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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 75 - Junio 2005
Protagonismo femenino
Mujeres profesionales: me tomo cinco minutos
Trabaja a un ritmo infernal y no para un segundo. Economista, mujer, madre y presidenta del Banco de la Nación Argentina, la licenciada Felisa Miceli recibió a Universo Económico en su despacho. Allí habló sobre su pasado en el Consejo y de los buenos recuerdos que conserva. Trabajó como asesora en las comisiones de Economía entre los años 1982 y 1984. Recibida como economista en la UBA, cuenta que siempre tuvo que trabajar y que nadie le regaló nada. También hubo definiciones sobre sus comienzos profesionales y cómo es ser mujer y funcionaria pública a la vez.

 

“Tenemos cinco minutos", fue lo primero que dijo Felisa Miceli cuando recibió a Universo Económico en su despacho del Banco de la Nación Argentina (BNA). Es que en verdad la agenda de la presidenta de la entidad bancaria no tiene un hueco libre desde la mañana hasta la noche. Así son todos sus días. La entrevista comenzó 40 minutos después de la hora acordada. "Un día muy ocupado", se justificó.

Lo primero que uno piensa cuando las agujas marcan que la reunión viene atrasada es que se va a encontrar con una persona con muy poco tiempo para escuchar preguntas, con la cabeza ocupada en otros temas y sin un segundo para tomarse un respiro. Pero, cuando aparece Miceli para el reportaje, enseguida se nota en ella a una persona de muy buen humor y excelente predisposición para atender a la prensa.


Miceli cuenta con el logro de haberse convertido en la primera mujer en ocupar la presidencia del BNA. Pero, bastante antes, uno de sus primeros trabajos lo cumplió en el Consejo. De su paso por allí guarda excelentes recuerdos, según le comentó a Universo Económico en una charla que finalmente duró más de cinco minutos.


Felisa Miceli es Licenciada en Economía, recibida en el año 1975 en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. En más de una oportunidad se ha considerado una digna representante de la Argentina de "m´hijo el dotor". Su familia pertenecía al sector de la clase media "más bien baja" y quería que ella se convirtiera en profesional; ese era el sueño de sus abuelos inmigrantes y de sus padres.


Lo que sigue son las principales definiciones de la presidenta del BNA para
Universo Económico.

Miceli y sus comienzos

"Tuve que trabajar durante toda mi carrera para pagarme los estudios porque no me quedaba otra alternativa. ¿De qué trabajaba? De empleada administrativa en una oficina. Cuando me recibí, conseguí el primer trabajo de economista en la Secretaría de Hacienda; luego pasé al sistema financiero y, varios años después, en 1982, ingresé al Consejo."

Miceli y la mujer economista

"Estudiar Economía fue toda una apuesta. Porque ser mujer y economista era raro. Había muy pocas chicas en la Facultad de Ciencias Económicas en aquella época y menos en la carrera de Economía. Elegir Economía fue por vocación, por gusto, por sentir que era una ciencia social muy interesante. Me dio muchas fuerzas para conocer y aprender sin importarme demasiado mi futuro económico. Más tarde, la carrera se desarrolló mucho más de lo que cualquiera podría haber imaginado en aquel entonces. Pero también se desarrolló el mercado laboral para la mujer. ¿Qué creció más: las mujeres como profesionales o la carrera de Economía? Quizás la carrera de Economía. Cuando yo empecé a estudiar en el año 71, la carrera no era conocida. Se puso de moda entre 1989 y 1990. Para entonces yo ya llevaba varios años de profesión. Por otra parte, al mismo tiempo, durante esos 25 años, la mujer fue ganando un montón de espacio en los cargos jerárquicos de los distintos espacios de la sociedad."

Miceli y el Consejo (I)

"Cuando comencé a trabajar en el Consejo fue porque gané un concurso por un aviso publicado. Haber participado en ese concurso respondía a algo muy personal: llevaba casada varios años y quería empezar a tener una familia. Como trabajaba en el sistema financiero, la jornada laboral allí era extenuante y el aviso del Consejo decía que se buscaba a un asesor en Economía para trabajar cinco horas por la tarde. Era perfecto para mí: alguien profesional y que al mismo tiempo quería ser mamá. Gané la vacante y entré en el año 82. Me quedé dos años, y guardo los mejores recuerdos. El Consejo todavía no se había mudado a esa maravillosa sede que tiene en este momento, sino que tenía un lugar chiquito sobre la calle Viamonte. De ahí nos mudamos a la esquina de Viamonte y la 9 de Julio, el edificio de la Fiat. Allí nos sentíamos sumamente poderosos, ricos.. (risas), y ya se estaba planeando ir para la sede definitiva, que es la de hoy."

Miceli y el Consejo (II)

"Conocí el Consejo desde que era muy chiquita. No tenía el tamaño de hoy en día. Su presidente en aquel momento era el Dr. Horacio López Santiso. La Comisión de Economía estaba presidida por el doctor Leopoldo Portnoy, hoy ya fallecido, un gran economista y una gran persona, quien luego fue presidente del Banco Central de la República Argentina. Conocí gente muy valiosa allí. El trato de la gente, la calidez de su personal y la forma de trabajar hacían de aquel lugar un ámbito sumamente agradable. Los consultores de las comisiones debíamos ser 8 o 10 a lo sumo. La mayoría de las comisiones era sobre la incumbencia de Contador Público.


Yo era asesora de las comisiones de los licenciados en Economía, que en ese momento eran dos nada más. Una tenía que ver con la práctica de la profesión (trataba del ejercicio de la profesión, de ganar más reconocimiento para las firmas de determinados dictámenes) y la otra tenía que ver con el análisis económico. En una de ellas, el presidente era Héctor Valle. Allí lo conocí y realizamos varias investigaciones y estudios juntos."

Miceli y la Economía

"La profesión dio un vuelco completo en los últimos 30 años. Es increíble si uno se pone a pensar en ello. Un economista hoy se desempeña en muchas áreas. Ya prácticamente no queda actividad humana donde no se reconozca el trabajo o donde no se desempeñe un economista. Entonces nos hemos popularizado para bien o para mal. Somos necesarios para un montón de cosas. Hoy hay una perspectiva enorme de futuro porque las transacciones económicas se especializan y se vuelven cada vez más sofisticadas, por lo cual ya no son necesarios solamente economistas, sino además economistas especializados en determinados tópicos. Por ejemplo, nosotros, que estamos en el sistema financiero, necesitamos analistas especializados en leasing y en operatorias financieras ad hoc para determinados proyectos de inversión, personas que tengan conocimiento de las leyes extranjeras para la locación de fideicomisos. En conclusión, yo diría que la globalización y la sofisticación de los mercados financieros abren una perspectiva interesante para el profesional en Economía, no solamente en el sector público, sino también en el privado. Las industrias, los servicios, las AFJP y las empresas que exportan serán ámbitos de desempeño laboral en el futuro. Inclusive creo que hasta los economistas de los sectores sociales serán muy importantes; por ejemplo, en la Economía de la salud o la Economía de la educación."

Miceli y la función pública

"Es la primera vez que estoy en la función pública. Me desempeño en ella desde hace dos años. Antes siempre trabajé en el campo profesional, lo que me dio una gran libertad de tiempo y de opinión de todo tipo. Ahora es otra cosa: cuando uno trabaja de funcionaria pública, en un proyecto político con un alto grado de exposición, el tema ya es distinto. Tuve una exposición mediática que no pensé que iba a conseguir. Trabajar en el campo profesional, en una empresa o como consultor independiente, es algo que a uno le permite elegir el trabajo que quiere, moverse con los horarios que a uno le convienen para así ver a su familia o amigos. Son dos trabajos completamente distintos."

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