En gran parte de esta edición se ha mostrado cómo las
profesiones de Ciencias Económicas y el Consejo Profesional han evolucionado a lo largo
de las últimas décadas.
Resulta evidente que estos años marcaron tres incrementos, en términos relativos,
superiores a cualquier otra media con que se los compare. Veamos:
1. En la
actualidad, los graduados en Ciencias Económicas en todo el país lo son en una
proporción mayor que el total de profesionales varias décadas atrás. Es decir, la
cantidad de nuestros profesionales creció a una tasa mayor que el resto de las
profesiones. Esto significa un indudable "mayor peso" dentro del capital
intelectual de que dispone la comunidad.
2. El crecimiento de profesionales en Ciencias Económicas
superó el aumento de puestos de trabajo. Dicho de otro modo, la oferta de trabajo de
profesionales avanzó más rápidamente que la tasa de incremento de la demanda general de
empleo.
3. Nuestras profesiones ganaron en consideración ante la
sociedad y en la comunidad de negocios. Si bien todavía resta mucho por hacer, décadas
atrás, las profesiones de Ciencias Económicas tenían una presencia secundaria y
subalterna, y hoy han adquirido un relieve notablemente mayor. Piénsese lo que
representaba en la primera mitad del siglo pasado un abogado o un médico en relación con
un contador público y cómo hoy, en cambio, son vistas esas profesiones. Esta
perspectiva, además de su indudable tenor subjetivo, también puede demostrar que
nuestros profesionales están realmente "agregando valor" en el terreno
económico y social.
Sin
embargo, el propósito de esta nota no es analizar el pasado, sino tratar de entrever las
tendencias que influirán sobre el futuro.
Utilizaremos una herramienta ampliamente conocida en el ámbito de la administración: la
matriz FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas).
Fortalezas
Las carreras de
Ciencias Económicas brindan una formación que cubre distintos métodos, ciencias y
formas de pensar. Desde el derecho hasta las matemáticas, los estudios cubiertos por esas
carreras encuentran puntos de contacto tan disímiles como son las ciencias sociales y la
ingeniería de producción.
La oferta de capacitación continua, posgrado y perfeccionamiento,
ampliamente extendida en universidades y entidades profesionales de Ciencias Económicas.
El rol muy activo de nuestro Consejo Profesional (y de otros consejos
profesionales del país) tanto en lo que hace a cuestiones de apoyo a los matriculados
como en temas de representación de las carreras ante la comunidad.
Debilidades
La escasa
"presencia" de nuestros graduados en cargos de los poderes políticos, sean
legislativos o ejecutivos.
A veces, una tendencia a adoptar enfoques de otras disciplinas, relegando
los propios. Por ejemplo, analizar las cuestiones fiscales desde una óptica
exclusivamente reglamentaria o de jurisprudencia, como podría hacerlo un abogado.
Las actividades de investigación para probar en el terreno empírico las
teorías no tienen el desarrollo que podrían tener. La investigación no sólo es
aplicable al trabajo científico de interés general, sino también puede emplearse en el
campo de cada organización para indagar en aspectos de su realidad económica o temas de
administración en los cuales exista un interés directo.
Como
lo prescribe el armado de la matriz, las fortalezas y las debilidades se refieren a las
condiciones con que se cuenta, mientras que las amenazas y las oportunidades muestran
aspectos externos o internos que pueden favorecer o limitar el accionar futuro.
Amenazas
Los ataques, exigencias
desmesuradas o restricciones en el campo del trabajo profesional que con frecuencia
imponen los organismos fiscales o de control, y que afectan a los profesionales en varios
de los servicios que ofrecen. Los casos típicos son los entes fiscales que, con
frecuencia, en lugar de ver al profesional como un "aliado" para buscar el
cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes, suelen
vincularlo con el asesoramiento para no pagar impuestos (ayudar a la evasión). Otra
práctica de esos organismos que perjudica a los profesionales es dictar una enorme
cantidad de disposiciones y, luego de dictadas, modificarlas frenéticamente. Otras veces,
al revés de lo anterior, implantan sistemas tributarios "simplificados" que no
terminan con la evasión (más bien la facilitan), pero sí reducen o eliminan el
asesoramiento profesional (como el Monotributo y similares).
El quedar involucrado ante hechos fraudulentos o delictivos. El
profesional, en muchos casos, aun siguiendo las mejoras técnicas profesionales, no está
en condiciones de detectarlos (puede ser un ejemplo el reciente caso de las normas sobre
lavado de dinero).
Una economía que no crezca a un ritmo sostenido. La demanda de servicios
en estas profesiones es muy sensible a la situación económica y a un clima favorable
para las inversiones y los negocios. En contextos de crisis, solo ciertas especialidades
son las requeridas, pero no el resto.
Oportunidades
Contrariamente a lo
anterior, una economía en expansión, con inversiones y crecimiento, es una fuente de
demanda de servicios profesionales muy importante, y el mayor conocimiento, el trabajo
sólido, la mejor actitud, permiten a quienes los tengan destacarse profesionalmente como
un factor que añade valor.
Nuestras profesiones están en óptimas condiciones para acompañar el
crecimiento, aumentar la confianza en los usuarios de la información que se prepara y
dictamina, mejorar la calidad de la gestión, entre las muchas áreas que abarca el
conjunto de estas profesiones, que en nuestro país alcanzan un nivel de "clase
internacional".
La ampliación del espectro de conocimientos cubiertos por las disciplinas
de Ciencias Económicas, tal como recientemente ocurrió con la incorporación al Consejo
Profesional de los licenciados en Sistemas de Información, egresados de la Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA.
La notable capacidad intelectual para expandir el saber y lograr
descubrimientos y aportes novedosos en nuestras disciplinas. Es muy poco probable que las
tareas y servicios que realizan nuestras profesiones se tornen obsoletos. Por el
contrario, la mejora continua los tornará cada vez más útiles y requeridos.
El papel que seguirá cumpliendo el Consejo Profesional como ámbito de
capacitación, prestación de servicios y defensa de las profesiones. Un rol de notable
valor en pos de asegurar la jerarquía de las profesiones y la solidaridad entre los que
integran esa comunidad profesional.
Cada
elemento de los aquí mencionados es susceptible de discusión. Por otra parte, son varios
los que podrían agregarse. El futuro, como se dijo tantas veces, está rodeado de
incertidumbre. No mencionaré aquí las tan divulgadas acechanzas de la antes admirada y
hoy odiada "globalización". Ni la incertidumbre ni el cambio pueden evitarse, y
sería un esfuerzo vano intentar hacerlo.
A favor de un futuro favorable están los sólidos elementos descriptos. Pero cabe la
vieja precaución de Alfred Marshall cuando decía: "a lo que más debe temer un
economista es al aplauso". No seamos nosotros mismos los que nos detengamos para
autoelogiarnos y descuidemos así el construir día tras día un futuro distinto. |