De la charla
que Universo Económico mantuvo con el presidente y el vicepresidente de la Comisión (los
doctores Antonio Lavolpe y Julio Marchione) quedó en claro que la estructura de costos de
las empresas ha tenido que enfrentar desafíos en los últimos años. La apertura de la
economía en los años 90 y la denominada lucha contra la inflación actual obligan por
uno u otro motivo al empresario al conocimiento acabado de sus costos y al profesional, a
satisfacer tal requerimiento.
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Autora:
Dra. Celina Boccazzi
Coordinadora periodística de Universo Económico. |
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Sin duda que el
tratamiento de los costos es uno de los temas que encabezan la agenda pública hoy en
día. Desde fines del año pasado, el Gobierno ha puesto como objetivo principal la lucha
contra la inflación y así se lo ha hecho saber a la sociedad.
Las herramientas utilizadas en un principio fueron aquellas que manejan y entienden los
economistas: la política fiscal, la política monetaria y la política de ingresos. Sin
embargo, reapareció en forma incipiente por ahora una herramienta que significa seguir de
cerca la estructura de costos de las empresas. Cualquiera sea el juicio que esto pueda
merecer, supone un involucramiento específico tanto de los contadores públicos como de
los licenciados en administración. La Comisión de Estudios de Costos del Consejo
Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deja en claro
en este reportaje las implicancias para el profesional. Su presidente, el Dr. Antonio
Lavolpe, y el Dr. Julio Marchione, vicepresidente, hicieron un extenso repaso junto a
Universo Económico de éste y muchos temas más.
Ambos coinciden en que la práctica de costos enfrentó en los últimos años un gran
desafío cuando la apertura de la economía modificó de algún modo la estructura de
negocios de muchas empresas. Los profesionales debieron adaptarse a nuevos requerimientos
de las firmas y lograron salir airosos de esta experiencia: supieron encontrar variantes
para ofrecer nueva información y más útil. El trabajo de los que se especializan en
costos, hoy en día, significa saber desenvolverse de manera conjunta con aquellos que
trabajan en sistemas y principalmente, con quienes se encargan de tomar decisiones a nivel
empresarial. "Ya no se puede ver la disciplina Costos como una isla que no tiene
vasos comunicantes con el resto de las otras áreas de la empresa. Esto es así porque las
empresas no la consideran como una isla. La realidad es que la empresa vincula el cálculo
de costos en toda la cadena de valor, desde la logística de abastecimiento hasta el
marketing", dice Marchione.
"Con la apertura de la economía el empresario demanda nueva información, quiere
saber algo más", opina Lavolpe.
A continuación un resumen de la charla.
UE: ¿Cómo ven hoy el tratamiento de
los costos en la Argentina?
Antonio Lavolpe: La actividad
económica, el empresario en particular y el profesional en Ciencias Económicas siempre
han considerado el tema de los costos como un problema contable. Y el empresario, sobre
todo el argentino, ha entendido que los costos no forman parte de lo que es una estructura
adecuada de información. Pero esto se fue modificando con el tiempo en la Argentina. La
causa de este cambio, tiene mucho que ver con algo de carácter universal que es la
globalización. Este proceso trajo una apertura impresionante de la economía y la
necesidad de incorporar las novedades que había en materia de management y, sobre todo,
de información para la gestión y para la toma de decisiones.
Estos dos últimos puntos son los dos aspectos hoy día sustanciales de un moderno sistema
de costos, sin perjuicio de que haya un primer objetivo, que es con fines
contables. Uno razona: "tengo que cerrar un balance y necesito saber cuál es
el valor de la producción terminada no vendida, o de los servicios prestados no
facturados". Eso me obliga a que, cuando la valuación es "al costo" yo
deba tener un sistema de costos. Entonces el cálculo de los costos nació como una
necesidad de tipo contable. Pero luego aparecieron nuevas técnicas de gestión que
necesitan de los costos para poder ser mejor utilizadas. En ese sentido, la doctrina viene
enfatizando la mutua dependencia existente entre ambos, y casualmente Julio ha escrito
últimamente algo en tal sentido.
Julio Marchione: El enfoque en los últimos años pasa por no tener una
receta de un sistema de costos, sino que éste brinde alternativas para las empresas a la
hora de tomar decisiones, y que además contemple que cada actividad económica se está
desarrollando con un modelo de negocios diferente. Sobre todo porque esa apertura
económica que mencionaba Antonio, y que las empresas argentinas sufren, casi las obliga a
tener que gestionar sobre la base de lograr competitividad, eficiencia y manejo de su
estructura de costos como lo hace un competidor que ahora no está en la Argentina, sino
que probablemente esté en Alemania, China, Israel o Estados Unidos. Sabemos que los
modelos de negocios terminan siendo una forma de estructurar los pasos de una actividad
económica que adoptan los distintos participantes. Y eso obliga a que los sistemas de
información de costos observen cuál es la estructura del negocio, que ya no es la
tradicional (aprovisionamiento, producción, comercialización), sino una que ha sufrido
una serie de transformaciones, conformando estructuras de las denominadas
"satelitales".
AL: Hay modificaciones sustanciales en la forma de relacionarse
la empresa con sus proveedores y sus clientes. Valga un ejemplo en la industria
automotriz: Volkswagen puso a sus proveedores de autopartes en la misma planta que tienen
en Pacheco cuando todavía nosotros en la Facultad enseñábamos el peligro que
significaba dejar una actividad en manos de un proveedor poco confiable. Esto fue un
cambio copernicano.
JM: Exacto. Estos modelos de negocios impactan sobre los
sistemas de información y es precisamente sobre estos sistemas de información que
comienza la interrelación de los sistemas de costos para responder a nuevas necesidades
de información que requieran los que toman decisiones. Ya no pasa solamente por conocer
cuánto me cuesta un servicio cuando lo quiero vender, sino también cuánto me cuesta
realizar una actividad en la que no soy tan competitivo y que tal vez resulte más
eficiente integrarme a otra empresa dentro de la cadena. Esto rompe con muchas ideas que
se traían de antes. Hoy la realidad es que la forma de hacer negocios es replicable en la
mayoría de las actividades. El grado de especialización es muy grande; entonces, el
proceso de integración se acentúa. Las grandes compañías ya no tienen programas de
desarrollo de proveedores a nivel regional o local, sino también a nivel mundial.
UE: El profesional actúa de forma
más cercana con quienes manejan la empresa. Entonces
AL: Digamos que se puede lograr un buen triángulo: el experto
en sistemas, el experto en costos y el gerente que toma decisiones. Antes, para conseguir
la información que va al balance, se debía procesar un mes entero toda la producción de
automóviles, por ejemplo. Luego se la registraba, se tenía la información y recién
después se la brindaba a los gerentes que tenían que tomar la decisión. Hoy en día,
con la información on line, las decisiones se toman al instante. Otro punto es que antes
el gran objetivo era determinar costos unitarios del producto para fijar precios. En la
actualidad, los temas de costos tienen que permitir dar información de lo más variada.
Si yo tengo un sistema de información bien armado, puedo brindar información muy útil.
Por ejemplo, ampliar la planta o tomar un mercado externo aprovechando precios más
baratos; tercerizar una actividad; discontinuar un artículo; colaborar en la elaboración
de presupuestos flexibles; colaborar en los análisis de sensibilidad, etc. Hay más
interrelación.
UE: ¿Qué relación hay entre los
precios y los costos de las empresas? ¿Qué tiene que ver esto con los profesionales?
AL: En nuestro país se habló mucho de costos en la famosa
época de la Secretaría de Comercio. Durante más de dos décadas, en nuestro país hubo
control de precios, que consistía en resoluciones donde el empresario debía informar la
estructura de sus costos para que lo autorizaran a aumentar sus precios. Esa información
hacía que el empresario comenzara a interesarse en los costos y pidiera al contador que
lo asesorara. Pero lo único que quería el hombre de negocios era que el profesional en
Ciencias Económicas "descubriera" más costos y que éstos se mostraran en los
papeles. Esto era porque todos los sistemas de la Secretaría de Comercio establecían que
la ganancia se calculase en función del margen del costo que se demostraba en vez de
hacerlo en función del capital invertido. Así, los empresarios se dieron cuenta de que,
cuanto más costos -que él no conocía ni le interesaban- surgieran de la tarea de un
profesional y cuanto más ineficiente fuera un empresario, mejores precios y más
ganancias lograrían. Paradójicamente, esto iba en contra de lograr una reducción en los
precios de los artículos.
JM: Poner el tema de estructura de costos como un requerimiento
a las empresas evidencia ante la profesión que conocer la estructura de costos sea
importante más allá de la finalidad que se percibe dentro del planteo. Difícilmente una
empresa pueda gestionarse sin conocer su estructura de costos. Pero también hay una
realidad y es que muchas empresas en la Argentina no tienen conocimiento de su estructura
de costos. Hay muchas firmas que se gestionan sin conocer la información analítica de su
propia estructura; por eso cuando la opinión pública dice que hay que conocer los costos
de las empresas, será difícil porque no todas lo hacen sobre las mismas bases y
principios de sus sistemas de costos, y otras no los tienen implantados.
UE: ¿Por qué hay firmas que no
pueden llevar su estructura de costos?
JM: Uno de los factores puede ser el tamaño de las firmas,
aunque no siempre es así porque hay muchas PyME que sí conocen sus costos. Seguramente
esas de menor tamaño tuvieron que sistematizar la información de costos porque la
necesitaban para competir con compañías que estaban en el extranjero. Eso las obligó a
que en el proceso de toma de decisiones tuvieran disponible la estructura de costos. Hay
sectores en los que, por como es su modelo de negocios, conocer sus costos no es un factor
clave para gestionarlos. A veces, el cálculo de los costos no es importante para alcanzar
el objetivo de competitividad en sectores como los de cine o televisión, donde los costos
y la calidad van necesariamente de la mano.
AL: El empresario no tiene muy clara su estructura de costos.
Pero tiene la idea empírica, conoce el negocio. El no conoce las técnicas de costo que
le permiten tener la información para cuando quiera dar un paso más en su negocio:
producir otro producto o salir a exportar. ¿Quién puede dar esa información si no somos
los profesionales en Ciencias Económicas?
UE: ¿Qué actividades está realizando hoy la Comisión?
AL: En la Comisión, la idea es trabajar en el ámbito
profesional y empresario. Tratamos de hacer tres cosas: los ciclos, atender los
requerimientos de la Mesa Directiva y hacer trabajos de investigación que generan los
famosos informes. La lectura de estos informes permite que la Comisión se adentre en
cuestiones teórico-profesionales, como la de los costos financieros que estuvieron muy de
moda en los 80. La Comisión ha emitido varios informes. Es interesante destacar que en
oportunidad de dictarse en el año 1991 el Decreto 1334 por el cual se establecía que
solamente se homologarían incrementos salariales en las empresas, cuando ellos fueran
consecuencia de un aumento en la "productividad", un grupo de trabajo especial
de la Comisión presidido por el Dr. Daniel Cascarini elaboró un interesante estudio
sobre el tema.
JM: Ahora estamos trabajando en un informe sobre los costos de
la actividad educativa centrándonos en el objetivo de controlar los costos y su manejo
presupuestario dentro del ámbito de la universidad pública. La idea es brindar la
experiencia de aplicación de los sistemas de costos que siguen vigentes a actividades que
paulatinamente van complicando su modelo y estructura a partir de una realidad económica.
AL: En educación, el tema es muy interesante. ¿Cuál es el
costo del graduado en la universidad? ¿El costo del graduado tiene que tomar en cuenta si
entran 100 alumnos y se gradúan 8? ¿Los costos de capacitación a los 92 que no se
graduaron, qué tratamiento les corresponde?
JM: Inclusive es interesante plantear cuál es la utilidad de
conocer el costo del graduado en la universidad pública. Seguramente hay que enfocar el
análisis y definir los objetivos de gestión antes de implantar un sistema de costos, con
la finalidad de conocer la información agrupada en distintas unidades: cuánto es el
costo de una cátedra, de una materia, de un departamento académico, más allá del costo
del graduado. La administración de la universidad pública es similar a la de otros
modelos de negocios: es indispensable definir los objetivos de gestión y decisión antes
de elegir las unidades a las cuales asignar los costos de la organización. |
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