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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 73 - Febrero 2005

Recursos humanos
La inversión en salud en el activo humano de las organizaciones

"Contar con personal en la plenitud de sus medios por el mayor tiempo que sea posible es la inversión más acertada que puede hacer una organización", afirman los autores de este artículo. Por ello es que las empresas de vanguardia valoran cada vez más el significado del activo humano en los resultados de la gestión.
Autor: Dr. José Luis Rodríguez Pagani
Presidente del Comité Asesor de la 3º Jornada de Administración.
Autora: Dra. Noemí F. Sanvitale
Consejera Coordinadora de la Comisión Actuación Profesional - Licenciados en
Administración.

 

Se ha sostenido reiteradamente la importancia "como factor condicionante" que en forma creciente se reconoce a las personas en el desarrollo y desenvolvimiento operativo de las organizaciones.

Desde las experiencias de la Western Electric, donde los profesionales especialistas en ciencias duras (programación y control de la producción, métodos y tiempos, etc.), desconcertados ante los resultados que surgían de la aplicación de nuevos procedimientos, debieron recurrir a psicólogos y sociólogos para encontrar una explicación de los mismos, hasta la actualidad, ha transcurrido mucho tiempo hasta lograr tener plena conciencia del valor de los seres humanos y del tratamiento que merecen en las organizaciones.


La experiencia a la que aludimos dio lugar a la corriente liderada por Elton Mayo, llamada Escuela de las Relaciones Humanas.


En la actualidad, las empresas ponen el énfasis en contratar y retener a las personas más competentes que localicen en el mercado, y que, además de tener un importante potencial, cumplan satisfactoriamente otros requisitos, entre ellos, un satisfactorio estado de salud física y mental, adecuado al puesto que han de desempeñar. Esto puede manejarse con cierta flexibilidad según la posición, el nivel de jerarquía y las políticas de la empresa. Por ello, dentro del plan de acción de la empresa, el tema
salud del personal debe constituir un capítulo sumamente importante.

La administración de los programas de cuidado de la salud e integridad física del personal

Todo enunciado, todo propósito requieren, para su materialización, un orden, una secuencia lógica, una estructura, asignación específica y clara de responsabilidades, seguimiento, adecuado control y buena administración. Para ello, nada más sencillo que tener siempre en cuenta las instancias tradicionales de la administración: prever, planificar, organizar, gestionar (dirigir, realizar) y controlar.


En el tema que nos ocupa, es necesaria la existencia de una declaración expresa de las organizaciones respecto de la trascendencia que les asignan a las personas: un capítulo especial, dentro de la filosofía corporativa, debe referirse a
"qué es el personal para la empresa". Si en la concepción de la misma las personas son consideradas "el activo humano", contraponiéndose a la concepción del siglo anterior (las personas como un recurso, con tratamiento equivalente a maquinarias, edificios, disponibilidades financieras, etc.), entonces seguimos adelante.

Pero esta declaración debe estar respaldada por políticas, programas y procedimientos congruentes. En el diseño de estos programas, se debe tener en cuenta que, para lograr el objetivo de obtener y retener los mejores talentos, el capítulo de salud debe ser amplio y continuo.


Este aspecto es tratado en forma periódica por los medios especializados. Se destaca el prestigioso diario La Nación, que informa sobre el tema, incluyendo entrevistas y citando casos reales de empresas líderes. También es posible apreciar por canales de cable el grado de importancia que asignan a este tema los países orientales (Japón, Corea, etc.). Así, hemos visto documentales en los que operarios de una empresa metalúrgica se encuentran formados en el patio de la empresa haciendo ejercicios al compás del ritmo que emite el altoparlante antes de iniciar la jornada laboral; también conocemos otros casos de oficinas donde, en tiempos estipulados, cuando suena una chicharra, los empleados se ponen de pie frente a sus computadoras y hacen elongaciones durante un rato para luego reiniciar sus tareas hasta la próxima pausa.


Los programas incluyen por lo general los siguientes aspectos, que enumeramos en forma sintética:

Exámenes médicos preocupacionales:
Es el punto de partida y es básico. Cuando se establece el principio
de formar equipos y trabajar con los más aptos, no se hace referencia exclusivamente al tema de las aptitudes profesionales, técnicas o artesanales. Se trata de un requerimiento generalizado, en que el estado de salud, tanto físico como mental, constituye un rol sumamente condicionante y está íntimamente relacionado con la posición a ocupar.


Por ello, si bien existen en el examen médico aspectos comunes (radiografías, análisis, examen clínico), según el puesto, el nivel jerárquico y la edad, deben incluirse otras verificaciones adicionales, imprescindibles para asegurar la plena aptitud psicofísica de los aspirantes acorde con las exigencias del cargo. No debe olvidarse que toda persona que ingresa implica una importante inversión, la que, a medida que transcurre el tiempo (capacitación mediante), se va incrementando gradualmente. Si se actúa con ligereza y no se tienen en cuenta estos lineamientos, cuando más adelante aparezcan los problemas, la inversión puede malograrse.


Un aspecto que debe tenerse en cuenta es que, ineludiblemente, la instancia de la evaluación psicofísica de los aspirantes debe ser cumplimentada en su totalidad antes de concretarse la incorporación de la persona a la empresa. Esto es obvio, pero en algunos casos (apuros) ha llevado a la actuación desprolija que posteriormente causó dificultades a la empresa y/o daño moral a los solicitantes.


Exámenes médicos periódicos:
Estos exámenes, que deben incluir a la totalidad del personal, deben tener lugar anualmente y requieren una mayor rigurosidad en la medida en que las personas tienen más edad. Con los progresos notables de la medicina, determinadas enfermedades que anteriormente producían desenlaces fatales, en la actualidad pueden ser detectadas precozmente.

Programas generales de actividades preventivas:

Complementando lo anterior se incluyen acciones tales como vacunaciones generales, por ejemplo, contra la gripe o la pulmonía. Repetimos: la medicina está logrando aceleradamente notables éxitos en distintas investigaciones y ello es altamente aplicable en distintos aspectos de la vida laboral.

Acciones especiales para temas específicos:
Este apartado se refiere a las actividades de reeducación o recuperación de personas que han adquirido adicciones que no pueden abandonar: tabaquismo, alcoholismo, drogadicción, etc. Sobre esto se está trabajando con intensidad y alcanzando logros muy importantes mediante reuniones de información y persuasión para reencauzar a integrantes de las organizaciones a tener una higiene de vida normal.

Actividades de mantenimiento del estado físico:
Es evidente que en la vida laboral actual las tareas se han simplificado notablemente y que la actividad física ha disminuido sensiblemente. La irrupción de la informática ha producido un cambio significativo, transformando gradualmente el esfuerzo muscular en actividad mental. Esto ha llevado a que una gran mayoría de personas realicen hoy buena parte de su tarea sentados frente a una pantalla y un equipo completo de computación.

Las PC han producido un vertiginoso progreso y diversos cambios en la realización de las tareas, pero también han dado lugar al sedentarismo.


Para contrarrestarlo, cada vez más empresas tienen en sus establecimientos lugares adecuados para que, en determinados horarios, sus integrantes produzcan el movimiento normal que todo cuerpo humano debe realizar durante el día. Quienes no tienen gimnasio suelen contratarlo en establecimientos de las inmediaciones.


Adaptación a la tarea:
Uno de los ámbitos en los que más rápidamente se adquirió conciencia sobre la importancia del estado físico es el de la producción. En este sector se efectúan amplias descripciones de los procesos productivos, detallando las posturas corporales, forma y característica de la silla, mesa de trabajo, iluminación, clima ambiental, etc., y las condiciones físicas y mentales indispensables para poder realizar las tareas.


La prevención de accidentes:
La actividad preventiva de accidentes está muy arraigada en las empresas. Campañas de seguridad con educación para evitar siniestros y lesiones constituyen una acción permanente. Esto incluye no solo la instrucción adecuada, sino se complementa con la provisión de elementos de protección (cascos, ropa adecuada, guantes especiales, calzado, antiparras, protectores auditivos, etc.), simulacros de incendio, etcétera.


La relación costo - beneficio:
La principal objeción que algunas veces suele escucharse es que, si se aplica todo lo precedentemente expuesto, ello representa un costo fuera de lo común e innecesario.


Esta objeción está totalmente alejada de la realidad.
Contar con personal en la plenitud de sus medios por el mayor tiempo que sea posible es la inversión más acertada que puede hacer una organización. Por ello, las empresas de vanguardia aplican todo esto, y tal vez muchas cosas más, porque valoran cada vez en mayor medida el significado del activo humano en los resultados de la gestión.

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