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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 74 - Abril 2005

Protagonismo femenino
"No falta mucho para que una mujer presida el Consejo"

Continuando con la sección inaugurada en el pasado número de Universo Económico, la revista convocó nuevamente a un grupo de profesionales que se destacan en distintos ámbitos. Las Dras. Ana María Campo, María Teresa Casparri, Nora Inés Fusillo, Flavia Melzi y Graciela Angélica Núñez (integrantes del Tribunal de Ética del Consejo) hablaron sobre el rol de la mujer en la Profesión, su presencia creciente en altos puestos de decisión y sobre la discriminación de la mujer, que en algunos ámbitos aún subsiste.

 

Las cinco son integrantes del Tribunal de Ética del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, no es el único dato que comparten. Las Dras. Ana María Campo, María Teresa Casparri, Nora Inés Fusillo, Flavia Melzi y Graciela Angélica Núñez son profesionales que se vienen destacando en distintos frentes: en la docencia, en el ámbito laboral público y privado, y en el Consejo, donde su protagonismo es notorio.

Un mediodía del mes de marzo, cerca del comienzo del otoño,
Universo Económico las pudo reunir durante una hora (no fue fácil, porque tienen una agenda cargadísima) para discutir sobre el rol de la mujer en la Profesión, su presencia creciente en altos puestos de decisión y también la discriminación del género que aún subsiste en algunos ambientes.

María Teresa Casparri es Doctora en Ciencias Económicas, Actuaria, Licenciada en Economía y Contadora Pública. En la actualidad, es secretaria académica de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y directora del Centro de Investigaciones de Métodos Cuantitativos aplicados a la Economía y Gestión. Recientemente, se la nombró Profesora Emérita de la Universidad de Buenos Aires. Tiene 46 años de profesora regular de la Facultad, de donde egresó en 1956. Profesionalmente, apenas se recibió, entró al Tribunal de Cuentas de la Nación como contadora fiscal y llegó a los cargos de directora general de delegaciones y fiscalías, auditora general e inspectora general. Se retiró de esta institución en 1981 para dedicarse en forma exclusiva a la docencia.


Nora Inés Fusillo es Contadora Pública y profesora de la Escuela de Educación Continuada del Consejo. Su especialidad es el "desarrollo del potencial profesional". También está presente en un posgrado de la UBA en organizaciones financieras y en la Escuela de Negocios de AMBA (Asociación de Marketing Bancario Argentino). A pesar de estar volcada a la tarea docente, no descuida su actividad como consultora. Durante 25 años se desempeñó como especialista en tecnología informática, trabajando para grandes proyectos de empresas multinacionales y locales.
Graciela Angélica Núñez es Contadora Pública y Licenciada en Administración. Entró a trabajar en el Banco de la Provincia de Buenos Aires cuando estaba terminando su carrera. Allí ocupó diversos puestos: fue subcontadora general, auditora general; en los últimos diez años ocupó el cargo de subgerente general (fue la primera mujer en llegar a un cargo tan alto en el sistema financiero público o privado) del Banco Provincia. Actualmente se ha retirado del Banco y es consultora en capacitación, directora de la Escuela de Negocios de AMBA, subdirectora académica del posgrado de Administración de Organizaciones Financieras y profesora de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.


Flavia Melzi es Contadora Pública y Abogada. Se especializa en las áreas tributaria y concursal. Es docente de la Universidad de Buenos Aires en las facultades de Ciencias Económicas y Derecho, y también en posgrados en varias universidades del interior del país. Ha publicado varios libros sobre su campo de especialización. En el ámbito público fue directora de Rentas de la División de Servicios Sanitarios de la municipalidad de Quilmes.


Ana María Campo es Contadora Pública y representante de la Lista Blanca. La Dra. Campo es profesora asociada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires y trabaja en la Profesión.


La conversación fue tan interesante que conviene evitar los preámbulos y abordar directamente el debate.

Universo Económico: ¿Cuál es la función especifica del tribunal?
Todas a coro: Que hable la abogada (risas).


Flavia Melzi: El tribunal es un órgano de control en función de las potestades que nos da la ley. Se controla el cumplimiento adecuado del ejercicio profesional. Pero básicamente implica un ejercicio de contralor de nuestros pares; algo que es un trabajo de fuerte y profunda responsabilidad porque no es fácil juzgar a los pares y ser ecuánime sin perder el equilibrio.

UE: ¿Cuál es la representación femenina en el Tribunal de Ética Profesional?
Graciela Núñez:
Se respeta el cupo de un tercio, que marca la ley 466.


FM: En realidad, la ley 466, que rige la actividad en el Consejo Profesional, tiene una cláusula dentro de su ordenamiento que remite a la cláusula profesional que se conoce como Discrimicación Positiva. Esta cláusula generaliza, no habla de la mujer, pero dice que ningún sexo puede tener menos de una representación del 30 por ciento.

UE: ¿A partir de esta ley aumentó efectivamente la participación de mujeres?
GN:
Yo he participado en el Tribunal y en el Consejo antes de la ley de cupos; hace más de 20 años que estoy participando. Pero sí, ha aumentado.


María Teresa Casparri: Además, las profesionales han aumentado porque la Facultad está llena de mujeres. Hay un avance en la Profesión. Por ejemplo, en la carrera de Actuario, la cantidad de mujeres supera a la de hombres y antes era una carrera de hombres. Cuando la hice, yo estaba sola. En la actualidad, Administración y Contabilidad tienen tantas alumnas como alumnos y en Economía hay más mujeres.

GN: De todos modos, esta composición diferente se traduce también en la matriculación en este Consejo, que fue transformándose en número y, hoy por hoy, cuando uno entrega las matrículas de registro de inicio, es casi igual la cantidad de matriculadas que de matriculados.

Nora Fusillo: Las alumnas son quienes más reciben diplomas cum laude o con mérito académico.

Ana María Campo: Es un fenómeno que también se ve en las comisiones de estudio del Consejo: hay una participación femenina creciente, tanto a nivel de las autoridades como de sus miembros.

MTC: Es cierto, no podemos decir que haya discriminación en este ámbito. Hay un llamado amplio a las mujeres a participar.

NF: Es importante señalar que, al menos en Económicas, la discriminación ya es historia, que no costó tanto entrar como en otras carreras, por ejemplo, ingeniería o medicina. Nosotras tuvimos una recepción sencilla en Económicas. En cambio, cuando salíamos a trabajar en las empresas, aun en los años ’70, cuando supuestamente se venía de una década (los famosos ’60) que era de gran apertura mental, nos encontramos en el sector privado con una cultura sostenida por hombres y por mujeres, una cultura tradicional histórica en donde la mentalidad todavía no nos facilitaba las cosas, y había alguna resistencia. Esto nos llevó a concentrarnos en mostrar que nosotras podiamos hacer las cosas bien, y que la inteligencia no tiene sexo.

AMC: La discriminación estaba también dentro de nosotras mismas. Creo que era cultural.

GN: Cuando egresé en los ‘70, fui a una convocatoria para entrar a una gran empresa de auditoría, y la gente nos decía: "¿Cómo van a venir ustedes como auditoras? Hoy, si hacemos un análisis de la composición de los estudios principales, medianos o pequeños, nuevamente surge esta mayor participación de la mujer. Esa es la realidad.

NF: ¿Cuál era el mito? El mito era que si una mujer tomaba inventarios en la planta iba a causar un problema; había limitaciones para entrar en una planta. Yo, cuando hice ese trabajo, por el contrario, encontré una disposición bárbara.

FM: Yo quería resaltar ese tema de que estamos convencidas de que no hay una discriminación, o que la discriminación se ha reducido en los últimos años. Creo que por el ejercicio profesional y por el nivel de preparación y capacitación que cada una logró por sus propios medios pudo superar esa barrera. Pero no en todas las actividades pasa esto. En los ambientes profesionales jóvenes, donde aún no hay un alto nivel de experiencia o un alto grado de especialización, no es tan así. Todavía hay muchas barreras en cuanto a materia salarial.

NF: Yo diría que cuando uno enfoca el trabajo hacia la excelencia, realmente las creencias ceden ante los hechos y los resultados. Conviene trabajar con dedicación y dejando de competir y de confrontar, porque, si no, realmente se pierde mucha energía. En mi experiencia, he visto muchas mujeres que han querido competir con hombres y han terminado copiando lo peor, lo que ellas mismas cuestionaban.

FM: También existía ese principio: "sos uno más de nosotros". Esta es una frase que más de una vez me ha tocado escuchar: "con vos no hay problema, vos sos uno más de nosotros"; y una puede estar en un determinado nivel donde se considera y participa en un plano de igualdad. Una llenaba determinado espacio y entonces dejaba de ser una mujer, pasaba a ser uno más del grupo, pero perdía su diferencia. Creo que esto hace perder en cierto modo el crecimiento conjunto, que implica sacar lo mejor de cada uno de los géneros.

UE: A mí me ha pasado trabajar fuertemente dentro de una Comisión del Consejo y recibir como mejor elogio del presidente: "tenés mentalidad masculina".
GN: Yo también tengo una larga experiencia de estar en una organización donde prevalece el sexo masculino en los puestos de conducción. Por lo menos, por la sensación que he percibido, creo que la cosa estaba en la distinción por el esfuerzo.

UE: Más allá de su experiencia personal, en el Consejo hasta ahora no hubo una mujer presidente.
GN: Por ahora. Yo creo que va a pasar poco tiempo para que haya un presidente del Consejo mujer. Esto es lo mismo que si analizamos la Profesión 30 años atrás, cuando no había presencia femenina. Sin duda que se requiere una transformación cultural, de mente, pero de todos: de los hombre y de las mujeres.


NF: Hay que vencer las resistencias, que están más en las mujeres que en los hombres.

AMC: Coincido totalmente con lo que han dicho: la inteligencia no tiene sexo. Si puede desarrollarse, si es inteligente, la mujer sale adelante.

UE: ¿Pudieron equilibrar su vida privada con la profesional?
AMC: Una trata a diario de hacerlo, pero nunca descuidé a mi familia, nunca descuidé mi vida personal, traté de crecer simultáneamente en ambos ámbitos; es una cosa que hacemos a diario.


NF: Yo estaba preparada para que (con la maternidad) me bajaran los ingresos, porque supuestamente iba a estar con menos dedicación e iba a facturar menos honorarios, y resulta que los clientes me dieron ese espacio como si hubiese estado en relacion de dependencia. Como consejo, siento que de nosotras depende este avance: que sigamos recordándonos la fortaleza que tenemos, porque ahora están los estudios, que no estaban antes, con estos temas de la lateralidad, las ventajas que tiene la mujer desde su inteligencia emocional, sus habilidades relacionales y la intuición que empieza a ser un valor importante.

UE: ¿Qué mensaje les pueden dar a las jóvenes profesionales cuando tienen bebés y se les dificulta el acceso a la actualización porque no pueden permanecer muchas horas fuera de su hogar?
NF: Yo creo que nuestra profesión, que tiene más alternativas de hacer emprendimientos independientes con la base que tenemos, nos da más posibilidades que otras profesiones. Además, es un tema de organización, porque uno es muy eficiente y a lo mejor en muy poco tiempo, cualitativamente, se puede concentrar bien, y creo que es importante darle el espacio a la maternidad para aquella que tiene la vocación.

AMC: Con la tecnología actual, la capacitación no necesariamente tiene que ser en forma presencial.

UE: ¿Qué pasa con las mujeres en los puestos directivos? ¿Existe el famoso "techo de cristal"?
FM: Se necesitan más mujeres con vocación de poder, porque participación hay, pero después hay que animarse a pegar el salto para ocupar un espacio de responsabilidad, que implique un rol de conducción; por ejemplo en las familias de matriculados o en cualquier estrato, o en cualquier ámbito de la vida política de la mujer, con un proyecto sustentable y que mantenga una permanencia en el tiempo. Creo que esto es fundamental.


NF: Hay muchos ejemplos de mujeres en puestos muy altos de decisión. La primera que se me ocurre es Carly Fiorina, la ex presidenta de HP.

UE: Hablando de ese aspecto, ¿quiénes son sus referentes femeninos?
NF: Alicia Moreau de Justo es un referente para mí -pensando más allá de la Profesión- como pionera.


FM: En el ámbito del desarrollo profesional, alguna vez me gustaría parecerme a Camila Novarrini. No es específicamente contadora, pero es tributarista y realmente para mí, en lo que hace a mujer profesional en la actividad, realmente es un modelo.

GN: En general, destaco toda la gestión de aquellas que tuvieron la valentía de luchar, de esforzarse, de tomar decisiones importantes. A todas ellas hay que rendirles homenaje.

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