La
República Argentina sigue teniendo etapas de turbulencia, originada por varios factores.
Tuvimos que afrontar los diversos colapsos financieros externos que hicieron impacto en
nuestro país. La inserción dentro de la globalización, los nuevos mercados, la feroz
competitividad, las nuevas formas de negocios, la alta tasa de desocupación y la
recesión, para no seguir nombrando otros factores, produjeron y siguen produciendo una
alta inestabilidad laboral que afecta al país y por ende también a los profesionales en
Ciencias Económicas.
Es obvio que la oferta y la demanda de servicios profesionales estuvieron siempre ligadas
al comportamiento de los mercados, pero, dados los factores señalados precedentemente,
las organizaciones están requiriendo profesionales con conocimiento y habilidades
distintas. Por lo tanto, nuestras iniciativas y nuestras capacidades deben estar basadas
en estrategias a nivel funcional.
El ejercicio de la profesión, ya sea en relación de dependencia o independiente, debe
abordar criterios que le permitan permanecer en un mercado cada vez más competitivo. Las
profesiones de Ciencias Económicas, como cualquier otra, no están formadas para vender
servicios profesionales, y más en un contexto complejo donde todos tratan de copiar o
aplicar técnicas que en muchos casos no cubren la excelencia de un buen profesional.
Nuestra profesión es brindar servicios. Un servicio es una acción, una realización, un
esfuerzo. Kotler define al servicio como "toda actividad o beneficio que una parte
ofrece a otra, son intangibles y no culminan en la propiedad de la cosa; su producción no
está ligada a un producto físico".
Por lo tanto podemos inferir dos dimensiones: una de acción, llamada metodológica, y
otra de análisis, que denominamos estratégica.
Es importante la participación activa del cliente. Al cliente se lo debe tener en cuenta
en varios aspectos y no solamente en el del cumplimiento y lo económico, sino también en
los siguientes:
Productividad: hacerle
conocer las mejoras de la producción de nuestros servicios en forma periódica.
Educación: participando con información.
Comportamiento: buscar su satisfacción, que dará como
consecuencia lealtad y fidelización hacia nosotros.
Naturalmente que debemos hacer algo para poder fidelizar al cliente, dado que la
competencia es alta.
Diferenciación
El servicio profesional es un commodity, no tiene marca, por lo tanto no se perciben sus
atributos. El proceso del marketing de servicios profesionales apunta a que los clientes
perciban esos atributos y diferencien con respecto a los demás profesionales.
El atributo es funcional cuando condice con las prestaciones que se brindan y podemos
llamarlo suprafuncional cuando hace a la innovación que rodea a la prestación, por
ejemplo, una cualidad especial.
Tratando de esbozar algunas herramientas para su aplicación, deberíamos comenzar por
definir nuestro propio negocio profesional. Definir quiénes serán nuestros clientes,
cómo satisfacer sus necesidades y qué se satisface.
Es decir, en primer lugar, cuáles son los grupos de clientes a los que apuntamos, qué
segmento; en segundo lugar, preguntarnos qué habilidades distintivas tenemos para
satisfacer esas necesidades. Se entiende por habilidades distintivas todos los recursos
tangibles e intangibles para poder desarrollar la profesión; y, por último, indagar
cuáles son las necesidades del cliente.
Posteriormente, es recomendable que cada profesional haga su propio análisis con
referencia a los puntos señalados a fin de saber si puede cumplir con ellos. Qué
fortalezas posee y qué debilidades tiene.
El profesional debe tratar de definir su misión, su visión y su posicionamiento. La
misión: el deber ser, cuáles son sus objetivos profesionales y para con la sociedad; la
visión: cómo quiere ser visto, y el posicionamiento: cuál va a ser la especialización
dentro de la profesión, y que sea percibida por los otros, ya sean clientes o no.
Para poder competir en el mercado hay que tener un factor clave de éxito y permanecer con
ese factor un tiempo suficientemente largo como para consolidarse.
Los servicios son trasmitidos a través de una relación, razón por la cual es muy
importante usar herramientas de marketing relacional.
En este momento tan crucial para los profesionales, la capacitación constante y el
mantenerse informado es una posición inteligente para lograr los objetivos.
Nadie triunfa sin haber practicado, sin tener perseverancia, sin mantener una línea de
conducta y sin habilidades para negociar. Esto último nos conduce a otra herramienta a
utilizar que es la negociación.
Los clientes hoy compran un servicio por calidad o excelencia, por seguridad de quien lo
suministra, porque es diferenciado o por la imagen del profesional. Es importante
acompañar el ritmo de crecimiento del cliente, haciéndonos parte del negocio, si no,
puede ocurrir que, cuando su estructura de negocios crezca, perdamos el cliente.
Valor agregado
El proceso para captación de los potenciales clientes está sujeto a los siguientes
pasos:
Detectar la necesidad.
Generar servicios percibidos por la sociedad.
Despertar el interés del cliente.
Habilidades de comunicación.
Inducir a la aceptación.
El
marketing de servicios profesionales se apoya en dos aspectos: uno científico y otro
técnico; ambos se complementan, pero el profesional debe añadir un valor agregado: la
creatividad.
El profesional, por otra parte, debe participar de lo siguiente: investigación,
asociaciones profesionales, presentaciones, participación en congresos, conferencias,
cursos, seminarios, publicar artículos técnicos y realizar actividad social. Es la
única manera de relacionarse. Los clientes no vienen solos.
Cuáles son los errores habituales que se cometen:
Falta de objetivos.
Apresuramiento.
Mucha criticidad.
Falta de enfoque metodológico.
Actitud conservadora.
Falta de participación.
Falta de medidas de control.
Conflicto de intereses.
Las
características a favor de un mejor servicio profesional pueden ser las siguientes:
Liderazgo.
Dirigencia.
Capacidad de trabajo en equipo.
Visión a futuro.
Iniciativa.
Creatividad.
El concepto de
marketing de servicios profesionales debe atender a una ordenada planificación del
trabajo profesional, que exige:
Administración del tiempo.
División de la jornada laboral, que debe contener tiempo para trabajar,
relacionarse, formarse y desarrollar su marketing propio.
Definición de tareas: urgentes e importantes; principales, secundarias y
ocasionales.
La informática como herramienta.
Qué hacer para lograr
éxito profesional:
Analizar los servicios que se prestan y
redefinirlos.
Analizar el mercado.
Definir estrategias.
Hoy se compite con las
mejores empresas del mundo y con buenos profesionales. El profesional debe competir por
sus honorarios y con los estudios líderes que ya tienen su prestigio.
Las primeras dudas del profesional surgen a partir de una pregunta: ¿Hacia dónde dirigir
los esfuerzos? Hay que cambiar actitudes, porque los clientes ya cambiaron. El cliente es
quien decide y los espacios están ocupados. Entonces, qué hacer: estandarizamos y nos
transformamos en un commodity, o nos diferenciamos: este es el nuevo concepto de la
estrategia.
Hay que anticiparse; los espacios que dejamos los llenan otras profesiones. La adopción
de estrategias en tiempos de cambio es un desafío profesional para ayudar a las empresas
y, como resultado de ello, a nosotros mismos.
Centremos nuestra atención en brindar servicios diferentes; brindemos máxima calidad y
hagamos que el cliente lo perciba. Tengamos sentido común.
Tratemos de construir un buen plan de marketing personal. Seamos ambiciosos, elaboremos
nuestra imagen, tengamos un estilo personal y desarrollemos actividades propias de nuestra
profesionalidad. Las águilas no cazan moscas.
Recordemos, finalmente, que los servicios profesionales son:
Servicios basados en personas.
Requieren la aplicación de técnicas.
Son variables de cliente a cliente.
El mercado es muy competitivo.
Por consiguiente,
tenemos que brindar calidad, eficiencia, innovación y debemos pensar en satisfacer a
nuestros clientes.
Por último, debemos investigar las necesidades profundas del cliente y analizar al ser
humano existente dentro de él. Si queremos triunfar, hay que desarrollar estrategias para
lograrlo |