-

 

Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 72 - Octubre 2004
Nota de Tapa
Insuficiencia de la inversión y su impacto sobre el PBI
Ernesto Gaba, Economista Jefe del BBVA Banco Francés y uno de los analistas más respetados del mercado, escribe en esta nota sobre la importancia de la recuperación de la inversión para asegurar un sendero de crecimiento sostenible en la Argentina.
Autor: Dr. Ernesto Gaba
Economista Jefe del

BBVA Banco Francés

 

El propósito de esta nota es analizar el impacto de la inversión sobre el PBI en una situación de transición como la actual, en la que, si bien se produce un importante aumento de la inversión bruta interna (51% 1° trimestre 2004, interanual), aún existen interrogantes de largo plazo que garanticen la rentabilidad de nuevas inversiones que requieren un gran aporte de capital. Nuestro análisis se basa en el efecto sustitución que opera en una economía abierta, donde es clave el papel de la absorción interna y de las exportaciones netas como determinantes del PBI.

1. La absorción interna y las exportaciones netas como determinantes del PBI.

El papel del resultado de la balanza comercial

La identidad entre oferta y demanda global (expresadas en moneda doméstica a precios constantes) permite expresar el PBI como:


PBI = ( C + I) + (X - M) (1)


Donde el producto bruto interno (PBI) depende de la demanda interna de consumo más inversión (que llamaremos gasto interno o absorción A) y el saldo de la balanza comercial de bienes y servicios (que llamaremos también exportaciones netas, Xn). Lo relevante es que, si Xn es negativa -déficit en la balanza comercial-, la absorción interna supera al ingreso porque el resto del mundo financia parte del gasto interno, lo cual prevaleció en la experiencia argentina (como en la mayoría de los países en desarrollo que son receptores netos de capitales del resto del mundo). Sin embargo, la salida de la convertibilidad produjo un violento ajuste, pasando a un importante superávit en la balanza comercial. De este modo, la absorción resulta ahora inferior al ingreso; es decir, la Argentina transfiere recursos reales al resto del mundo, pero, al mismo tiempo, no paga los servicios financieros de su deuda en default.

La experiencia reciente con la escasez de gas

En el caso de la crisis energética (principalmente, falta de gas), inicialmente se pensó que se dañaría severamente la producción de las industrias intensivas en el uso de gas. Sin embargo, el faltante de gas comenzó a cubrirse mediante menor exportación neta de gas, menos venta a Chile y más compras a Bolivia. En consecuencia, habría una reducción neta de las exportaciones argentinas de gas, es decir en (1) se reduciría Xn y el PBI disminuiría, pero no por falta de gas, sino por un efecto sustitución entre producción interna e importaciones. Este ajuste mediante mayor volumen de comercio exterior también requiere un ajuste de precios relativos, es decir, nivelar los precios internos del gas notoriamente rezagados de los internacionales, lo cual tendría un impacto (inevitable) de suba en los precios internos.

La elasticidad importaciones/PBI es creciente

En la industria, la posible ausencia de inversión en grandes proyectos no limita la producción interna en la magnitud sugerida por el enfoque tecnológico, ya que si existe demanda excedente en algunas ramas que trabajan a plena capacidad (principalmente siderurgia, aluminio, procesamiento de petróleo y papel y cartón), se produciría un ajuste mediante disminución de las exportaciones netas, ya sea menor exportación o aumento de importación. De nuevo, como en el caso del gas, el menor valor de Xn causará, conforme a (1), una reducción del PBI, pero no necesariamente disminuirá el gasto interno porque este se sostiene con menor transferencia neta al exterior.


Veamos ahora la evolución de la balanza comercial, considerando datos trimestrales de las importaciones y exportaciones para el período 1° T 2003-1° T 2004 (ver tabla 1). Cabe aclarar que las cifras son en moneda doméstica a precios constantes, es decir, una aproximación de los volúmenes del comercio exterior y no de los dólares corrientes que se emplean en la contabilidad de la balanza de pagos.


Se observa que en los últimos 5 trimestres las importaciones registran un notable crecimiento, alcanzando una elasticidad/ PBI de 5,1, casi el doble que a comienzos del 2002. Este aumento de la elasticidad puede deberse en parte a un plus de importación adicional para reemplazar producción interna en sectores donde el output gap tiende a desaparecer. A la vez, las exportaciones registran un aumento (siempre a precios constantes) muy débil en promedio, creciendo menos que el PBI. En este sentido, el desempeño de las exportaciones (depurado de los aumentos en dólares corrientes provocados por el incremento del precio internacional de la soja y el petróleo) no ha sido satisfactorio o compatible con las expectativas generadas después de la fuerte devaluación y la mejora de la competitividad.

Conclusión

Una elasticidad importaciones/PBI de 5 y un coeficiente exportaciones/PBI casi 1 reflejan cierto agotamiento del modelo de sustitución de importaciones y una etapa de transición, donde los sectores cercanos a la plena capacidad de producción, que aún no deciden nuevos proyectos de inversión, inducen la caída de las exportaciones netas frenando el crecimiento del PBI. Pero este ajuste vía menor superávit en la balanza comercial no es sostenible a largo plazo porque llevaría finalmente a una nueva crisis de balanza de pagos. Además, la menor producción industrial por falta de inversión producirá una caída en los niveles de empleo (se trata de un sector mano de obra intensiva) y por esta vía reduciría el ingreso de los asalariados y deprimiría el gasto interno, acentuando la caída del PBI. Esto resalta la importancia del aumento de la inversión para posibilitar un crecimiento sostenido a largo plazo

Volver  |  Página Inicio  |  Publicaciones  |  Distribución gratuita