Informe Económico de Coyuntura

Nº 302 - Noviembre 2009 - AÑO 28

 TEMAS DE ACTUALIDAD

Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2008-2009. (1)

Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2008-2009. (1)

América Latina y el Caribe se ha visto afectada por el fuerte choque externo. Las estimaciones preliminares para 2009, comparadas con las del mismo período de 2008, muestran una caída estimada de entre el 35% y el 45% en los flujos de inversión extranjera directa (IED), una disminución de entre el 5% y el 10% en las remesas, una reducción del 29% en los precios internacionales de los productos básicos que exporta la región y del 25% en el valor de sus exportaciones. Se trata pues de un choque externo de proporciones superiores en la región al provocado por la crisis asiática y la crisis de la deuda externa. En promedio, la región está enfrentando este choque sin repercusiones drásticas en la evolución del producto ni en el empleo, como resultado de la confluencia de un buen ciclo internacional (2003-2007) con las mejoras en la gestión de la política económica.

En 2009, el volumen físico de comercio regional disminuirá cerca del 13%, y se prevé una caída del 11% en las exportaciones y del 14% en las importaciones. La grave crisis financiera internacional que sacudió a la región desde septiembre de 2008 se trasladó con fuerza a los mercados regionales de bienes en el último trimestre de 2008 y primeros meses de 2009, períodos en que se registró una disminución sustancial y generalizada de las corrientes comerciales.

Durante el primer semestre de 2009, el valor de las exportaciones de la región se ha contraído levemente más que el de las importaciones. El valor de las exportaciones regionales disminuyó un 31% con respecto a igual período de 2008, con una caída del 15% en volumen y el 18% en precio. Durante ese mismo período, el valor de las importaciones se redujo un 29%, con una caída del 25% en volumen y del 5% en precio. Esto contrasta notablemente con el período comprendido entre 2003 y la primera mitad de 2008, durante el cual los flujos comerciales de la región fueron marcadamente expansivos, tanto en exportaciones como en importaciones.

La contracción prevista del valor de las exportaciones regionales esconde una heterogeneidad importante entre subregiones. Mientras que este año México y los países de América del Sur y del Caribe verán decrecer considerablemente sus exportaciones, en Centroamérica la baja será menos significativa.

Durante el segundo semestre de 2009 aumentará el valor de las exportaciones latinoamericanas, con lo cual la baja del año completo será inferior a la registrada en el primer semestre. La explicación radica en los siguientes factores: 1) la recuperación parcial de los precios de varios productos básicos (como cobre, zinc, petróleo, trigo y soja), debido a los elevados niveles de demanda que China mantiene desde el segundo trimestre de 2009; 2) las bajas tasas de interés internacionales y la depreciación del dólar, que estimulan el apetito de los inversionistas por incluir estos productos básicos en su cartera, y 3) un efecto estadístico, ya que la base de comparación es bastante baja, sobre todo para el período comprendido entre septiembre y diciembre de 2008, en que se produjeron las mayores caídas de los flujos comerciales en prácticamente todos los países de la región. Pese a esa recuperación, el valor de las exportaciones regionales en 2009 mostrará una caída del 25% respecto del nivel de 2008.

Conclusiones

El análisis de las corrientes comerciales de la región en 2008 y lo que va transcurrido de 2009 ha puesto de relieve que la actual crisis mundial se trasladó definitivamente a la economía real, provocando una reducción considerable del volumen y el valor del comercio en casi todos los países de la región y con sus principales socios comerciales (los Estados Unidos, la Unión Europea, Asia y la propia región). Sólo China presenta una demanda sostenida de productos básicos, lo que ha permitido hacer contrapeso a la situación adversa que está afrontando el comercio exterior regional.

El impacto de una crisis comercial sin precedentes históricos recientes -hubo que retroceder más de 70 años para encontrar una situación parecida- subrayan la necesidad de reflexionar detenidamente sobre la naturaleza de los cambios que afronta la región, ya que es posible que algunos de ellos posean sesgos estructurales. Las proyecciones del comercio mundial en los próximos dos años sugieren un escenario de incrementos modestos, con muchas presiones competitivas derivadas del exceso de capacidad en diversos sectores productivos, así como la persistencia de los avances de China y la región Asia y el Pacífico en materia de competitividad.

La agudización de la crisis ha conducido al desplome de industrias exportadoras que otrora tuvieron amplio peso específico y que impulsaron la introducción de cambios técnicos de gran dinamismo. En este grupo se cuentan las industrias automotriz, siderúrgica, química y petroquímica. Todas revelan una reducción importante no sólo de la producción industrial, sino también de las corrientes de intercambio internacional.

La profundidad y permanencia del impacto serán heterogéneas y dependerán del grado y del patrón específico de internacionalización de cada país. Sin embargo, queda claro que es preciso repensar nuevamente el patrón de inserción internacional de la región, reconociendo una vez más que no se han realizado esfuerzos suficientes por aprovechar las ventajas comparativas naturales de los sectores en que ésta tiene cierta fortaleza, entre otros, la abundancia de recursos naturales, agua y un ecosistema apto para el turismo. Los temas de innovación y desarrollo tecnológico se encuentran al centro del debate que articulará la salida ordenada de la crisis. En todo caso, a la región le será difícil salir airosa de ella sin aprovechar el impulso para potenciar el mercado ampliado y desarrollando una mayor cooperación en los aspectos en que aún presenta rezagos.

Al igual que en el caso de las corrientes de comercio, el alcance de los efectos de la crisis no alcanzó a reflejarse con todas sus fuerzas en las cifras correspondientes a 2008 de inversión extranjera directa, remesas y turismo en la región. Sin embargo, la información disponible del primer semestre de 2009 indica que todas estas variables han experimentado un deterioro importante.

Pese a la gravedad de la crisis actual y de las presiones naturales que surgen al respecto, hasta la fecha la región en general ha sabido resistirse a la tentación de incurrir en prácticas proteccionistas. Sin bien ello obedece en parte a los compromisos de apertura negociados mediante una vasta red de acuerdos tanto intrarregionales como con socios de otras regiones y a nivel multilateral en la OMC, constituye también una muestra de madurez que debe ser debidamente valorada y conservada, por cuanto un aumento del proteccionismo sólo contribuiría a agravar la crisis y a dificultar su superación. En este sentido, el comportamiento de la región en materia comercial se compara favorablemente con el de las principales economías industrializadas.

Habida cuenta de la baja significativa de la demanda en casi todos los principales mercados extrarregionales, es importante que los gobiernos de América Latina y el Caribe se esfuercen al máximo por mantener abierto el comercio intrarregional. Las características particulares de éste, sobre todo la presencia de un mayor número de empresas pequeñas y medianas y su composición de alta densidad de manufacturas y conocimiento, lo tornan especialmente importante para apoyar la recuperación. Asimismo, y desde una perspectiva poscrisis, el proceso de integración regional debe convertirse en un instrumento que le permita a la región afrontar en mejor manera las grandes tendencias de la economía mundial.

(1) Extracto del documento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal-ONU), Santiago de Chile, agosto de 2009.