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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 77 - Octubre 2005

Mujeres profesionales en el ámbito del trabajo
El genoma de la mujer profesional hoy

Muchas mujeres deben compartir su tiempo de trabajo profesional con otros roles, como el de madre y estudiante al mismo tiempo. En general se trata de mujeres que brindan un esfuerzo notable en sus trabajos. Son más prolijas y constantes y están acostumbradas a realizar más de una actividad.
Las mujeres avanzan entre los nuevos graduados y jóvenes profesionales. No solamente son más ordenadas, tienen las carpetas al día y siguen sistemáticamente las clases (además de tener otras responsabilidades), sino que ahora también representan un número cada vez mayor entre los que obtienen su título y consiguen su primer trabajo. En el área de las Ciencias Económicas este proceso ya está ocurriendo. Pero el estudio ocupa solamente un casillero en el tablero del mundo profesional de la mujer en la actualidad. A continuación se comentan algunas claves para ilustrar detalladamente la situación de la mujer en el mercado laboral de hoy.

La formación

La perseverancia para mantenerse en el mercado laboral es uno de los motivos por los cuales las mujeres comienzan a ser mayoría entre los nuevos graduados universitarios en provincias como Mendoza.


Según datos presentados por el INDEC, en todo el país ya existe casi la misma cantidad de profesionales hombres que mujeres. Y todo hace suponer que en el futuro su desembarco en el terreno profesional en distintas disciplinas seguirá acentuándose como lo ha hecho en las últimas décadas.


Un informe presentado por ese organismo semanas atrás revela que la carrera de Ciencias Económicas es la que más profesionales convoca en todo el país (el 15 por ciento de los graduados). Y ya hay universidades donde el 61,7 por ciento de las personas que recibieron un título universitario en 2004 son mujeres. En la Universidad Nacional de Cuyo, por ejemplo, las mujeres contadoras igualan a los hombres (en 2003 se recibieron 113 de cada sexo).


El acceso de las mujeres a la universidad se ha emparejado: representan el 49% de los egresados. Sin embargo, las preferencias por determinadas carreras son muy marcadas según los sexos. Las distintas ramas de la Ingeniería siguen siendo una elección masculina: 102.124 frente a 9.663 mujeres con título. Los varones suman el 60% del total de graduados en las Ciencias Económicas, y esa proporción aumenta al 68,8% en la carrera de Economía.

Cómo trabajan, qué consumen

Un trabajo reciente de Latinpanel muestra que la mitad de las amas de casa argentinas menores de 65 años combinan las tareas del hogar con el trabajo remunerado fuera de casa.


En los sectores más altos de la pirámide social se destaca la mayor proporción de mujeres que trabajan fuera de casa. La posibilidad de alcanzar un título ya sea terciario o universitario, y el afán por superarse en la sociedad de consumo actual les permite complementar su vida de amas de casa –mamá/esposa- con el desafío de desarrollarse profesionalmente y así generar un aporte más al presupuesto del hogar.


El mismo estudio también hace un perfil del consumo de estas mujeres. Quienes trabajan fuera del hogar destinan una mayor parte de su presupuesto a alimentos congelados y lácteos, que les resuelven las comidas de sus familias con mayor facilidad. Al mismo tiempo, estas mujeres también gastan más en artículos de perfumería que las amas de casa dedicadas full time a sus familias.

Cuánto ganan comparado con los hombres

En el campo laboral, la desigualdad de trato sigue manifestándose. A pesar de la mejor capacitación, las mujeres ganan un tercio menos que los hombres según el INDEC. Y además se les dificulta acceder a cargos jerárquicos ya que deben acreditar mayores credenciales que los hombres.


Aunque los niveles educativos entre la población urbana son similares al de los hombres (en rigor, hay menos mujeres con secundaria incompleta), es notable cómo la población masculina desplaza a la mujer de las oportunidades laborales. Por ejemplo, el hecho de que el 35% de las mujeres en edad de trabajar se declaren inactivas encubre las graves distorsiones que sufre el mercado de trabajo argentino y cómo la legislación castiga con mayor intensidad a las mujeres.


Según un reciente documento del Instituto para el Desarrollo Social Argentina se sabe que:

El 46% de los varones consigue un empleo de razonable calidad mientras que esta proporción es del 27% para las mujeres en edad activa. La diferencia se explica por el empleo asalariado registrado, que es de 37% para los varones y 23% para las mujeres.

Entre el 54% de varones con dificultades de inserción laboral se destacan los asalariados "en negro" (21%), los cuentapropistas no profesionales (17%) y, en menor proporción, los desempleados y los inactivos (9% y 7% respectivamente).

En cambio, en el 73% de las mujeres con dificultades laborales, el empleo no registrado y el cuentapropismo es más bajo que en los hombres (17% y 8%), pero el desempleo llega al 13%. Sin embargo, lo que prevalece son las mujeres inactivas, que representan el 35% del total de mujeres entre 25 y 65 años de edad.

Una tendencia casi universal es la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral. En los países desarrollados, el fenómeno ha sido particularmente intenso. Los casos más notables se observan en los países escandinavos (Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca), donde, entre los mayores de 25 años, la diferencia es cada vez menor. La participación masculina en la fuerza laboral ronda el 90% y la de la mujer el 84%.

Trabajadora profesional, madre y estudiante

Muchas mujeres deben compartir su tiempo de trabajo con otros roles, como el de madre y estudiante al mismo tiempo. Es el caso de aquellas que trabajan teniendo hijos o que no dejaron de trabajar por haberse casado. Por lo general se trata de mujeres profesionales que se dedican con más ahínco a sus trabajos, son más prolijas y constantes, y están acostumbradas a realizar más de una actividad.


El buen desempeño que ellas muestran en su trabajo no tiene que ver tanto con la inteligencia, sugieren algunos. Hay hombres y mujeres más o menos inteligentes. Pero sí está relacionado con la dedicación y la concentración.


Un estudio de la Universidad del Salvador sugiere que sus tareas les permiten sentir entusiasmo, percibirse a sí mismas y a las personas con las que trabajan, y experimentar éxito en su profesión.


Otras conclusiones son:

Consideran más sencillo el trabajo masculino, ya que este no ofrece, por lo general, superposición de roles, tal como ocurre con el trabajo femenino.

Aspiran a ejercer cargos de conducción y a obtener poder.

Actualmente se dedican fundamentalmente a la profesión.

Consideran el trabajo como generador de recursos y sustento para vivir.

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