Si usted tuviera que
pensar en las franquicias que conoce, seguramente sería capaz de recordar en forma
inmediata entre seis y diez compañías. Si llegó a ese número, lo felicito, sigue
ratificando mi afirmación.
Esto se debe a que la franquicia es un sistema comercial aceptado, difundido y que
minimiza los riesgos, pero del que todavía nos falta saber mucho más debido al hecho de
ser un sector joven de nuestra economía.
El nombre "franquicia" proviene del francés franchiser, es decir, otorgar un
privilegio, cual es comercializar de cierto modo bienes y servicios. La franquicia es un
sistema de expansión comercial cuyo método es simple: una empresa franquiciante otorga
al interesado -franquiciado- un conjunto de elementos: la licencia de la marca, el know
how, asistencia en el inicio de la operación y a lo largo del contrato, y, eventualmente,
le provee los productos, lo que permite a este comerciante operar un negocio desde el
arranque.
A cambio de lo recibido, el franquiciado abona un derecho inicial para entrar en la cadena
y además cánones periódicos. La relación contractual que los une compromete al
franquiciado a hacer la inversión y la gestión del negocio, y al franquiciante a la
capacitación y al control del mismo.Ventajas y desventajas para el franquiciante
Esta modalidad ofrece una lista de beneficios para aquel que otorga una franquicia.
Primero: un crecimiento más rápido. El esfuerzo del franquiciante, sumado al de los
franquiciados, permite un posicionamiento más veloz en el mercado.
Segundo: una menor inversión. Las inversiones para los nuevos locales son soportadas por
los franquiciados.
Tercero: una baja en los costos de gestión. Al tener más bocas de expendio, éstas
contribuyen notoriamente a que la incidencia en los gastos de gestión sea menor.
Cuarto: obtiene otros ingresos ya que con el canon inicial más las regalías periódicas
se diversifican las entradas.
Además, este esquema brinda mayores negocios para los productos y servicios: a mayor
cantidad de locales se optimizan las compras y su producción logrando mejores precios y
condiciones.
Sin embargo, también existen desventajas.
Una de ellas, por ejemplo, es el anhelo de independencia del franquiciado. Con el
transcurso del tiempo es común que los franquiciados pretendan separarse de la red,
atribuyéndose el éxito de la operatoria, con la intención de ahorrarse los pagos al
franquiciante.
También existen riesgos de que haya un desprestigio de la marca (el franquiciante corre
con este peligro por la mala operación de sus franquiciados), menor discrecionalidad (no
puede hacer lo que quiere, por lo menos, tendrá que convencer a sus franquicias del
porqué ante determinado hecho), menor capacidad de imposición (será más difícil
imponer estrategias a los franquiciados en comparación con la gran facilidad para hacerlo
en un sistema de locales propios; los empleados no plantean obstáculos al recibir la
orden) y, por último, cierta dificultad para concretar otros sistemas de ventas (los
franquiciados preferirán que no se concreten otros sistemas de distribución de los
productos).
Ventajas y desventajas para
el franquiciado
Entre las ventajas para aquel que recibe una franquicia, se pueden enumerar:
Primero: que los productos y los servicios sean conocidos. Pertenecer a una red de
franquicias permite trabajar con productos y servicios testados en otras bocas de
expendio.
Segundo: la ubicación del local y su exclusividad territorial. Los franquiciantes
desarrollan la planificación geográfica; no permiten así la competencia directa entre
dos locales de la misma marca.
Tercero: el diseño del negocio y su equipamiento. Al iniciar una actividad independiente
no siempre se cuenta con las herramientas necesarias para atender los requerimientos de
arquitectura, de equipamiento adecuado, de sistemas probados, todas cuestiones que
generalmente están previstas en el franchising. Esto minimiza riesgos y costos.
Cuarto: contar con una ayuda en la puesta en marcha del negocio. El tener una guía de
orientación del inicio y puesta en marcha del negocio genera una menor incertidumbre a la
hora de abrir el establecimiento.
Finalmente, es bueno un esquema de franquicias porque prevé una capacitación continua,
controles estandarizados (garantiza cánones de calidad difíciles de alcanzar trabajando
en forma independiente), genera una marca y nombre comercial (trabajar con marcas
conocidas otorga ventajas de competitividad por su posicionamiento en el mercado) y es
bueno para el desarrollo del negocio (pertenecer a un equipo permite un mayor intercambio
de experiencias que minimizan el riesgo).
Entre las desventajas podemos enumerar:
Cuota de entrada y cánones periódicos: son desembolsos que, si fuera un
empresario independiente, no tendría
Pérdida de independencia: el franquiciado es jurídicamente
independiente, pero en la práctica hay sujeción a una serie de normas obligatorias de
procedimientos establecidos por el franquiciante y a aplicarse a toda la red. Por ello hay
una dependencia operativa.
Riesgos de afectación por problemas del franquiciante u otros
franquiciados.
Restricciones de zona.
Requisitos para franquiciar
El franquiciante debe comercializar un producto original, ya sea en cuanto a sus
características intrínsecas o a su forma de ofrecerlo a la venta. Debe tenerse en cuenta
que el negocio debe distinguirse por su nombre, marca y la imagen creada en la mente y el
ojo del público, pero también por el sistema y los métodos de operación.
Debe tratarse además de un negocio exitoso ya que el franquiciado duplica "éxitos
comerciales" y nunca fracasos.
El negocio debe generar el suficiente dinero como para: a) pagar la operación del
negocio; b) lograr un retorno razonable del capital invertido, inclusive la capacidad de
devolver préstamos tomados; c) pagar las regalías al franquiciante; d) ganar dinero.
La transferencia del know how es de importancia vital en un contrato de franquicia. El
know how es una habilidad técnica o un conocimiento práctico de cómo lograr un objetivo
específico. En general se trata de un conocimiento técnico secreto de uso restringido y
confidencial.
Recordemos que hay ciertos conocimientos que es imposible transmitir y, por lo tanto, no
pueden ser objeto de una franquicia; por ejemplo, "la habilidad de un pintor" o
la simpatía o fama de una persona en particular.
Uno no puede construir una franquicia sobre algo que está temporalmente de moda o sobre
una atracción a la que le estimemos una duración efímera.
Las franquicias han demostrado ser el mejor sistema de expansión comercial y prueba de
ello es su desarrollo a nivel mundial. La Argentina no está ausente de ese progreso y lo
testimonian cerca de 400 conceptos de negocio que han adoptado el franchising para crecer.
A su vez, los franquiciados que se sumaron saben perfectamente que es un sistema que
limita los riesgos transformando las posibilidades de fracaso en infinitamente menores. |