad económica interna y, en menor cuantía, por las restricciones
instrumentadas por las autoridades.
Más específicamente, mientras que la reducción del valor de las exportaciones se debió
tanto a menores cantidades como a precios inferiores, la baja de las importaciones
reflejó casi exclusivamente los menores volúmenes.
Dentro del déficit de servicios, se destacaron los menores egresos en concepto de
transportes (dada la caída de los volúmenes comerciados) y los menores ingresos de la
cuenta viajes (por la contracción del turismo receptivo).
El mayor déficit de rentas se explica por un egreso neto de intereses mayor en 108%,
acompañado por una salida neta de utilidades y dividendos superior en 5%. El egreso neto
en concepto de utilidades y dividendos representó 73% del déficit de la cuenta rentas.
Por otro lado, la cuenta financiera arrojó un egreso neto de u$s 1.850
millones, frente a un ingreso neto de 717 millones en el primer trimestre de 2008.
Esa fuerte reversión del saldo se debió exclusivamente al comportamiento del sector
privado no financiero, que tuvo egresos netos por 3.627 millones -frente a ingresos netos
por 971 millones en el primer trimestre de 2008-, debido principalmente a la formación de
activos externos por parte de residentes. Esa salida de capitales fue compensada
parcialmente por ingresos netos del sector público -incluido el Banco Central- por 1.653
millones e ingresos netos del sector financiero por 124 millones.
Como resultado de todas las transacciones realizadas (incluyendo el rubro de errores y
omisiones), durante el primer trimestre del corriente año el Banco Central aumentó sus
tenencias de reservas internacionales en u$s 123 millones, compuestos por
267 millones resultantes de las transacciones y un efecto negativo de 144 millones por las
variaciones de las paridades entre monedas. A fin del primer trimestre de 2009, dichas
reservas sumaron u$s 46.509 millones.
ESTIMACIONES DEL BALANCE DE PAGOS (En
millones de dólares) |
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Primer trimestre |
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2008 |
2009 |
Cuenta corriente |
1.676 |
1.470 |
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|
Mercancías |
3.827 |
3.912 |
|
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Servicios |
-275 |
-144 |
|
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|
Rentas |
-1.946 |
-2.338 |
|
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Transferencias corrientes |
70 |
40 |
|
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|
Cuenta capital y financiera |
761 |
-1.831 |
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|
Cuenta capital |
44 |
19 |
|
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|
Cuenta financiera |
717 |
-1.850 |
|
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|
Sector bancario |
253 |
1.810 |
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|
Sector público no financiero |
-508 |
-33 |
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|
Sector privado no financiero |
971 |
-3.627 |
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Errores y omisiones netos |
1.089 |
628 |
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Variación de reservas internacionales |
3.526 |
267 |
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Fuente:
INDEC. |
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