Cuando me invitaron a escribir un artículo para Universo
Económico sobre el tema de referencia se presentaron dos alternativas: continuar con la
divulgación del tema como ya lo hice tiempo atrás (en el número 70 de marzo de 2004) o
encarar un trabajo más académico basándome en textos que escribí en los últimos 11
años, algunos en forma individual y otros en forma conjunta (ver bibliografía). He
optado por esta segunda posibilidad.
Antecedentes
En nuestro país, la contabilidad social no ha alcanzado aún el grado de desarrollo de
algunos de los otros segmentos; a nivel internacional existe una preocupación importante
por brindar información relativa acerca de ella.
En la Argentina se destaca la labor desarrollada por Chapman y García Casella a partir de
la década del 80. En las mismas organizaciones, tal vez influenciadas por la
globalización de la información, notamos una aparición de temas sociales en sus estados
contables publicados a partir de la década del 90.
No podemos dejar de reconocer la influencia de las organizaciones en la comunidad, ya sea
como generadoras de empleo o por su influencia en el entorno. Es por eso que consideramos
de vital importancia poder contar con información que nos permita evaluar su desempeño
en el medio donde opera.
La naturaleza social del fenómeno ecológico se conceptualiza como asignable a una
dimensión diferente de la que informan los sistemas contables tradicionales. Creemos que
eso ocurre porque dichos sistemas contables tradicionales no corresponden a los segmentos
que nosotros llamamos contabilidad social.
Si hay grupos humanos que tienen metas comunes tales como disminución de la mortalidad
infantil, vivienda digna para cada vez más personas, aumento de la alfabetización, etc.,
consideramos que la meta de mantener o mejorar el medio ambiente es una más de ellas.
Segmentos
de la contabilidad
Coincidimos con los autores antes mencionados en que la contabilidad comprende cinco o
más segmentos:
Ellos serían:
a) Contabilidad patrimonial o financiera.
b) Contabilidad
gerencial o administrativa.
c) Contabilidad gubernamental o pública.
d) Contabilidad económica o nacional.
e) Contabilidad social.
Según
la opinión de García Casella, cada uno de estos segmentos tiene entre sí diferencias
fundamentales en lo que respecta a objetivos y métodos.
Objetivos
Patrimonial: patrimonio y
evolución.
Gerencial: cumplimiento de
metas organizacionales.
Gubernamental: servicios a
los contribuyentes y su aporte.
Económica: propuesta de la
teoría Macroeconómica.
Social: propuesta de la
teoría Micro y Macro- sociológica.
Métodos
Patrimonial y económica:
partida doble, basada en el principio de dualidad.
Gerencial: ecuaciones
múltiples micro-sociológicas.
Gubernamental
y social: ecuaciones múltiples macro-sociológicas.
Pero
todos estos segmentos tienen como sustento a la contabilidad, que lo es porque sus
elaboraciones (sistemas contables) reconocen la realidad a través de modelos contables
que ubican los datos relevantes en las unidades contables llamadas "cuentas".
Lo demás es secundario y, como tal, se adaptará a los problemas de toma de decisión y
al correspondiente sistema contable.
De este modo, la contabilidad social no depende ni exclusivamente de los problemas
económicos de los entes sujetos a su labor, ni de la dualidad y del método de partida
doble, ni de los modelos contables referidos exclusivamente a variaciones de capital o
patrimonio.
Otros
autores que trataron el tema son:
Rob Gray (2002) (1)
Este autor ha colocado en el centro a la Contabilidad Social y Ambiental (CSA) y señala:
"la preocupación por la contabilidad social y ambiental automáticamente nos fuerza
a proponer preguntas básicas acerca de (lo que convencionalmente se entiende por)
contabilidad y finanzas, sus fundamentos, sus propósitos, sus supuestos...".
Su entusiasmo por el tema contagia y nos dice que la CSA ha sido el principal foco de sus
intereses desde que se convirtió en académico.
Gray considera que la contabilidad social y ambiental puede influir poderosamente sobre la
contabilidad financiera (patrimonial en la Argentina) haciendo que ella brinde una
información productiva y moral que ubica el desarrollo sostenible en su mismo centro.
Considera que la especialización -este autor se ha concentrado en el tema que nos ocupa-
tiene grandes riesgos: no ser comprendidos por los que están en otra corriente. Le otorga
mucha importancia a la institución profesional de su país para evitar que la
especialización se convierta en compartimentos estancos.
Nosotros nos sentimos identificados con el autor y nuestro trabajo en los organismos
profesionales procura lograr un acercamiento de la contabilidad social y ambiental con la
contabilidad patrimonial, que es para muchos autores argentinos la única contabilidad.
Nos parece interesante ver cómo el autor, al preparar sus conferencias, tiene
dificultades para transmitir sus vivencias, y esto nos sirve de consuelo pues muchas veces
nuestros colegas no nos comprenden y no concurren a escucharnos cuando hablamos de estos
temas; por el contrario, nos escuchan y nos leen cuando tratamos la normativa de la
contabilidad patrimonial.
Carmen Fernández Cuesta
(2004) (2)
El desarrollo de la investigación en contabilidad y en otras disciplinas muy diversas
(química, biología, ingeniería, etc), el aumento de la preocupación de los organismos
y entidades (económicos y técnicos) de normalización y la ampliación de la actividad
profesional de los contables al ámbito ambiental demandan acordar el lenguaje común e
interdisciplinario.
La normalización de la contabilidad ambiental contribuye a lograr este acuerdo, siempre y
cuando los contables almacenemos un consenso suficientemente amplio acerca del fundamento
metodológico y el marco conceptual de esta nueva disciplina de la ciencia contable.
Este objetivo se puede lograr:
a) definiendo
la contabilidad ambiental como categoría de la contabilidad aplicada, cuyo objeto son las
relaciones entre una entidad y su medio ambiente;
b) estableciendo en el ámbito microcontable un marco conceptual para la
contabilidad ambiental flexible y adaptable a la información contable a elaborar, basado
en:
un concepto de entidad que abarque tanto los criterios jurídicos
tradicionales como el ciclo de vida de los productos y actividades de la entidad, y
un concepto de medio ambiente que tome en consideración el entorno vital
de la entidad a lo largo de un determinado período de tiempo.
Inés García Fronti (2000) (3)
Considerando que la emisión de normas contables vinculadas con el medio ambiente por
parte de distintos organismos que elaboran normas profesionales, con la correspondiente
preparación y presentación de información medioambiental que deben efectuar las
empresas, se ha consolidado en los últimos años, resulta lógico suponer que la
temática medioambiental plantea problemas que requieren en alguna medida de normativa
específica. Para ubicarnos en el panorama actual, a continuación incluiremos un cuadro
sintético con la principal normativa sobre el tema. Además de la referida a la
contabilidad financiera, se ha considerado pertinente mencionar alguna vinculada con la
auditoría y la contabilidad de gestión.
Paula D Onofrio (2003) (4)
La expresión contabilidad social fue utilizada en la década de los 60 en la literatura
técnica de Estados Unidos para identificar el cómputo y la exposición del
costo-beneficio de la actividad de entes públicos y privados, como lo señala el Dr.
William Leslie Chapman. La contabilidad social, como la contabilidad patrimonial,
concierne a la recopilación de los hechos o efectos sociales de la actividad empresarial.
Nos parece más adecuada la expresión estado de "costo-beneficio social" del
ente que la de "balance social", como comúnmente se denomina a la información
producto de la contabilidad social, ya que esta última da la idea de un único resultado
y de igualdad patrimonial, mientras que lo que estamos intentando evaluar es en realidad
el impacto de la empresa sobre los distintos grupos constitutivos del contexto social. El
cómputo consiste en definir los factores de la actividad empresarial que integran el
costo, o sea, los perjuicios que sufre cada grupo social y los beneficios o ventajas que
obtienen de ella. Los grupos sociales "afectados" por el ente serían: los
empleados, los consumidores o usuarios, los propietarios, el gobierno y el entorno donde
desarrolla su actividad.
No podemos dejar de reconocer la influencia de la empresa en la comunidad, ya sea como
generadora de empleo o porque influye en el entorno. Es por eso que consideramos de vital
importancia poder contar con información que nos permita evaluar su desempeño en el
medio donde opera.
El rol fundamental de la contabilidad es brindar a los diferentes usuarios información
que les resulte útil para la toma de decisiones. Se pretende así que la información
contable satisfaga las múltiples necesidades de los usuarios que, principalmente en la
actualidad, demandan información sobre cuestiones muy variadas.
Entre los diversos aspectos sobre los cuales los usuarios solicitan información fue
cobrando cada vez mayor importancia aquellos relacionados con temas de carácter social,
ético, medioambiental o ecológico.
Alcances
del concepto "balance social" o estado de "costo-beneficio social"
Observamos que la utilidad del informe social radica en la sistematicidad de la
información que brinda, de modo de permitir comparar los datos con otras empresas o con
otros períodos de la misma empresa, y poder establecer el grado de responsabilidad social
asumido por ella, su evolución en el tiempo y las perspectivas a futuro.
Informes
de carácter social
Dentro del ámbito internacional analizaremos:
a) Manual de
balance social de la OIT.
b) La Guía para la elaboración del informe y balance anual
de responsabilidad social empresaria del Instituto Ethos de Brasil.
Dentro
del ámbito local:
c) La ley
25.250 y su decreto reglamentario.
d) La propuesta del foro ecuménico.
e) La versión argentina de Sánchez Pastor.
f) La ley 25.675, ley general del ambiente.
Principales
ventajas de desarrollar el balance social
Brinda información detallada a la alta dirección para la
toma de decisiones en la fijación de políticas y estrategias sociales.
Permite racionalizar los
recursos sociales con que cuenta la empresa evaluando la efectividad de dichos recursos.
Brinda un mayor
reconocimiento de las características socio-laborales del personal y la contribución de
la empresa al desarrollo integral del hombre.
Constituye un instrumento que
facilita la fijación de políticas sociales a nivel de la empresa y por sector.
Permite mostrar la
contribución de la empresa al desarrollo humano del país. |