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Autor:
Dr. Alejandro González Escudero
Vicepresidente 2º del CPCECABA y Presidente del Comité Académico del
Congreso |
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A fines de abril de
2007 tuvimos la oportunidad de ponernos al día sobre lo más avanzado que hay
en cada área de la Administración presentado desde una visión prospectiva.
El acontecimiento es, sin duda, el más destacado en el país durante este semestre sobre
temas de management.
En dos jornadas muy compactas, donde el interés de los más de 500 asistentes no
decreció, fue posible reunir análisis académicos y profesionales, y casos empresarios
destacados.
Excelentes expositores de todo el país y del exterior, y los muy buenos trabajos
presentados formaron parte de un exitoso congreso, que fue presidido por el Dr. José Luis
Rodríguez Pagani, en el Comité Ejecutivo, y por la Dra. Noemí Sanvitale, en el Comité
Asesor.
Los párrafos que siguen son algunos apuntes del Congreso que quiero compartir con los
lectores.
Sin duda si hay algo que caracteriza a un alto directivo de una organización es su
capacidad de estar mirando hacia adelante. No sólo en la práctica del management se
muestra el interés por la visión prospectiva, sino también
en la teoría.
Los pioneros de la administración hablaban insistentemente de planificar. A
partir de allí se desarrolló una variada gama de técnicas, herramientas y conocimientos
para indagar con mayor rigor científico lo que está por venir. Los antiguos consultaban
a las pitonisas de los oráculos para tratar de conocer qué futuro les tenían preparado
los dioses. Hoy aplicamos con atención las técnicas que se muestran más efectivas; por
ejemplo: inferencias estadísticas, análisis de tendencias, presupuestos de todo tipo,
estudios FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas), simulación, análisis
de escenarios, planeamiento estratégico, balanced score card, mapas estratégicos,
modelos econométricos.
Los escépticos señalan que la incertidumbre de los contextos en que se opera y la enorme
cantidad de variables que pueden influir hacen que se produzcan sorpresas y finalmente las
previsiones no se cumplan. Hay ejemplos de pronósticos y pronosticadores que fallaron
estrepitosamente. El azar hace su juego para desorientar a los planificadores. El caos,
por otro lado, trastornaría hasta la más sólida previsión para cubrirse de un futuro
complicado. Sin embargo, ambos, el azar y el caos, son estudiados, y, aun frente a la más
cerrada incertidumbre, pueden construirse escenarios comprensibles.
Que las técnicas son útiles lo muestra la mayor capacidad que tienen hoy las empresas
para buscar posicionarse mejor de cara al futuro. Conociendo las técnicas, no se está
exento de que algún factor no previsto sorprenda, pero se es notoriamente menos
vulnerable que si se opera sin analizar lo que ocurrirá en el futuro.
Desde una perspectiva global, ningún directivo debería dejar de tener presente un cambio
en la visión del mundo que fue constante en toda la época moderna. Los recursosnaturales
y la energía, que siempre fueron considerados virtualmente ilimitados, en los próximos
años marcarán restricciones. Probablemente no sean tan severas como vaticinan los más
pesimistas. Pero tampoco será posible sortearlas tan contundentemente como lo que se
logró con la revolución verde, que permitió triplicar la producción
agropecuaria mundial en pocas décadas y refutar los más negros pronósticos de algunas
décadas atrás sobre el hambre en el mundo (aunque ésta siga existiendo).
Será necesario buscar productos y formas de producción que empleen racionalmente los
recursos, que su fabricación sea sustentable en el tiempo, que la energía utilizada
tienda a ser renovable, y que no contaminen el medio ambiente, ni al fabricarlos ni al
utilizarlos.
Las revoluciones de las comunicaciones y de la informática ya están incorporadas. La
fluidez del mercado de capitales, la preocupación por la satisfacción del cliente y los
conceptos de calidad son parte del expertise cotidiano.
Queda por resolver también cómo se consigue que millones de personas postergadas
incrementen estándares de calidad de vida que hoy tienen aceptación universal (no sólo
bienes materiales, sino además productos culturales y del conocimiento),
cómo se concilian las diferentes culturas con los valores universales, cómo
se borran las últimas discriminaciones de género, cómo se previenen acciones violentas
que puedan provocar destrucción masiva y cómo influirá el vertiginoso avance de los
países de Asia (especialmente China e India).
Para los empresarios es un desafío. Todos ellos, finalmente, disfrutan de la ampliación
de los mercados porque son oportunidades para aumentar las ventas. En este punto, y para
apartarme de los autores de management, se puede parafrasear una cita del economista
británico John Maynard Keynes: Me preocupa menos la pelea de empresarios codiciosos
que la de políticos patriotas. Los primeros sólo tienen la ambición de enriquecerse;
los segundos pueden llevar los países a las guerras.El material del Congreso se puede consultar en el Centro de
Información Bibliográfica o adquirir, en formato CD, en el sector Publicaciones. |
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