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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 220 - Junio 2002 - AÑO 20 |
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Negociaciones
con el FMI y reordenamiento del sistema financiero |
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En
las últimas semanas el Gobierno logró avanzar significativamente en respuesta a las
condicionalidades planteadas por el FMI, para alcanzar un acuerdo de apoyo financiero. La
modificación de la ley de quiebras, la derogación de la ley de subversión económica y
el compromiso de reducción del déficit fiscal por parte de la mayoría de las
provincias, constituyeron los principales hechos al respecto.
El interrogante que se plantea, de todos modos, es si tales avances serán
considerados suficientes por el FMI para destrabar las negociaciones y además,
cuales serán los compromisos -fiscales, monetarios, de reformas estructurales, etc.-
exigidos para la firma del correspondiente memorando de entendimiento. Hoy ya se habla de
nuevos requerimientos.
El Gobierno entiende, por su parte, que el acuerdo con el FMI es fundamental para
reiniciar las relaciones económicas y financieras a escala internacional. Ello
implica -aún cuando no se obtengan necesariamente fondos frescos del FMI- la posibilidad
de destrabar créditos de otros organismos multilaterales -Banco Mundial, BID- y de
países desarrollados, que podrían orientarse, prioritariamente, a la financiación de
exportaciones y a mitigar la crisis social. También el acuerdo con el FMI daría lugar al
comienzo de acciones destinadas a reestructurar la deuda externa del sector público y
podría facilitar el inicio de negociaciones para refinanciar la deuda externa del sector
privado.
De todos modos, el eventual acuerdo con el FMI parece ser una condición necesaria pero no
suficiente para establecer un sendero de reactivación productiva y de descenso
sistemático de los niveles de desempleo. El reordenamiento definitivo y la
estabilización del esquema macroeconómico -fiscal, monetario, cambiario- constituyen,
cuando menos, otros elementos clave para alcanzar dichos objetivos, por un lado, en tanto
que la reestructuración del sistema financiero es también factor fundamental, por el
otro.
En el plano fiscal -más allá de los mejores resultados de mayo, especialmente en materia
de recaudación- es sustantivo corregir el déficit acumulado en el primer cuatrimestre
del año en curso, entre otras razones para evitar que el sector público se convierta en
una fuente de expansión monetaria significativa con sus correspondientes efectos
inflacionarios.
Los otros elementos citados -monetario, cambiario, sistema financiero- guardan una
más que estrecha vinculación entre sí, sobre todo en la determinación del nivel de
precios y en el comportamiento más o menos especulativo de los agentes económicos.
Es claro que con liquidez creciente -por asistencia a los bancos vía redescuentos del
Banco Central- y sin alternativas de ahorro distintas a la adquisición de moneda
extranjera, se verifica un aumento constante del tipo de cambio que impacta sobre el nivel
de precios internos.
De allí la importancia que la conducción económica le asigna a la creación de nuevos
instrumentos financieros, con capacidad de captar ahorros y evitar la pérdida constante
de depósitos que fuga hacia el dólar. Con tal propósito fue sancionado el Decreto 905,
que establece la opción para los ahorristas de convertir sus depósitos a plazo fijo
reprogramados en bonos en dólares (a la relación de cambio u$s 1 = $ 1.40) y en pesos
-dependiendo de la moneda en que los depósitos fueron originariamente constituidos. La
opción también queda planteada para quienes posean depósitos a la vista -cuentas
corrientes y cajas de ahorro-, con la alternativa adicional de suscribir un bono en
dólares de plazo más corto (vencimiento en el año 2005), pero a un tipo de cambio que
se establecerá por licitación.
Adicionalmente, se crea un sistema para nuevos depósitos de libre disponibilidad, tanto
en dólares como en pesos indexados, con el propósito de recrear líneas de financiación
para el sector productivo. El grado de éxito del nuevo programa dependerá, en
definitiva, del porcentaje de depositantes que opten por los bonos y de la velocidad de
recreación del sistema financiero de libre disponibilidad. |
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El
esperado despegue de las exportaciones |
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El cambio de precios relativos favorable a las
exportaciones -producido a raíz de la "macro-devaluación"- aún no puede
preverse, al menos cuantitativamente, dado que el proceso de transición se encuentra en
pleno desarrollo, observándose muy inestables tanto el tipo de cambio
como los precios internos, cuyas trayectorias definirán el nivel del tipo de cambio real.
Hay que tener en cuenta, además, el efecto de las retenciones en sus niveles actuales y
eventuales modificaciones a futuro.
Dada la elevada magnitud del aumento del tipo de cambio nominal, en
principio cabría esperar que sólo una hiperinflación podría llevar a deteriorar
sustancialmente el fuerte incremento observado hasta el presente por el tipo de cambio
real.
El esperado "despegue exportador" tarda y tardará en manifestarse, debido al
alto grado de incertidumbre naturalmente existente en medio de un proceso
de cambio y a la muy fuerte restricción crediticia que se verifica.
Estas dos variables afectan severamente las decisiones de inversión y la
disponibilidad de crédito, limitando así la ampliación de la capacidad de producción
destinada a la exportación. Y en las numerosas empresas que disponen de una capacidad
instalada ociosa, su aprovechamiento se ve significativamente restringido por la
escasez del crédito para capital de giro.
Escapan a la restricción crediticia las empresas extranjeras que pueden obtener
financiación de sus casas matrices y gran parte de la exportación de granos y aceites
que reciben prefinanciaciones y cobros anticipados.
Con relación a las empresas de menor dimensión, una encuesta realizada
por el Observatorio de las Pymis Argentinas -a 500 pequeñas y medianas empresas
industriales- detectó que el 46% consideró que con la devaluación podrá incrementar
sus exportaciones. Asimismo, entre los principales problemas de política económica
enfrentados por las Pymis, el 57,2% evaluó a la falta de financiación para capital de
trabajo como el más significativo.
Las cifras provisionales del INDEC muestran que en el primer cuatrimestre del año las
exportaciones sumaron u$s 7.851 millones, un 5% menos que en igual lapso de 2001. Sin
embargo, cabe subrayar que esa reducción se originó en una caída de 11% en los precios,
ya que las cantidades físicas aumentaron 6%. Este incremento tiende a relativizar
en cierta medida el conocido y esperable impacto negativo sobre las exportaciones
en los primeros meses siguientes a una devaluación.
Las
exportaciones en el primer cuatrimestre de 2002 |
Rubro |
Variación porcentual con respecto a igual
período del año anterior |
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Exportación |
- 5 |
- 11 |
6 |
Productos primarios |
-
7 |
-
5 |
-
2 |
MOA |
11 |
- 4 |
16 |
MOI |
-
10 |
-
9 |
-
1 |
Combustible y
energía |
- 15 |
- 30 |
21 |
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Fuente:
INDEC. |
Considerando
las dificultades expuestas en el ámbito interno y su posible duración, se prevé que el
comportamiento anual de las exportaciones dependerá básicamente de factores
externos.
A partir del razonamiento anterior, la consultora "Ecolatina" elaboró dos escenarios
posibles para las exportaciones argentinas del corriente año:
(1) pesimista: baja demanda mundial de
productos argentinos y evolución poco favorable de los precios de nuestros productos
básicos de exportación;
(2) optimista: mejores condiciones para
ambas variables.
En esos escenarios, el rango de crecimiento del valor de las exportaciones se situaría
entre 2,7% y 5,3%. En la citada elaboración se estima que las mayores posibilidades se
ubicarían en el medio de esos dos valores, lo que implicaría un incremento de las
exportaciones respecto de 2001 cercano a u$s 1.000 millones.
Escenarios
de las exportaciones en 2002 (millones de dólares) |
Producto/Región |
2001 |
2002
(1) |
Variac.% |
2002 (2) |
Variac.% |
Prod. primarios |
6.136 |
6.297 |
2,6 |
6.390 |
4,1 |
Mercosur |
1.238 |
1.287 |
3,9 |
1.311 |
5,9 |
NAFTA |
317 |
324 |
2,2 |
328 |
3,3 |
Unión Europea |
1.525 |
1.550 |
1,7 |
1.569 |
2,9 |
Manufacturas |
15.791 |
16.446 |
4,1 |
16.797 |
6,4 |
Mercosur |
1.421 |
1.438 |
1,2 |
1.530 |
7,7 |
NAFTA |
988 |
968 |
-2,0 |
1.016 |
2,9 |
Unión Europea |
46 |
48 |
2,7 |
51 |
10,1 |
Comb. y
energía |
4.729 |
4.644 |
-1,8 |
4.883 |
3,3 |
MERCOSUR |
1.421 |
1.438 |
1,2 |
1.530 |
7,7 |
NAFTA |
988 |
968 |
-2,0 |
1.017 |
2,9 |
Unión Europea |
46 |
48 |
2,7 |
51 |
10,1 |
Total |
26.655 |
27.387 |
2,7 |
28.070 |
5,3 |
MERCOSUR |
7.512 |
7.778 |
3,5 |
7.996 |
6,4 |
NAFTA |
3.639 |
3.733 |
2,6 |
3.839 |
5,5 |
Unión Europea |
4.581 |
4.723 |
3,1 |
4.817 |
5,1 |
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(1) Escenario
pesimista. (2) Escenario optimista. // Fuente:
Ecolatina. |
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