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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 81 - Agosto 2006

Nota de tapa
El boom exportador plantea desafíos

Se sabe que el sector externo es uno de los principales motores de la economía argentina. Lo ha sido en los últimos años y lo seguirá siendo en el futuro. Detrás de este destino aparecen oportunidades y muchos desafíos para los profesionales. Deberán tener en cuenta que en la Argentina todavía no se encuentra consolidada una estrategia de desarrollo de las exportaciones y que todavía hay mucho camino por recorrer. Esta es una guía para entender dónde están ubicadas hoy las empresas en un mundo que, por momentos, parece más inestable que nunca.
Fuente:
Universo Económico
Número 81
Una economía con un sector exportador que gana en presencia es importante porque significa más divisas para el país (sobre todo si cuesta conseguir financiamiento externo) y porque brinda oportunidades de trabajo para la gente. Los profesionales en Ciencias Económicas deben ser conscientes de que el desafío de los próximos años será saber aprovechar al máximo el panorama favorable que, al menos en los papeles, se le presenta a la Argentina. En diversos rubros hay, y seguirá habiendo, oportunidades de desarrollo profesional relacionadas con el boom exportador. Tanto en el agro como en la industria, tanto en las grandes empresas como en las PyME, el campo profesional de las Ciencias Económicas se amplía a medida que las exportaciones cobran más relevancia en la economía.

El desarrollo exportador aún no se encuentra consolidado del todo, advierten algunos. Hay quienes creen que el actual momento solamente se debe al factor suerte y a que los precios de las commodities se encuentren tan altos. Otros explican que muchas PyME que comienzan a exportar lo hacen por una única vez y luego desisten de mantener el esfuerzo.


De todas formas hay un dato más importante: las exportaciones alcanzan niveles históricos en lo que va del año. Si se tienen en cuenta los problemas con la cosecha y las restricciones a las exportaciones de carne, esto demuestra que la Argentina exportadora no sólo vive del campo ya que además se está ante un verdadero boom exportador. En ese sentido, un aspecto relevante para destacar es la mayor inserción en el comercio internacional, reflejada, particularmente, en la contribución al crecimiento de las ventas externas de productos manufacturados. Así, la balanza comercial no sólo continúa arrojando signo positivo, sino, además, el saldo es superior al registrado en igual período de 2005 en el contexto de un fuerte dinamismo económico.


Las exportaciones de mayo de 2006 alcanzaron un récord de US$ 4.150 millones, acumulando US$ 17.724 millones para los primeros cinco meses del año, con un crecimiento del 13% en relación con el mismo período de 2005.


Las causas del aumento de las ventas al exterior pueden ser: una suba en la cotización de lo que se exporta, un aumento de las cantidades que se venden, o ambas. De acuerdo con datos del INDEC, en el período enero-mayo de 2006, la expansión de las exportaciones respondió tanto a un incremento de los precios (7%) como de las cantidades vendidas (6%). El aumento de las ventas se extendió a todos los rubros de exportación. Las manufacturas de origen agropecuario y las de origen industrial representaron conjuntamente el 62% de las ventas externas totales, explicando el 41% y el 38% del incremento en las exportaciones, respectivamente.

Exportaciones agrícolas

Con respecto a las materias primas, en los primeros cinco meses del año, las exportaciones de productos primarios crecieron 2% a partir del aumento que mostraron los precios que lograron compensar la caída en las cantidades vendidas. Los principales productos exportados mostraron una disminución en su crecimiento. Particularmente, las ventas de semillas oleaginosas cayeron 4% por la reducción de las exportaciones de soja a China. Por su parte, las exportaciones de cereales también registraron una reducción de las ventas del orden del 25%, particularmente por el comportamiento del trigo (-36%) y del maíz (-17%), producto del menor rendimiento de las cosechas debido a las sequías del último verano. El rubro que mostró una evolución positiva fue el mineral de cobre, el oro y sus concentrados, cuyos principales destinos fueron Alemania, India y la República de Corea.


El crecimiento de las manufacturas de origen agropecuario estuvo impulsado por el aumento de las cantidades exportadas (15%) y, en menor medida, de los precios (3%). El principal destinatario de las ventas de manufacturas agropecuarias es la Unión Europea, que representa el 30% del total de exportaciones de MOA y tuvo un crecimiento de 27% respecto de enero-mayo de 2005. Los rubros que siguen mostrando un buen comportamiento son grasas y aceites, harinas para alimentación animal y productos lácteos. Los principales países que recibieron aceite de soja fueron la India y China, en tanto que las harinas y pellets tuvieron como principal destino la Unión Europea, que concentró algo más de la mitad del total exportado. Los destinos más importantes de pieles y cueros preparados fueron China, Estados Unidos y Hong Kong.

La industria crece

En el mes de mayo de 2006, las exportaciones industriales alcanzaron un récord de US$ 1.335 millones, 34% por encima de las registradas en mayo de 2005 y 43% superiores al récord previo a la devaluación. Fueron promovidas fundamentalmente por las ventas de vehículos al mercado regional. Los mercados más dinámicos en este rubro fueron Brasil, que concentró cerca de la mitad de las ventas, y Chile. Por su lado, las partes de vehículos terrestres tuvieron como principal destino también a Brasil y, en menor medida, a México (ambas son las economías más grandes de América Latina).


Se destacan, además, los envíos de plásticos a Chile y Uruguay, y de productos químicos orgánicos a Estados Unidos y Brasil. Los destinos más dinámicos de las exportaciones de MOI para los primeros cinco meses de 2006 fueron Chile y la Comunidad Andina. Asimismo, la mayor contribución al crecimiento de las ventas de manufacturas industriales estuvo dada por el Mercosur, Chile y la Comunidad Andina.


De todas formas, hay quienes son escépticos respecto al futuro de las exportaciones industriales. Según un trabajo del estudio Broda, no existe el denominado "dinamismo exportador". Hace notar que el desempeño de la Argentina en el período 2002-2005 no ha sido superior al de Brasil, Perú o Chile. Mientras que las exportaciones crecieron 56% durante ese tiempo, el resto de los países tuvo una performance de 96%, 125% y 123%, respectivamente. El documento dice que "languidece el dinamismo que habían mostrado en los dos últimos años los sectores exportadores de manufactura industriales", ya que, excepto los automóviles, todas las ramas industriales cayeron en cantidades exportadas en relación con el año anterior.


Sin embargo, este análisis no tiene en cuenta dos elementos que sirven para realzar un poco más el desempeño argentino visto hasta ahora. Primero, la Argentina no ha tenido más "suerte" que Chile, por ejemplo: mientras el precio del cobre sufrió un boom en los últimos años, la soja se mantuvo estable. Segundo, en los últimos meses, el país ha sufrido reveses en lo que atañe al comercio exterior, como la restricción a las ventas externas de carnes y las menores cosechas de maíz y trigo por la sequía.

PyMEx

Según un monitoreo del Centro de Estudios para la Producción (Ministerio de Economía), en el primer trimestre de 2006, las PyMEx (Pequeñas y Medianas Exportadoras) realizaron exportaciones por US$ 864 millones, las que aumentaron un 20% respecto del mismo trimestre del año anterior. El crecimiento de este grupo de empresas es superior al de las grandes firmas exportadoras.


En el primer trimestre de 2006, los principales destinos de las exportaciones PyMEx fueron Brasil, Chile y Estados Unidos. El país trasandino fue el punto que más creció para las PyMEx (Mercosur y Chile concentran el 41% de los envíos al exterior). Por orden de importancia, siguieron las exportaciones a la Unión Europea, que alcanzaron los US$ 168 millones a marzo de 2006 y aumentaron un 8% respecto de 2005. Estas ventas se vieron impulsadas por las mayores demandas de Holanda, Reino Unido y España.


En tercer lugar, se ubicaron las exportaciones al Nafta, y este crecimiento fue liderado por las mayores ventas a México y a Estados Unidos.


Alcanzaron un dinamismo muy importante las ventas PyMEx al resto de los países de América Latina, ya que incrementaron sus ventas un 30% respecto de 2005. Los principales destinos que contribuyeron a este crecimiento fueron Venezuela, Colombia y Perú. A una cierta distancia se situaron las exportaciones a países de la región Asia Pacífico, que mostraron un notable aumento del 67% respecto del año anterior debido a las mayores compras de China, Hong Kong y Taiwan. Rusia aparece como otro destino relevante dentro de las exportaciones al resto del mundo: alcanzaron US$ 29 millones en los primeros meses del año con un 88% de crecimiento respecto de 2005.


La industria tiene un rol protagónico en la mayoría de los envíos realizados por las PyMEx: el 77% de sus exportaciones son industriales, lo que totaliza un monto de US$ 666 millones en los tres primeros meses del año, que equivalen al 11% del total de las exportaciones industriales efectuadas en ese período. Los principales productos exportados por las PyMEx en este lapso son máquinas y aparatos mecánicos, material eléctrico, productos plásticos, manufacturas de metales comunes y carnes.


De todas maneras, la cuestión no parece sencilla, según advierte el presidente de la Comisión Estudios sobre Comercio Exterior y Organizaciones Regionales del Consejo, Dr. Josué I. Berman: "La tasa de supervivencia de las PyME que exportan es baja". Esto quiere decir que hay empresas que hacen el esfuerzo por única vez y luego dejan de vender al exterior.


Lo cierto es que los pequeños y medianos empresarios deben sortear numerosas dificultades para competir en un mundo globalizado. Pero, concretamente, ¿frente a quiénes deben prepararse y a quiénes han de enfrentar nuestros profesionales?


Para el CEP, después de la salida del 1 a 1 en 2002, se produjo en la Argentina el inicio de una nueva etapa más ligada a los mercados internacionales, con un marcado sesgo de oferta exportable hacia actividades de mayor valor agregado. Los productos exportados argentinos tuvieron un desempeño más dinámico que el correspondiente al de las transacciones mundiales, y se observó un generalizado incremento de la participación argentina en los principales destinos de exportación de cada producto. Una de las conclusiones del trabajo es que la Argentina, dentro del Mercosur y Latinoamérica, compite para exportar frente a naciones como Estados Unidos, Brasil, Alemania y China. En los países desarrollados, la disputa es con México, Italia y Alemania. Finalmente, en los destinos no tradicionales, la competencia es con Brasil, Alemania y el Este europeo. La clase empresarial y los profesionales deben concentrar sus esfuerzos en decidir cómo enfrentar a estos gigantes. La clase dirigente tiene que ocuparse de nivelar el terreno de juego.

Mercosur y acuerdos comerciales

Lo que negocie la Argentina en materia comercial con el resto del mundo importa y mucho a las grandes empresas y a las PyME que exportan. Por lo tanto afecta de algún modo a la labor de los profesionales. Actualmente, los países del mundo llevan adelante fuertes planteos ante las reglas del comercio internacional.


Concretamente, ¿por qué es importante para la Argentina lograr acuerdos comerciales?, ¿en qué puede beneficiar ello a los argentinos, a los profesionales, a las empresas? Uno de los motivos es que una economía resulta mucho más atractiva para los inversores internacionales si demuestra tener acceso a otros mercados. Si la Argentina o el Mercosur tiene firmado un acuerdo con la APEC o con China, será más atractivo para los capitales extranjeros invertir en una fábrica de automóviles en Buenos Aires que en la ciudad de México, ya que en ese caso los productos tienen vía libre para entrar automáticamente a Asia (en el caso del ejemplo).


Esto no es un dato menor si se tiene en cuenta que la región se encuentra relegada con respecto a otras en términos de atracción de inversión extranjera directa. En 2005, la IED a Asia fue de US$ 161.000 millones, mientras que para América Latina fue de US$ 72.000 millones.


La Argentina podrá ser atractiva en términos de precios relativos, pero no en términos de escala ni de estabilidad. Brasil atrae más capitales porque su mercado es mayor y Chile consigue más dólares porque genera menos incertidumbre. Sin embargo, la región en su conjunto todavía no representa un mercado atractivo aun cuando las cifras macroeconómicas hablan de un momento excepcional (que se mantendría por los próximos años). Los especialistas señalan que una de las pocas regiones del mundo donde existen avances en términos de negociaciones comerciales es América Latina. En parte, por el interés de Estados Unidos, pero también por el acercamiento que muestra Asia, principalmente a través de China, en cerrar acuerdos con los países del Cono Sur.


La estrategia de la Argentina a lo largo de los años y los diferentes gobiernos democráticos ha sido la de definir su rol de exportador por medio del Mercosur. Claro que el bloque adolece de problemas que son planteados todo el tiempo. Primero, el Mercosur se encuentra en su peor momento, con una agenda dominada muchas veces por conflictos políticos. Segundo, parecería tomar más fuerza un rebrote del proteccionismo a escala mundial, y los esfuerzos del bloque por obtener un resultado positivo en la Ronda de Doha parecen diluirse.


La Ronda de Doha fue lanzada en 2001 en la capital de Qatar con el objetivo de lograr una liberalización del comercio mundial, que, según prometía el Banco Mundial, generaría beneficios al mundo en torno a los 100.000 millones de euros anuales. Uno de los principales argumentos a favor del acuerdo era que éste daría un fuerte impulso al desarrollo de los países menos favorecidos; de ahí que la ronda también se llame Agenda de Desarrollo de Doha. Lo curioso es que en cada reunión del Grupo de los Ocho se habla de la necesidad de ayudar a las economías menos desarrolladas, pero, a la hora de tomar medidas concretas, los líderes de los países más ricos atienden únicamente los intereses de sus propias naciones.


Los profesionales en Ciencias Económicas que se desempeñan tanto en pequeñas como en medianas y grandes empresas no lidian cotidianamente con estos temas, que están lejos de sus preocupaciones. Pero, más de lo que creen, muchas veces, el escenario internacional y cómo se negocian las cuestiones comerciales terminan afectando su trabajo diario. Los desafíos seguirán llegando.

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