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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 68 - Octubre 2003
Estudios
¿Cuánto pesa el tipo de cambio en la actividad empresarial?
Menos de lo que suele creerse. Así surge, entre otras conclusiones, de la investigación realizada por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para conocer qué piensan las empresas sobre la competitividad.
Dres. Alejandro González Escudero y Osvaldo Castillo
Presidente y Miembro de la Comisión de Estudios de Administración

 

Pensar en competitividad es pensar en superación, calidad y excelencia para lograr un objetivo que, según sea el caso, podrá ser un récord, una marca, una victoria, un reconocimiento, un contrato, un premio, la vida, el reconocimiento.

Por ejemplo, en el terreno deportivo podremos tener récords nacionales, olímpicos, mundiales, etc. Allí, la excelencia y el esfuerzo de años se ven reflejados o no en apenas unos segundos de competencia y, muchas veces, la diferencia entre el primero y el segundo puede llegar a ser imperceptible a simple vista, pero decisiva a la hora de subirse al podio. Esa es la diferencia competitiva. La Argentina la conoce bien en deportes en los que, con mucha frecuencia, consigue performances destacadas y reconocimiento internacional.


Pero, ¿qué sucede con las empresas?, ¿es aplicable esta idea de competitividad?


El elemento intrínseco e indiscutible en relación con la competencia es que existan competidores con deseo de destacarse positivamente, lo que, traducido a los negocios, sería: empresas con vocación de liderazgo en calidad, en participación de mercado, en innovación, en reconocimiento de las marcas, entre otras variables, y, por supuesto, que tengan también la necesidad de obtener rentabilidad sobre el capital invertido.

Hipótesis

Según la idiosincrasia dominante en cada país en un momento dado, esta vocación empresarial será mejor o peor vista en la sociedad y estará alentada en mayor o menor medida desde las políticas del Estado. En situaciones óptimas, las empresas, la opinión social y el Estado se orientan en la misma línea. Sin embargo, no siempre es así, y en ciertos momentos las políticas del Estado pueden alentar o desalentar el desarrollo de los elementos necesarios para la competitividad empresarial.


Así, en los últimos tiempos se ha insistido en que el tipo de cambio y el "cierre" de la economía constituirían factores decisivos para alentar la competitividad argentina. Sobre el particular, el trabajo de investigación realizado en el verano 2002/2003 no muestra que las empresas adjudiquen una importancia claramente relevante al tipo de cambio como factor de competitividad (aunque en algunos sectores sí sea muy favorable). Y, por su parte, el concepto de "cierre" de la economía merece un comentario especial. En una economía "cerrada" no se importan bienes extranjeros, pero tampoco se exportan productos industriales (solo commodities primarios), ya que la industria, generalmente de bajo desarrollo, se vuelca a un mercado interno chico pero protegido. No se destaca, no hay competencia y el resultado, paradójicamente, es una baja en la calidad y la superación tecnológica, que generalmente disminuye la calidad de vida de los habitantes.

Los comentarios indicados surgen de otra lectura sobre los amplios y diversos resultados obtenidos en la investigación sobre la competitividad empresarial argentina, que incluyó un trabajo de campo efectuado sobre más de 120 empresas argentinas de diferentes sectores y tamaños.


Las variables empleadas para fijar el escenario más o menos competitivo de desarrollo de las empresas argentinas fueron elaboradas por nosotros a partir de la encuesta de competitividad de las naciones que realiza el International Institute for Management Development para la ONG World Economic Forum, ambas instituciones de Suiza, y una de las más importantes del mundo.

Población muestral

Como las preguntas permitían evaluar cada variable en 6 grados de relevancia, podemos ordenarlas de acuerdo con las respuestas recibidas. Elegiremos las respuestas más sesgadas que los 120 empresarios dieron durante nuestra investigación. Obtuvimos así un mapa de opinión aproximadamente objetivo acerca de las debilidades y fortalezas que ellos consideran indiscutiblemente importantes para el desarrollo de la competitividad de sus empresas.


Siempre ordenados en forma decreciente en importancia del sesgo de la respuesta, encontramos:

Sesgos más negativos en la opinión de los empresarios:
1º. La imagen externa del país afecta para que su empresa desarrolle negocios en el exterior.
2º. El desarrollo y la aplicación de tecnología no son apoyados por organismos gubernamentales.
3º. El riesgo de inestabilidad política afecta de manera muy alta a la empresa.
4º. El soborno y la corrupción pesan más que en otros países.
5º. La ayuda del Estado es irrelevante para desarrollar nuevas empresas o mercados en el exterior.


Sesgos más positivos en la opinión de los empresarios:

1º. No existen problemas de discriminación racial, de sexo o religiosa.
2º. Existe una fuerte cultura hacia la satisfacción de los clientes en las empresas.
3º. Las prácticas éticas son implementadas en las empresas.
4º. El acoso y la violencia no afectan seriamente el lugar de trabajo.
5º. El nivel de destreza y de preparación técnica de sus empleados alcanza a cubrir las necesidades competitivas.
6º. La educación profesional universitaria alcanza a cubrir las necesidades competitivas.
7º. La flexibilidad y la adaptabilidad de la gente son altas cuando se enfrenta a nuevos desafíos.


Una mención especial sobre el tipo de cambio:
Es curioso el resultado obtenido de la pregunta que relaciona el tipo de cambio con la competitividad. Como dijimos, habitualmente esta relación es vista como la única o la de incidencia más importante en el desenvolvimiento de nuestras empresas respectos a sus competidores. Nuestro trabajo de investigación arrojó un resultado sorprendente. A la pregunta sobre si "el tipo de cambio alto no mejora o mejora la competitividad de su empresa", la respuesta dio un resultado neutro, o sea, en la escala de 0 a 6, el resultado fue 2.97, ubicándose muy por debajo de los problemas de seguridad física o de propiedad privada (3.50), o en relación con "la reducción de la evasión fiscal mejorará la competitividad de la empresa" (4.47), o "el riesgo de inestabilidad política afecta seriamente a la empresa " (3.81), o "la pesificación resultó una medida desfavorable" (4.50).


De las 76 preguntas formuladas a los 120 empresarios en la encuesta de competitividad, el tipo de cambio se ubica en la mitad del ranking de factores que afectan la competitividad de las empresas del país.

Gráficamente:
Tabla de valores

Sesgo respecto
al tipo de cambio
Descripción
-1.78

El soborno y la corrupción pesan más que en otros países.

-1.5 La pesificación resultó una medida desfavorable.
-1.47 La reducción de la evasión fiscal mejorará la competitividad de la empresa.
-1 La globalización está afectando la economía del país.
-0.87 La imagen externa del país afecta para que su empresa desarrolle negocios en el exterior.
-0.81 El riesgo de inestabilidad política afecta seriamente a la empresa.
-0.78 La ayuda del Estado es irrelevante para desarrollar nuevas empresas o mercados en el exterior.
-0.5 Seguridad física o de propiedad privada no está garantizada.
0 El tipo de cambio alto no mejora o mejora la competitividad de su empresa.
1.16 El entrenamiento de los empleados es de alta prioridad en la empresa.
1.13 La flexibilidad y la adaptabilidad de la gente de su empresa son altas cuando se enfrenta a nuevos desafíos.
1.34 La educación profesional universitaria alcanza a cubrir las necesidades competitivas de su empresa.
1.53 Los valores de la empresa apoyan la competencia.
1.59 El nivel de destreza y de preparación técnica de sus empleados alcanza a cubrir las necesidades competitivas de su empresa.
2.03 La actividad productiva de su empresa no afecta seriamente el medio ambiente.
2.31 La satisfacción de los clientes está enfatizada en su empresa.
2.41 La discriminación (raza, sexo, etc.) no es un problema en su empresa.

Aclaración: Según la opinión de los empresarios, los valores negativos representan elementos cuya incidencia en la competitividad es más desfavorable o negativa que la del tipo de cambio, mientras que los que se encuentran por encima de cero representan aquellos elementos que tienen una incidencia favorable mayor o positiva en la competitividad que la que tiene el tipo de cambio.

Reflexión final

Para finalizar diremos que la opinión de los empresarios que acabamos de exponer es estadísticamente representativa y fue procesada con rigurosidad científica. Por consiguiente, puede ser tenida en cuenta tanto por los empresarios pertenecientes al conjunto muestral en estudio como por cualquier otro integrante de la sociedad que necesite tomar una decisión al respecto.

Es importante mencionar que el trabajo completo de investigación se encuentra publicado por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en su sitio de Internet y en el CD del primer Seminario Argentino de la Calidad, realizado en esa entidad el 14 de abril de 2003.

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