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Publicaciones - Universo Económico

UE Nº 87 - Noviembre 2007

Nota de tapa. Entrevista con el Dr. Ignacio Chojo Ortiz
"El tema más candente es moderar la suba de los precios"

El Dr. Chojo Ortiz es economista y responsable del Informe Económico de Coyuntura, que publica el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este reportaje da su visión de cuáles son las condiciones para que la economía crezca en el corto y el mediano plazo.
Universo Económico: ¿Cuál es el balance económico del gobierno cuyo mandato acaba de finalizar?
Ignacio Chojo Ortiz: El balance es sumamente positivo en algunos aspectos clave. En primer lugar, el ritmo de crecimiento productivo, si se considera un incremento continuo, fue superior al 8 % anual en el período 2003/2007. De la mano de dicho crecimiento, también se verificó un significativo descenso de la desocupación, la pobreza y la indigencia.


UE: ¿Cuáles fueron las principa les fuentes del crecimiento en dicho período?
ICHO: La primera condición necesaria fue haber restaurado los equilibrios macroeconómicos, seriamente dañados por el derrumbe de la convertibilidad. Cronológicamente, en los primeros tiempos posteriores a la salida de las crisis y hasta el año 2005 inclusive, el estímulo a la demanda jugó un papel central, permitiendo un uso creciente de capacidad instalada ociosa y de mano de obra desocupada. En tales condiciones, ese estímulo permitía aumentar la producción sin generar presiones inflacionarias relevantes. Gradualmente, sin embargo, la aceleración de la demanda de bienes de consumo, en un contexto de menor capacidad instalada ociosa y caída de la desocupación, hizo más evidente el efecto inflacionario, tal como se verificó en 2006 y más significativamente en 2007. También a favor del elevado tipo de cambio y de precios crecientes en el mercado mundial, las exportaciones experimentaron fuertes incrementos, a tal punto que prácticamente se duplicaron en los últimos cinco años. El mantenimiento de una elevada y sostenida paridad cambiaria promovió, además, el resurgimiento de un proceso de sustitución de importaciones (que favoreció principalmente a la industria) y el desarrollo de varias áreas de servicios (el turismo es un buen ejemplo al respecto). Por otra parte, inicialmente y como consecuencia de la devaluación, crecieron más los sectores productores de bienes que los productores de servicios. Por la misma razón, al principio, el estímulo productivo fue más visible en el interior del país que en el área metropolitana. Pero, con el correr del tiempo, el crecimiento se generalizó a todos los sectores y a todas las regiones, incluyendo el área metropolitana y en particular la Ciudad de Buenos Aires.


UE: ¿Cuáles han sido los pilares del nuevo modelo económico?
ICHO: El sustento a la solidez del esquema macroeconómico se basó, en primer lugar, en la vigencia simultánea de superávit fiscal y superávit del sector externo (superávit en la cuenta corriente del balance de pagos). También en el mantenimiento de un elevado nivel del tipo de cambio, en la fuerte recuperación de las reservas internacionales de divisas y en el proceso de desendeudamiento público a través de la reestructuración de la deuda externa y la cancelación de los pasivos con el FMI. Otro factor no desdeñable resultó el aumento de la demanda de dinero por parte del público. Esto permitió reconstituir reservas con emisión monetaria, que, si bien parcialmente absorbida por colocación de títulos del Banco Central, no generó presiones inflacionarias; también se mantuvo un bajo nivel de las tasas de interés.


UE: ¿Cuáles son los mayores problemas económicos de corto y mediano plazo que hereda el nuevo gobierno?
ICHO: El tema más candente, en lo inmediato, consiste en moderar las subas de precios, proceso provocado, principalmente, por una fuerte expansión de la demanda de bienes de consumo. La insuficiencia de la oferta en algunos sectores o ramas de la producción empuja el fenómeno inflacionario, por un lado, y provoca un importante aumento de las importaciones, por el otro. Esto último, a su vez, está reduciendo el resultado positivo del comercio exterior y el superávit de la cuenta corriente del balance de pagos. Adicionalmente y de manera muy visible en 2007, la expansión del gasto público a tasas superiores al 40% anual también contribuyó a empinar el proceso inflacionario, provocando además preocupación sobre la magnitud del superávit fiscal. Por otra parte, la inflación exacerba la puja distributiva y puede provocar la presencia de mayores reclamos salariales. Frente a esta circunstancia, el Gobierno debería lograr que los incrementos nominales del salario resulten anualmente decrecientes continuando con el aumento del salario real. Y ello requiere demostrar que se está en condiciones de controlar el proceso inflacionario. Por cierto, la solución de fondo consiste en aumentar las inversiones, tanto en el aparato productivo propiamente dicho como en la infraestructura, y muy especialmente en el área energética. Desde una visión más de mediano plazo, además del efecto de mayores inversiones y más incorporación de tecnología, corresponde prever que la tasa de crecimiento de la economía tenderá a moderarse. En tal caso, el objetivo prioritario consiste en garantizar un incremento sostenido del PBI y evitar la aparición de las crisis, que han sido tan recurrentes en la historia económica del país. Asimismo, la moderación del crecimiento implicará una menor generación de empleo, lo que pone un límite al mejoramiento de las condiciones sociales. En tal caso, se impone profundizar los programas de calificación laboral y de incremento del trabajo registrado o en blanco. En definitiva, más inversiones, más tecnología y más trabajo calificado  constituyen las basesesenciales para pasar de un proceso de reactivación a otro de desarrollo sostenido a largo plazo.

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