La
contabilidad financiera o patrimonial es un elemento indispensable, pero
no único, en el momento de efectuar los controles de las operaciones realizadas por el
ente, y un sistema de información para la empresa y para terceros. Pero, ¿sirve al
productor a la hora de tomar decisiones? La respuesta sería: "en parte sí".
¿Cómo mejorar esta situación?
La contabilidad gerencial o de gestión brinda instrumentos que,
aplicados al quehacer rural, solucionan en gran parte la necesidad de proveer al productor
de información más amplia y oportuna para la toma de decisiones.
Con una base en "Información por segmentos", se podría afirmar que es
fundamental un plan de cuentas que amplíe la información.
Por ejemplo:
1.
Por localización geográfica.
2. Por resultados.
3. Por actividades.
4. Por centros de costos para las actividades intermedias.
La división
puede ser mucho más amplia y debe adaptarse a cada tipo de establecimiento en particular.
Para armar el plan de cuentas, es necesario escuchar atentamente al administrador, al
encargado, al capataz, al asesor técnico (ingeniero agrónomo y/o veterinario) etc., para
interiorizarnos de las tareas, formas de realizarlas, movimientos, especificaciones, etc.,
del ente y, fundamentalmente, conocer el establecimiento (recorrer el campo).
En general, cada empresa puede tener formas diferentes de encarar la producción y/o
comercialización. Estos datos permitirán, en el momento de generar la información,
detectar los segmentos significativos dentro de la empresa.
Información
por localización geográfica
Si el establecimiento posee campos ubicados en diferentes zonas, la información contable
tiene que mostrar claramente los ingresos y costos de cada uno.
A las ineficiencias no hay que confundirlas con menores márgenes de rentabilidad debido a
zonas menos favorables o actividades con utilidades menos significativas.
Información
por resultados
Ingresos por producción (crecimiento vegetativo).
Ingresos por distribución o comercialización (ventas).
En general, el empresario rural es
muy eficiente como productor, pero no lo es tanto a la hora de comercializar su
producción o financiarla.
La información contable debe brindarle los datos para una toma de conciencia de la
situación y detectar los problemas, aunque por razones ajenas al ente no puedan
solucionarse.
Información por actividades
Los resultados de cada actividad que encare la empresa son de fundamental importancia a la
hora de tomar decisiones.
Se pueden aplicar diferentes sistemas de costos predeterminados, desde el incompleto
Margen Bruto, tan difundido entre los agrónomos, hasta estandarizar las cifras de
nuestros clientes.
Casi toda la muy buena bibliografía de Costos se refiere a costos industriales o de
servicios, pero con un análisis exhaustivo de ellos se logran las aplicaciones a nuestro
sector.
Para aquellos que están alejados del mundo rural, hay que advertir que cuando se hable de
"costo primo" se está involucrando a los insumos, en el caso de la agricultura
(semillas, agroquímicos) y laboreos (mano de obra directa). En el caso de la ganadería,
estaríamos hablando de: alimentación, sanidad y personal (mano de obra directa).
A la hora de analizar la actividad hay que tener en cuenta si responde a un costo por
producto o a un costo por procesos.
La carga fabril, o sea los costos indirectos, son difíciles de estandarizar por el gran
espectro que abarcan. Posiblemente convenga asignarlos a "centros de costos"
según como se originen o se beneficien con ellos.
Para poder razonablemente distribuir los costos indirectos, o sea de la forma más
correcta posible, podemos basarnos en sistemas tradicionales o por actividades conforme al
ABC (Costeo basado en las actividades Activity Based Costing).
Información por centros de
costos para las actividades intermedias
Es fundamental la aplicación de información segmentada en el caso de actividades
intermedias para no cargar con ineficiencias a las demás actividades.
El caso típico es el de la maquinaria agrícola. En muchos casos, el productor está
sobredimensionado en su parque de maquinarias y en consecuencia tiene un alto grado de
ociosidad que carga a la actividad agrícola. Aunque la misma sea sumamente eficiente,
tendrá costos más altos que los reales.
Lo mismo ocurre si el establecimiento produce el alimento para sus animales. Puede ser que
el valor del fardo, verdeo, pradera, granos, etc., sea superior al de mercado. Esto no
significa que se deba aconsejar al cliente trabajar con un contratista en el caso de la
maquinaria o comprar alimentos fuera del establecimiento en el caso de la ganadería.
Conviene recordar, a la hora de hacer costos, que la maquinaria propia siempre está a
disposición del productor y puede utilizarse en el momento oportuno; no pasa lo mismo con
la maquinaria de un contratista. Lo mismo ocurre con los alimentos.
Estos datos serán útiles a nuestro cliente a la hora de tomar decisiones porque contará
con una información más amplia para elegir las alternativas más favorables.
Un buen plan de cuentas que involucre todos estos rubros hará que la contabilidad
financiera o patrimonial sea valorada en el sector rural. |