¿Quién dijo
que la medicina es nada más que para los médicos? El trabajo interdisciplinario gana
cada vez más terreno y la salud no es una excepción. Contadores, actuarios, economistas,
licenciados en Administración, a todos ellos es cada vez más frecuente verlos trabajar
en algún establecimiento de ese rubro, ya sea del sector público o del privado. Según
los integrantes de la Comisión de Salud del Consejo, el terreno para desempeñarse allí
tiene mucho potencial futuro. Las dificultades de trabajar con profesionales de otras
disciplinas y la importancia de una buena capacitación son fundamentales para que los
graduados consigan el éxito en este campo.
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Autora:
Dra. Celina Boccazzi
Coordinadora periodística de Universo Económico. |
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¿Escuchó alguna vez
una de las siguientes frases?: "La salud es sólo para los médicos", "las
clínicas son manejadas por doctores", "¿qué tiene que hacer un contador en un
hospital?" Bueno, vaya acostumbrándose a que no sea tan así en el futuro. El
ámbito de la salud es un campo donde los profesionales en Ciencias Económicas tienen
cada vez más oportunidades laborales, pero que todavía no aprovechan del todo. Por lo
tanto, el terreno para ganar hacia adelante goza de bastante potencial.
Es un hecho que cada vez hay más contadores, economistas, licenciados en Administración
que llevan a cabo sus tareas en este rubro. Hospitales, clínicas, obras sociales y otro
tipo de establecimientos, tanto del sector publico como del privado, hacen uso de los
servicios de profesionales en Ciencias Económicas.
La presidenta de la Comisión de Salud del CPCECABA, Dra. Graciela Asorey, piensa que en
los últimos años ha habido un cambio de mentalidad en ese sentido aunque todavía no del
todo suficiente. La convivencia con especialistas de otros campos aún cuesta, sobre todo
que los médicos acepten el rol de un contador o administrador a la hora cumplir con
tareas de administración o llevar los libros de un establecimiento de salud.
Universo Económico charló con los integrantes de la Comisión sobre
éste y muchos temas más. Además de Asorey, estuvieron presentes la licenciada en
Economía Zulema Joffe de Feldman y el licenciado en Administración Héctor Alberto
Rodríguez.
A continuación va un resumen de la charla que se convirtió en un debate apasionante que
involucra temas tan importantes como el ámbito laboral de los profesionales y el futuro
del sistema de salud de la Argentina.
UE: ¿Cuáles son las problemáticas más
importantes que hoy se discuten en la Comisión?
Graciela Asorey: Nosotros tratamos todo lo que tiene que ver con el ámbito
de la salud, que es un mercado muy cambiante. Seguimos temas como el de la emergencia
sanitaria que se prorrogó, las nuevas resoluciones de la Superintendencia de Servicios de
Salud o de la Administración de Programas Especiales. Tratamos de alimentarnos buscando
información nueva. Esto lo hacemos todos los integrantes de la Comisión por separado;
luego nos reunimos y lo tratamos juntos. El objetivo es organizarnos para llevar estos
nuevos datos a la página Web. También armamos un foro, pero todavía no lo pusimos a
funcionar. Otro objetivo es que cada uno aporte su experiencia desde el ámbito donde le
toca trabajar. Muchas veces pasa que el que trabaja en el sector público no conoce de
obras sociales, y viceversa.
Zulema Joffe de Feldman: Yo trabajo desde hace años en una obra social. Cuando
comencé, me pareció interesante el rubro y pensé que era necesario hacer cursos de
sanitarismo en la Escuela de Salud Pública, que en ese momento dirigía Aldo Neri. ¿Por
qué tomé aquella decisión? Lo que nosotros siempre decimos es que por un lado es
necesario tener firme nuestra profesión, pero, por el otro lado, necesitamos
conocimientos que en el área de la salud son diferentes de los de otras organizaciones.
No es lo mismo la industria de la salud que cualquier otra industria. Hay muchos temas
para discutir en este rubro. En la década de los 90, por ejemplo, en la Argentina se
hablaba de la desregulación de las obras sociales y del sistema de salud en general. Se
decía que el funcionamiento de libre mercado sería muy importante para llevar eficiencia
al sistema. Pero son tantas las fallas que existen en el mercado de la salud que no se
puede implementar esa receta. Es muy difícil hablar de salud y mercado porque no existe
la competencia perfecta; es un mercado oligopólico. Existen distintos escenarios; por
ejemplo, están los farmacéuticos por un lado, el servicio prestacional por el otro.
Luego uno ve el sistema de atención, en el que es importante brindar respuesta a la
empresa a través de una correcta gestión política, técnica y económica.
Héctor Rodríguez: Yo estoy trabajando en el grupo de planeamiento
estratégico y justamente uno de los integrantes de este grupo de trabajo desarrolló un
proyecto que expuso en la Comisión con el objetivo de que lo pudiéramos evaluar y
discutir si era aplicable en pequeñas instituciones. No nos cabe duda de que hay muchas
instituciones chicas a las que les serviría este tipo de proyectos. Por eso es útil lo
que hacemos. La idea es que el equipo que integre la Comisión sea interdisciplinario, que
estén tanto los contadores, como los licenciados en Administración de Empresas, los
economistas y los de sistemas en información.
UE: ¿Es difícil trabajar en el ámbito de la
salud?
Asorey: El tema salud es difícil porque hay que tener en cuenta
el sector tanto desde el ámbito de la persona encargada de gerenciar como desde el
prestador. El espectro de actores es muy amplio: prepagas, obras sociales y el sector
público. Son todos compartimientos estancos y cada uno maneja información distinta, una
forma de administración totalmente distinta, un manejo contable distinto, un manejo
impositivo totalmente distinto. Entonces, los que integramos la Comisión nos dividimos en
diferentes grupos de trabajo.
UE: ¿Cómo son los asuntos que discuten?
Rodríguez: Cada uno que tiene alguna especialidad, o sabe más de un
tema, viene a la Comisión y nos cuenta. De repente, por ejemplo, la gente que está en
obras sociales viene cuando sale una legislación nueva. Luego hay gente con conocimiento
parcializado. Hemos tenido una muy buena experiencia con talleres de trabajo. Hicimos uno
sobre el impacto del Monotributo, al que vino muchísima gente. Pero lo que necesitamos es
que llegue gente que se enganche de forma tal que tenga una visión más integradora.
UE: ¿Hay un divorcio entre lo académico y la
vida cotidiana?
Joffe: Hay veces en que los hospitales o sanatorios no dan cuenta
de los costos que tienen. Existen organizaciones que no quieren tener o no quieren
divulgar el costo de las prestaciones. Allí hay mucho por hacer. Pero, por otro lado, hay
quienes no incentivan mucho para que nosotros hagamos nuestra tarea como corresponde. Si
uno habla de una matriz de costo, todo el mundo debería conocer los números. Pero no es
así. Hay mucho desconocimiento.
Asorey: Está claro que tenemos que trabajar en forma
interdisciplinaria. Nosotros no podemos operar pero ellos tampoco pueden hacer gestión,
porque la hacen mal. Uno de los principales problemas en el ámbito de la salud es el del
financiamiento. Yo siempre les digo a los dueños de las clínicas: por más que les dé
un millón de dólares, ustedes lo van a perder igual porque no tienen idea de cómo
manejar esos recursos. Es que no saben hacer costos. El tema impositivo es también muy
desconocido; por ejemplo, la desgravación de ingresos brutos en la compra de
medicamentos. Incluso como usuarios del sistema de salud hay ignorancia en los temas.
Recuerdo que una vez llevé a mis alumnos de Administración de Salud de la UCES a una
charla del plan Remediar y no sabían de qué se trataba el programa.
UE: En los países desarrollados, la
administración de la salud está tomando una importancia cada vez más grande...
Joffe: El tema de la farmaeconomía en la Argentina está manejado
principalmente por médicos cuando en realidad nosotros tenemos toda la capacitación para
hacerlo. Lo que sucede es que en nuestra profesión hay todo un desconocimiento de lo que
podemos hacer dentro del sector salud.
Asorey: En la Facultad de Ciencias Económicas hay una materia
optativa que es Administración de Salud. Empezó con una cátedra y ahora tiene ocho.
Después hay facultades donde la carrera de grado es Administración de la Salud. Pero
insisto: el problema es el desconocimiento. He dado una charla en el Consejo a los
jóvenes profesionales sobre el mercado de la salud y abrieron los ojos porque no tenían
el más mínimo conocimiento de qué se trataba.
UE: ¿Cómo es la convivencia de los
profesionales con los médicos?
Joffe: Los médicos no aceptan normas de protocolo y eso es lo que
genera el enfrentamiento. No quieren hablar de calidad.
Rodríguez: En el Garrahan están empezando a desarrollar conceptos,
como el de "calidad". Pero se hace difícil. Uno de los médicos nos ratificaba
que se ha adelantado bastante con este tema. Sin embargo, todavía, cuando uno habla de
"calidad", el médico lo mira extrañado como diciendo: "¿de qué calidad
habla si cuando voy a operar yo soy Dios?". Con esa estructura de pensamiento es muy
difícil hacerle entender a los médicos que luego ellos tienen que acomodarse a la
gestión de la organización.
Asorey: La reacción de los médicos es muy compleja. Ellos
consideran que están capacitados para administrar. Sin embargo, la experiencia mundial
indica que no es así. Su formación es curativa, es totalmente distinta de la nuestra.
Hay que encontrar una forma de administrar la salud, que no es lo mismo que administrar
una empresa industrial. Se manejan otros temas, donde está en juego el abandono de las
personas y otras variables. Creo que nosotros, de todos modos, estamos más formados que
antes. Hoy no se puede trabajar en salud sin un actuario, un contador, un administrador o
un economista que esté marcando las fallas de mercado o una asimetría donde un médico
genere una demanda impresionante. Todo lo que tiene que ver con economía de la salud,
como costo de eficiencia o costo de efectividad, es fundamental para manejarse bien dentro
del mercado.
UE: ¿Se pueden aplicar las mismas políticas
de salud que fueron exitosas en otros países?
Joffe: El problema, cuando se habla de experiencias extranjeras,
es que a veces sirven poco para aplicarlas en el ámbito local. Una vez se compró un
software para el Garrahan y luego se terminó utilizando una mezcla con informática
propia porque el que venía del extranjero no se adaptaba bien a nuestros requerimientos.
La globalización en salud no existe. La salud es nacional. Todo lo que ha funcionado en
el exterior no es sinónimo de que vaya a funcionar acá. Por ello es importante conocer
los mecanismos como metodología, pero no podemos copiar lo mismo. A veces hay que buscar
soluciones pensando en lo que tenemos acá. Por ejemplo, al haber determinado los
medicamentos genéricos, que nadie se atrevía a encarar porque había miedo de que la
industria no lo aceptara, se logró hacer algo que solamente Brasil lo tiene. Había que
animarse a hacerlo. Son 15 millones de personas en el plan Remediar.
UE: Se critica mucho a los médicos, ¿pero
los profesionales en Ciencias Económicas no tienen nada que aprender?
Asorey: Sí, por supuesto. Los costos en salud no son los costos
industriales. Muchos de nuestros colegas siguen con una mentalidad estructurada, sin
encontrar la información adecuada en muchos casos. No saben dónde buscarla, no saben que
existe la página de la Superintendencia, que hay páginas del Gobierno, que lo que sobran
son datos. Pero hay que saber manejarlos. Hemos trabajado mucho con la gente que estaba en
el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Hay veces que salen mal las
resoluciones en temas de salud, exigiéndoles a los profesionales tareas que no les
corresponden.
En este momento, la temática de la salud vive una verdadera explosión. Primero, porque
cambiaron las autoridades de la Superintendencia. Segundo, porque el APE, que era un
organismo descentralizado, ahora vuelve a la Superintendencia. Tercero, porque la mayoría
de las clínicas atraviesa dificultades, ya que no pueden pagar más sueldos.
Nuestro profesional debe tener en cuenta que debemos empezar a prestar servicios. No se
trata de liquidar impuestos o hacer un balance. También es brindar servicios sobre un
montón de otros temas. Debe tener conciencia de que hay muchísimo campo de acción, pero
debemos capacitarnos para actuar en él. |
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