Se
ha sostenido reiteradamente la importancia "como factor condicionante" que en
forma creciente se reconoce a las personas en el desarrollo y desenvolvimiento operativo
de las organizaciones.
Desde las experiencias de la Western Electric, donde los profesionales especialistas en
ciencias duras (programación y control de la producción, métodos y tiempos, etc.),
desconcertados ante los resultados que surgían de la aplicación de nuevos
procedimientos, debieron recurrir a psicólogos y sociólogos para encontrar una
explicación de los mismos, hasta la actualidad, ha transcurrido mucho tiempo hasta lograr
tener plena conciencia del valor de los seres humanos y del tratamiento que merecen en las
organizaciones.
La experiencia a la que aludimos dio lugar a la corriente liderada por Elton Mayo, llamada
Escuela de las Relaciones Humanas.
En la actualidad, las empresas ponen el énfasis en contratar y retener a las personas
más competentes que localicen en el mercado, y que, además de tener un importante
potencial, cumplan satisfactoriamente otros requisitos, entre ellos, un satisfactorio
estado de salud física y mental, adecuado al puesto que han de desempeñar. Esto puede
manejarse con cierta flexibilidad según la posición, el nivel de jerarquía y las
políticas de la empresa. Por ello, dentro del plan de acción de la empresa, el tema salud del personal debe constituir un capítulo sumamente importante.
La
administración de los programas de cuidado de la salud e integridad física del personal
Todo enunciado, todo propósito requieren, para su materialización, un orden, una
secuencia lógica, una estructura, asignación específica y clara de responsabilidades,
seguimiento, adecuado control y buena administración. Para ello, nada más sencillo que
tener siempre en cuenta las instancias tradicionales de la administración: prever,
planificar, organizar, gestionar (dirigir, realizar) y controlar.
En el tema que nos ocupa, es necesaria la existencia de una declaración expresa de las
organizaciones respecto de la trascendencia que les asignan a las personas: un capítulo
especial, dentro de la filosofía corporativa, debe referirse a "qué es el personal para la empresa". Si en la concepción de la misma las personas son
consideradas "el activo humano", contraponiéndose a la concepción del siglo
anterior (las personas como un recurso, con tratamiento equivalente a maquinarias,
edificios, disponibilidades financieras, etc.), entonces seguimos adelante.
Pero esta declaración debe estar respaldada por políticas, programas y procedimientos
congruentes. En el diseño de estos programas, se debe tener en cuenta que, para lograr el
objetivo de obtener y retener los mejores talentos, el capítulo de salud debe ser amplio
y continuo.
Este aspecto es tratado en forma periódica por los medios especializados. Se destaca el
prestigioso diario La Nación, que informa sobre el tema, incluyendo entrevistas y citando
casos reales de empresas líderes. También es posible apreciar por canales de cable el
grado de importancia que asignan a este tema los países orientales (Japón, Corea, etc.).
Así, hemos visto documentales en los que operarios de una empresa metalúrgica se
encuentran formados en el patio de la empresa haciendo ejercicios al compás del ritmo que
emite el altoparlante antes de iniciar la jornada laboral; también conocemos otros casos
de oficinas donde, en tiempos estipulados, cuando suena una chicharra, los empleados se
ponen de pie frente a sus computadoras y hacen elongaciones durante un rato para luego
reiniciar sus tareas hasta la próxima pausa.
Los programas incluyen por lo general los siguientes aspectos, que enumeramos en forma
sintética:
Exámenes
médicos preocupacionales:
Es el punto de partida y es básico. Cuando se establece el principio de formar equipos y trabajar con los más aptos, no se hace referencia exclusivamente al tema de las
aptitudes profesionales, técnicas o artesanales. Se trata de un requerimiento
generalizado, en que el estado de salud, tanto físico como mental, constituye un rol
sumamente condicionante y está íntimamente relacionado con la posición a ocupar.
Por ello, si bien existen en el examen médico aspectos comunes (radiografías, análisis,
examen clínico), según el puesto, el nivel jerárquico y la edad, deben incluirse otras
verificaciones adicionales, imprescindibles para asegurar la plena aptitud psicofísica de
los aspirantes acorde con las exigencias del cargo. No debe olvidarse que toda persona que
ingresa implica una importante inversión, la que, a medida que transcurre el tiempo
(capacitación mediante), se va incrementando gradualmente. Si se actúa con ligereza y no
se tienen en cuenta estos lineamientos, cuando más adelante aparezcan los problemas, la
inversión puede malograrse.
Un aspecto que debe tenerse en cuenta es que, ineludiblemente, la instancia de la
evaluación psicofísica de los aspirantes debe ser cumplimentada en su totalidad antes de
concretarse la incorporación de la persona a la empresa. Esto es obvio, pero en algunos
casos (apuros) ha llevado a la actuación desprolija que posteriormente causó
dificultades a la empresa y/o daño moral a los solicitantes.
Exámenes médicos periódicos:
Estos exámenes, que deben incluir a la totalidad del personal, deben tener lugar
anualmente y requieren una mayor rigurosidad en la medida en que las personas tienen más
edad. Con los progresos notables de la medicina, determinadas enfermedades que
anteriormente producían desenlaces fatales, en la actualidad pueden ser detectadas
precozmente.
Programas generales de actividades
preventivas:
Complementando lo anterior se incluyen acciones tales como vacunaciones
generales, por ejemplo, contra la gripe o la pulmonía. Repetimos: la medicina está
logrando aceleradamente notables éxitos en distintas investigaciones y ello es altamente
aplicable en distintos aspectos de la vida laboral.
Acciones especiales para temas
específicos:
Este apartado se refiere a las
actividades de reeducación o recuperación de personas que han adquirido adicciones que
no pueden abandonar: tabaquismo, alcoholismo, drogadicción, etc. Sobre esto se está
trabajando con intensidad y alcanzando logros muy importantes mediante reuniones de
información y persuasión para reencauzar a integrantes de las organizaciones a tener una
higiene de vida normal.
Actividades de mantenimiento del
estado físico:
Es evidente que en la vida laboral actual las tareas se han simplificado
notablemente y que la actividad física ha disminuido sensiblemente. La irrupción de la
informática ha producido un cambio significativo, transformando gradualmente el esfuerzo
muscular en actividad mental. Esto ha llevado a que una gran mayoría de personas realicen
hoy buena parte de su tarea sentados frente a una pantalla y un equipo completo de
computación.
Las PC han producido un vertiginoso progreso y diversos cambios en la realización de las
tareas, pero también han dado lugar al sedentarismo.
Para contrarrestarlo, cada vez más empresas tienen en sus establecimientos lugares
adecuados para que, en determinados horarios, sus integrantes produzcan el movimiento
normal que todo cuerpo humano debe realizar durante el día. Quienes no tienen gimnasio
suelen contratarlo en establecimientos de las inmediaciones.
Adaptación a la tarea:
Uno de los ámbitos en los que más rápidamente se adquirió conciencia sobre la
importancia del estado físico es el de la producción. En este sector se efectúan
amplias descripciones de los procesos productivos, detallando las posturas corporales,
forma y característica de la silla, mesa de trabajo, iluminación, clima ambiental, etc.,
y las condiciones físicas y mentales indispensables para poder realizar las tareas.
La prevención de accidentes:
La actividad preventiva de accidentes está muy arraigada en las empresas. Campañas de
seguridad con educación para evitar siniestros y lesiones constituyen una acción
permanente. Esto incluye no solo la instrucción adecuada, sino se complementa con la
provisión de elementos de protección (cascos, ropa adecuada, guantes especiales,
calzado, antiparras, protectores auditivos, etc.), simulacros de incendio, etcétera.
La relación costo - beneficio:
La principal objeción que algunas veces suele escucharse es que, si se aplica todo lo
precedentemente expuesto, ello representa un costo fuera de lo común e innecesario.
Esta objeción está totalmente alejada de la realidad. Contar con personal en la plenitud de sus medios por el mayor
tiempo que sea posible es la inversión más acertada que puede hacer una organización.
Por ello, las empresas de vanguardia aplican
todo esto, y tal vez muchas cosas más, porque valoran cada vez en mayor medida el
significado del activo humano en los resultados de la gestión. |