Informe Económico de Coyuntura

Nº 227 - Enero 2003 - AÑO 22

 ANALISIS GLOBAL

Variables monetarias y perspectivas de crecimiento
Evolución asimétrica en la industria manufacturera

Variables monetarias y perspectivas de crecimiento

El principal interrogante que se ha instalado al observar la coyuntura económica, es si la expansión monetaria que se está verificando se corresponde con una mayor demanda de dinero por razones transaccionales o si por el contrario, una porción de esa creciente liquidez podría dirigirse a la compra de divisas.

Por un lado corresponde señalar que, efectivamente, existe un incremento en el nivel de actividad que justifica mayor necesidad de liquidez. Así, por ejemplo, la producción industrial de noviembre superó en 3% el registro de octubre y, por primera vez en más de dos años, mostró un valor positivo con respecto a igual mes del año anterior. Por otro lado, también cabe considerar que, por razones estacionales, el mes de diciembre presenta una mayor demanda de dinero.

Cuando se analizan los factores de expansión y absorción monetaria queda claro que en la actualidad la liquidez aumenta por las compras de divisas que realiza el Banco Central -en noviembre las reservas se incrementaron en más de u$s 500 millones- y que una parte significativa se esteriliza por el crecimiento de los depósitos de las entidades financieras en el Banco Central. Esto marca un cambio importante con relación a lo que ocurría hasta el mes de agosto inclusive, cuando se inyectaba liquidez por vía de los redescuentos del Banco Central y se absorbía a través de la colocación de LEBAC.

Esta situación indica, por otra parte, que los bancos adoptan una postura conservadora, prefiriendo incrementar liquidez antes que ofrecer créditos, decisión seguramente asociada a la incertidumbre que generan la eventual despesificación de los depósitos por parte de la Corte Suprema y la continuidad de los amparos judiciales.

Además, si bien se observan signos de reactivación -sobre todo en la producción de bienes transables internacionalmente- subsisten interrogantes sobre la evolución de la economía en 2003, que guardan vinculación, entre otros temas claves, con la negociación con el FMI, con el default con los organismos multilaterales y con el desarrollo y desenlace del proceso electoral.

De todos modos, también cabe admitir que la economía argentina posee ciertas condiciones objetivas que, potencialmente, podrían facilitar el sendero de reactivación y que se relacionan con la existencia de factores de la producción subutilizados. Hacemos referencia tanto a la capacidad productiva instalada como a la mano de obra desocupada.

El primer punto sugiere que existe capacidad productiva ociosa -del orden del 30% se calcula-, de manera que podría verificarse un aumento de la producción en el corto plazo, aún con el muy bajo nivel de inversión actual. En el año 2002 la tasa de inversión se ubicó en alrededor de 11% del PIB -porcentaje aproximado a lo estimado como depreciación del capital-, o sea que no hubo, a nivel global, un incremento de la capacidad instalada. A más largo plazo, es obvio, el aumento de la inversión es condición necesaria para el crecimiento.

Desde el punto de vista de la demanda, se prevé que las exportaciones podrían crecer en el 2003 en aproximadamente 10%. Este porcentaje es significativo si se tiene en cuenta que, al tipo de cambio actual, las ventas al exterior representan entre 25% y 30% del PIB.

Más restrictivo, en cambio, es el panorama para el consumo interno, frente a los problemas de ingresos de la mayor parte de la población. Ante ello y más allá de algún descenso esperable en la tasa de desocupación laboral, se ha decidido restituir el 13% en los salarios públicos y en las jubilaciones que habían sido reducidos en 2001. También se proyecta un incremento fijo de $ 50 en los próximos meses para las remuneraciones del sector privado.

Evolución asimétrica en la industria manufacturera

La recesión del sector manufacturero, que comenzara a mediados de 1998 y se agravara desde fines de 2001, con una caída de 4,6% en el primer trimestre del corriente año, presentó luego una recuperación progresiva pero lenta en términos trimestrales, con altibajos mensuales.

Siempre considerando los datos de producción trimestrales desestacionalizados respecto del trimestre inmediato anterior, el estimador mensual industrial (EMI) del INDEC mostró subas de la producción en el segundo trimestre del año (0,6%) y en el tercero (2,0%). Asimismo, el bimestre octubre-noviembre muestra un incremento de 2,5% con relación al nivel desestacionalizado del tercer trimestre.

El mes de noviembre presentó aumentos sin estacionalidad de 3,0% respecto del mes precedente y de 2,0% frente a igual mes del año anterior. Este último incremento resultó el primero en los últimos 27 meses, influido por el nivel particularmente bajo observado en noviembre de 2001.

Seguramente, diciembre exhibirá una significativa alza frente al mismo mes de 2001, cuando se instaló el “corralito” financiero y muchas empresas dieron vacaciones anticipadas. De esta forma, el cuarto trimestre del año presentará aumentos de la producción sectorial con relación al trimestre precedente y al mismo trimestre de 2001.

Y considerando la caída de 12,2% acumulada en los 11 primeros meses -frente a igual lapso de 2001-, puede estimarse que el presente año cerrará con una importante caída productiva de alrededor de 11%.

Con respecto a la previsible evolución sectorial en el muy corto plazo, puede estimarse -salvo acontecimientos extraordinarios- que las variaciones interanuales del EMI serían positivas en grado importante, teniendo en cuenta el muy deprimido nivel de actividad en los primeros meses de 2001, cuando se desató la estampida cambiaria, se ampliaron sustancialmente las restricciones a los depósitos y se aceleraron las tasas de inflación.

Las expectativas empresariales recogidas por el INDEC para el próximo año respecto del corriente, presentan saldos positivos -como diferencia entre porcentajes de respuestas favorables y desfavorables- para la demanda interna (32,8% de las firmas), exportaciones (46,3%), uso de la capacidad instalada (28,4%) y otras variables. Dada la excepcionalmente prolongada recesión y la grave crisis del corriente año, puede considerarse como esperable el signo de las expectativas relevadas.

Analizando el sector a nivel de rubros o productos, se observa una fuerte asimetría en su evolución durante los primeros 11 meses (cuadro adjunto):

de los 30 rubros considerados por el EMI sólo nueve -que comprenden un 40% del PIB manufacturero- tuvieron un aumento de producción;
la diferencia entre el rubro de mejor desempeño y el de peor, suma unos 50 puntos porcentuales, estando además progresivamente escalonadas las variaciones de los rubros restantes

Seguidamente se exponen las causas principales que -según el INDEC- explican la evolución de los rubros que presentaron los mayores incrementos productivos, comenzando por el de aceites y subproductos, que creció 15,6% en el período considerado. Fundamentalmente, esta variación obedeció a la mayor oferta de granos oleaginosos -especialmente de soja, cuya cosecha fue récord-, que permitió aumentar el volumen de procesamiento industrial de esta actividad, la cual destina la mayor parte de su producción a un conjunto muy diversificado de mercados externos.

El segundo rubro de mayor recuperación fue el de productos químicos básicos, con una suba de 11,9%, desempeño debido fundamentalmente a la mayor elaboración de etileno en el polo petroquímico de Bahía Blanca, desde la puesta en marcha en 2001 de nueva capacidad productiva. La mayor producción ha posibilitado dejar de importar ese producto y comenzar a exportarlo. Además, otros productos químicos se han visto favorecidos por el cambio de precios relativos que han estimulado mayores exportaciones y/o sustitución de importaciones.

La elaboración de aluminio primario, que aumentó 10,7% en los once meses, es destinada fundamentalmente a un amplio conjunto de mercados externos. Las exportaciones de aluminio primario y de productos semielaborados mostraron en el período un incremento aproximado de 30%.

El rubro de neumáticos, asimismo, exhibió una suba de 8,2%, acentuándose su recuperación en los últimos meses debido principalmente al aumento de sus exportaciones, lo cual se traduciría este año en una participación récord de 65% de la producción que será destinada al exterior. Este aspecto es clave, ya que alrededor de 50% de sus costos corresponden a insumos cuyos precios están dolarizados. Las compañías intentan diversificar sus ventas externas, a fin de disminuir su dependencia del mercado brasileño. En el mercado interno, la caída de la demanda ha sido parcialmente compensada por la reducción de las importaciones, observándose así una sustitución de éstas.

La producción de acero crudo presentó un incremento de 4,6%, gracias a la recuperación siderúrgica registrada desde agosto pasado, empujada por un sostenido aumento de las exportaciones, las que comprenden un 80% de las ventas totales y están dirigidas a un conjunto muy diversificado de mercados, estimulados por una alta productividad a nivel internacional de esta industria.

Entre los rubros manufactureros con un desempeño productivo más desfavorable, se destaca el automotor, que cayó 34,8% en los once primeros meses del año. Las ventas de vehículos nacionales en el mercado interno presentaron una sustancial caída, siendo también importante la baja de las exportaciones. A su vez, la actividad autopartista comenzó en noviembre la producción local de piezas de importación, observándose que la reestructuración de líneas de fabricación abarca también el objetivo exportador con miras a constituirse en proveedores mundiales de las respectivas marcas.

La producción de editoriales e imprentas cayó 31,5% en el período, comprendiendo un variado conjunto de actividades cuya evolución no ha sido similar, aunque en conjunto se aprecia una fuerte retracción de la demanda interna. Las imprentas, si bien no alcanzan un buen desempeño, muestran una mayor estabilidad en los productos más vinculados a los mercados de exportación, como las etiquetas autoadhesivas que han accedido a nuevos mercados. En cambio, el subrubro de editoriales -más ligado al mercado interno- se halla muy afectado por el menor poder adquisitivo de los consumidores, al ser bienes con una alta elasticidad-ingreso, por lo cual se producen tiradas más cortas y menores cantidades de títulos editados.

Muestran caídas importantes los rubros de cemento (-30,0%) y de otros materiales de construcción (-29,9%), si bien desde agosto se advierte una desaceleración de la contracción productiva. Ello obedece a una mayor demanda originada en los pequeños y medianos usuarios. La retracción producida en materia de obras públicas podría comenzar a superarse al concretarse los varios anuncios oficiales en proyectos de diferente magnitud para los meses próximos.

Al panorama esbozado cabe agregar que ha comenzado -con diferente intensidad- un proceso de sustitución de importaciones mediante la producción local en otras diferentes actividades como la industria textil, maquinaria agrícola y sus componentes, electrodomésticos, agroquímicos y papeles para impresión. Esta tendencia se viene presentando en los últimos meses, por lo cual aún no se refleja en general en la comparación del período de once meses.

Más allá de otros factores, resulta claro que el cambio de precios relativos causado por la abrupta devaluación del peso en términos reales, ha implicado -por un lado- un sustancial estímulo a la producción de bienes transables con el exterior, favoreciendo así en un primer momento principalmente a los rubros con perfil exportador previo y después, a diversas actividades que intentan sustituir importaciones.

Por otro lado, la reducción de los salarios y en general de los ingresos en términos reales -dado el proceso inflacionario registrado-, ha impactado fuertemente sobre los rubros manufactureros básicamente dependientes de la demanda interna.

GANADORES Y PERDEDORES DE LA INDUSTRIA LUEGO DE LA SALIDA DE LA CONVERTIBILIDAD

Primeros 11 meses de 2002 contra el mismo período de 2001 - En %

40% PIB Industrial:

.

Aceites y subproductos

+ 15,6

Productos químicos básicos

+ 11,9

Aluminio primario

+ 10,7

Acero crudo

+ 4,6

Vidrio

+ 3,2

Neumáticos

+ 8,2

Azúcar

+ 3,2

Cigarrillos

+ 1,2

Materias primas plásticas

+ 1,0

60% PIB Industrial:

.

Yerba mate elaborada

- 0,9

Harina de trigo

- 1,9

Papel y cartón

- 1,9

Carnes rojas

- 3,1

Petróleo procesado

- 5,0

Gases industriales

- 5,0

Agroquímicos

- 5,1

Manufact. de plásticos

- 10,1

Nivel General:

.- 12,2

Bebidas

- 12,3

Hilados de algodón

- 12,8

Detergentes

- 17,7

Lácteos

- 18,6

Metalmecánica

- 19,2

Farmacia

- 22,0

Fibras sintéticas

- 23,8

Tejidos

- 24,7

Carnes blancas

- 25,2

Otros maeriales para la construcción

- 29,9

Cemento

- 30,0

Editoriales e imprentas

- 31,5

Automotores

- 34,8

Fuente: INDEC.