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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 70 - Mayo 2004
Nota de Tapa
Las nuevas fronteras de los profesionales
El área de competencia de los profesionales en Ciencias Económicas ya no está limitada a tareas tradicionales, como el trabajo en un estudio dedicado a la auditoría y los impuestos. En los últimos tiempos, por necesidad frente a la crisis laboral, pero también por una notable flexibilidad para adaptarse a nuevos contextos, los profesionales vienen avanzando sobre rubros menos convencionales. Universo Económico habló con los protagonistas de este fenómeno, que hoy aplican sus conocimientos económicos, contables y de administración en rubros como el deportivo, el tercer sector, la defensa y el de medio ambiente, entre otros segmentos. Bienvenidos a las nuevas fronteras del trabajo del profesional en Ciencias Económicas.
Fuente:
Universo Económico
Número 70

 

Cuando Cecilia Cabrera, una joven contadora recibida en la Universidad Nacional de Tucumán, comenzó a trabajar en una ONG, se dio cuenta de que se le presentaba un desafío mayor: actuar en un ámbito no convencional, con parámetros y conocimientos de los que se hablaba poco en su carrera de grado.

"El boom de lo que se conoce como tercer sector es relativamente nuevo en la Argentina; se trata de un fenómeno desarrollado básicamente en los últimos años", le cuenta Cabrera a Universo Económico: "Es un área muy rica para los profesionales en Ciencias Económicas, con mucho potencial, que plantea desafíos de los más variados. Por ejemplo, cómo se mide la gestión en este tipo de organizaciones, que son muy distintas de las empresas tradicionales".


"Coincido en que la labor de los profesionales hoy va mucho más allá de las tradicionales", dice Liliana Fernández Lorenzo, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata y autodenominada "contadora social", dado que buena parte de sus investigaciones se refiere, entre otros temas, a la responsabilidad social empresarial y del contador en las ONG, a la contabilidad social, al balance social, etc.


Así están las cosas. Las áreas "tradicionales" o "convencionales" de actuación profesional, típicamente los estudios de auditoría e impuestos, ya no son los únicos campos laborales posibles para la profesión. Hay rubros que hasta no hace mucho tiempo permanecían ocultos y que atraen crecientemente a profesionales que aplican allí sus conocimientos aprendidos en la carrera de grado, con la suma de otros saberes adquiridos en estudios de posgrado. "Una de las mayores ventajas que tienen los profesionales en Ciencias Económicas es, justamente, su capacidad de adaptación a las diferentes demandas de las organizaciones", señalaba recientemente el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, Carlos Degrossi.


Para esta producción de tapa de Universo Económico se consultó a distintos profesionales que están trabajando en campos no tradicionales, como ONG, medio ambiente, gestión cultural, deportes, defensa, salud y educación. También se incluyen los testimonios de gente que trabaja en áreas que, si bien no son "no tradicionales", recibieron un impulso renovado tras la devaluación, como la actividad vinculada al sector agropecuario.


Además, se resolvió incluir la problemática de los profesionales en el sector público por tratarse de un ámbito muchas veces relegado en las preferencias de los jóvenes graduados a la hora de armar su plan de carrera.

Rojo y verde

El año pasado, durante el conflicto ocurrido en la ciudad de Esquel a partir de los planes de instalación de una mina de oro, un ejecutivo de la empresa minera canadiense que trataba de llevar adelante el proyecto comentó, off the record, ante un grupo de periodistas: "Un país que está en rojo no puede darse el lujo de ser verde". Las palabras cayeron muy mal en ese momento en la población de Esquel, que en un plebiscito votó contra la instalación de la mina, pero vienen a cuento de lo que pasó en la Argentina durante los años de crisis con las políticas de protección del medio ambiente: "Lamentablemente, dejaron de ser una prioridad", explica la Dra. Luisa Fronti de García, presidenta de la Comisión de Estudios Económicos y Administrativos sobre Comunicaciones y Medio Ambiente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Para Fronti de García, con la estabilidad y la recuperación económica, el sector "verde" va a crecer en importancia en los próximos años en la Argentina y, por lo tanto, va a requerir cada vez más de profesionales en Ciencias Económicas especializados. A partir del año pasado, por ejemplo, se creó un curso de Contabilidad Social y Ambiental en la carrera de grado de Contador en la UBA. Eso sí, es optativo.


La Comisión dedicada a este tema ya tiene 14 trabajos de Contabilidad y Administración, a los que se puede acceder a través de la página Web del Consejo.


"El año pasado salió una ley relativa al tema ambiental, pero luego fue vetada en parte, en buena medida porque la crisis alteró la lista de prioridades", señala Fronti de García. Entre los aspectos vetados estaban las figuras penales a aplicarse por incumplimiento de normas ambientales, que, según la presidenta de la Comisión de Estudios Económicos y Administrativos sobre Comunicaciones y Medio Ambiente, son fundamentales para que la protección del hábitat comience a ser tomada más seriamente en la Argentina, lo que ya ocurre en otras economías, como la española.

Profesionales en la defensa

En los ratos libres que le deja su trabajo en el Ministerio de Economía, Carlos Aliberti da clases de Economía Empresarial y Finanzas en la Escuela de Guerra Naval. Sus alumnos son civiles y militares. Hace unos años, uno de ellos, un vicecomodoro, le acercó una idea que le interesó: trabajar en un Simposio de Investigación y Producción para la Defensa: el SIMPRODE.


"Llevé la idea al Consejo, tuvo una buena recepción y la Institución ya viene dando su apoyo a varias ediciones del SIMPRODE", comenta Aliberti, que es Licenciado en Economía y presidente de la Comisión de Evaluación de Proyectos de Inversión.


¿Qué pueden aportar los profesionales en Ciencias Económicas al área de defensa? Según Aliberti, más de lo que comúnmente se piensa. El objetivo del SIMPRODE fue articular el trabajo y la producción de PyME nacionales para atender la demanda de las Fuerzas Armadas en rubros no bélicos, como vestimenta, calzado, alimentos y metalmecánica, entre otros segmentos.


Hay también interés en el sentido inverso. Según Aliberti, son muchos los oficiales que se interesan por adquirir conocimientos relacionados con las Ciencias Económicas. "Una de las formas más repetidas a las que apelan los mayores para "reciclarse" una vez que terminan su carrera en el ejército es, justamente, transformarse en consultores de Estrategia y Gestión para el sector privado", explica Aliberti.

El deporte es salud (y gestión)

El Dr. Osvaldo Díaz de Vivar hace una buena comparación para analizar el tema de la planificación en el mundo del deporte: "Hoy por hoy, quienes llevan mejor a la práctica los principios del planeamiento son los propios atletas, que tres o cuatro años antes de una competencia importante diseñan su estrategia de entrenamiento óptimo. En cambio, las instituciones deportivas siguen estando en manos de dirigentes sin capacitación, que se manejan por el olfato en la gran mayoría de los casos". Díaz de Vivar coordinó en el Consejo un panel de discusión sobre "Fútbol profesional, crisis, planeamiento y control de gestión", que contó con la presencia de los presidentes de Boca y River, Mauricio Macri y José María Aguilar, entre otros disertantes. De esa charla surgió una conclusión clara: más allá de que uno esté a favor de que instituciones deportivas sean sociedades anónimas o no, de todas formas las herramientas de gestión son indispensables para mejorar el funcionamiento de estos organismos.


"Los profesionales en Ciencias Económicas tenemos mucho para aportar en este rubro", sostiene Díaz de Vivar, que integra como secretario la Comisión de Planeamiento y Control de Gestión. Siguiendo este criterio, el Consejo Profesional firmó convenios de asistencia con la Confederación Argentina de Deporte y con la Secretaría de Turismo y Deporte de la Nación.

La gestión cultural

Así como las grandes compañías necesitan un management especializado para tener éxito en sus negocios, en las entidades culturales hay una creciente conciencia de que, para llevar los proyectos a buen puerto, se requieren profesionales en Ciencias Económicas para integrar los cuadros directivos.


Una señal de que este fenómeno se está robusteciendo es que en los últimos años se generó una oferta muy nutrida de maestrías y cursos que apuntan a formar especialistas en gestión cultural, tanto pública como privada. El campo laboral incluye la gestión de museos, fundaciones, centros culturales, productoras de espectáculos o teatros. Si bien uno tiende a identificar estos proyectos con el sector público, existen experiencias exitosas en el campo privado. "Hay un nicho de demanda creciente, y el de la cultura es un sector donde la importancia de la gestión generalmente estuvo subestimada", afirma Sebastián Grandi, uno de los fundadores y directores de Artilaria, un centro de cursos y proyectos culturales privado que funciona en Palermo Viejo.

A clase

"Lamentablemente, en las instituciones educativas, como en las de salud, muchas veces prevalecen en puestos directivos personas con su profesión de origen vinculada (educadores o médicos) sin conocimientos de gestión", expresa el Dr. Juan José Gilli, director académico del Consejo.


"En las instituciones educativas hay gravísimos problemas de gestión; es un área que requiere una profesionalización urgente", completa. Todavía, en estos organismos, los puestos jerárquicos son ocupados por gente que viene de la carrera de Ciencias de la Educación, mientras que los profesionales en Ciencias Económicas avanzan sobre las gerencias administrativas y contables.


"Hoy vemos que la oferta educativa, especialmente la vinculada al mundo empresario, se amplía en forma geométrica. Allí hay un campo muy fértil para los profesionales en Ciencias Económicas, tanto en puestos de gestión de las instituciones educativas como en la enseñanza de temas relativos a su currículo", concluye Gilli.

El sector agropecuario

María Cristina Diz de Samitier, presidenta de la Comisión de Actuación Profesional en Empresas Agropecuarias, da su visión sobre la participación de los profesionales en Ciencias Económicas en un área de creciente demanda: el sector agropecuario. Si bien no se trata específicamente de un sector "no tradicional", el buen momento del campo tras la devaluación hace que sea interesante cubrir las posibilidades laborales de la matrícula en este renglón de la economía.


"Los profesionales en Ciencias Económicas, en sus distintas especialidades y funciones: contadores, administradores, economistas, etc., durante los últimos años han visto incrementarse sostenidamente tanto su trabajo como sus responsabilidades en las empresas agropecuarias, en parte por cambios tecnológicos y en los mercados, y la incorporación de producciones no tradicionales", dice Diz de Samitier.


Y agrega: "Por otra parte, a partir del fin de la convertibilidad, todas las empresas del país han debido operar en un medio con cambios cotidianos, de efectos importantes, en las reglas que encuadran su actividad. Posiblemente, el sector agropecuario ha soportado el mayor peso en número y niveles de exigencia de nuevos requerimientos, y aquí se encuentra la causa principal del mayor trabajo y más responsabilidades de los profesionales en Ciencias Económicas, ya que su atención ha recaído mayoritariamente en ellos".


Así, por ejemplo, en el área contable, recientemente se han sancionado normas para las empresas agropecuarias, armonizadas con las normas internacionales de contabilidad. En el área impositiva, hay normativa nueva y específica para el sector, más un inusual aumento en el número de requerimientos de la AFIP. En la laboral, ha aparecido la "Libreta del Trabajador Rural". Y en las áreas económica y financiera, las respuestas a las inquietudes de los empresarios requieren más un enfoque macroeconómico que el microeconómico del tradicional asesoramiento en gestión.


"Estos pocos ejemplos bastan para ilustrar el porqué de la mayor parte del incremento en la cantidad demandada de servicios profesionales en Ciencias Económicas, los que requieren un permanente esfuerzo de actualización", completa la presidenta de la Comisión de Actuación Profesional en Empresas Agropecuarias.

De guardia

Hasta no hace mucho, existía el prejuicio de que para gestionar una empresa de salud había que ser médico. "Ese preconcepto poco a poco se va removiendo, y cada día vemos más profesionales en Ciencias Económicas ocupando puestos claves en la gestión de sanatorios, obras sociales, prepagas y otras entidades de salud", destaca la Dra. María Cristina Ferrari, presidenta de la Comisión de Planeamiento y Control de Gestión. Ferrari trata con distintas empresas del área de la Salud. "Es importante que nos demos cuenta de que no todo pasa por el eje racional-económico, y que las empresas deben volverse más sensibles y humanas, enfocadas a la gestión por valores. En este contexto, trabajamos con un triángulo cuyos vértices son la ética, la responsabilidad social y la inteligencia emocional, que son pilares particularmente importantes para desenvolverse con éxito en el negocio de la salud", sostiene Ferrari.

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