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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 228 - Marzo 2003 - AÑO 22 |
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La
situación macroeconómica |
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El
panorama macroeconómico que se observa en las primeras semanas del corriente año muestra
una consolidación de las principales tendencias que se registraban hacia fines de 2002.
Los datos más relevantes se expresan en el incremento del nivel de actividad, de la
recaudación tributaria y de los depósitos bancarios, por un lado, y en el descenso del
tipo de cambio, por el otro.
En lo que respecta al proceso de reactivación, cabe consignar en primer lugar, las
variaciones positivas alcanzadas en los tres últimos trimestres de 2002 con relación al
período inmediato anterior y en términos desestacionalizados. Por cierto, no ocurre lo
mismo si la comparación se efectúa sobre los niveles del año anterior, o sea de 2001.
Es más, las estimaciones indican que el PIB de 2002 habría caído 11% con relación a
2001, estableciendo la máxima contracción anual desde que se tienen registros
estadísticos.
Por la misma razón, la continuidad del proceso de incremento productivo y su comparación
contra los valores de 2002, empezarán a mostrar cifras muy positivas en el cotejo
interanual. Un ejemplo de ello es la evolución del Estimador Mensual Industrial
(EMI) correspondiente a enero último que creció 16,4% con respecto a enero de 2002
y 4,0 % frente a diciembre, todo en términos desestacionalizados.
Otro aspecto significativo es indagar cuáles son los sectores de actividad que han
liderado el proceso reactivador. Al principio, hacia mediados de 2002, el mayor dinamismo
se verificó en ciertos rubros muy vinculados a la exportación, favorecidos por la
devaluación cambiaria.
Más tarde, hacia el último trimestre de 2002, se observaron incrementos significativos
en sectores impulsados por la sustitución de importaciones y con menor dependencia de la
financiación bancaria. Esto involucra, en los casos más relevantes, a los rubros textil
y confecciones, neumáticos, calzado, vidrio y maquinaria agrícola, siendo este último
caso viabilizado por el pago con producción agrícola exportable.
Por otra parte, las ramas productivas con más dificultades para reactivarse son
aquellas que combinan las características de ser muy dependientes de la demanda interna,
por un lado, y de requerir financiación bancaria, por el otro. Los casos más
evidentes son los bienes durables de consumo -electrodomésticos, por ejemplo- y la
construcción.
Seguramente asociado al mayor nivel de actividad, en enero último también se verificó un
fuerte aumento de la recaudación impositiva, que ascendió a $ 5.600 millones y
estableció un nuevo récord en términos nominales. Inclusive el superávit primario
obtenido -o sea, antes del pago de intereses de la deuda- prácticamente duplicó la meta
comprometida para dicho mes en el acuerdo con el FMI.
Resultará importante, además, evaluar el desempeño recaudatorio en los próximos meses,
ya que las exigencias fiscales son crecientes a lo largo del año si se pretende cumplir
con el objetivo de alcanzar un superávit primario en 2003 -a nivel del Estado nacional-
equivalente a 2,1 % del PIB ( en 2002 el superávit primario ascendió a 0,5 % del PIB).
Por último, cabe hacer referencia al crecimiento de los depósitos a plazo fijo
en el sistema bancario, en particular en los plazos más cortos -entre 30 y 90
días- debido a la incertidumbre generada por el proceso electoral. Además, el incremento
de los depósitos a plazo fijo no reprogramados puede acelerarse, a partir de la
autorización del BCRA a los bancos para devolver Cedros en la medida que cancelen
redescuentos en igual magnitud.
La mayor liquidez del sistema financiero y la necesidad de restablecer el crédito
bancario están impulsando la decisión oficial de flexibilizar las normas de
calificación de deudores y al mismo tiempo, permitir que los bancos cancelen redescuentos
utilizando los Préstamos Garantizados que poseen. Subsiste, sin embargo, el tema de los
amparos y una eventual redolarización de los depósitos por parte del Poder Judicial. |
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El
acuerdo de crédito con el FMI |
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El 24 de enero último el directorio del FMI aprobó un acuerdo de crédito
contingente (stand-by) con la Argentina, el cual tendrá vigencia hasta fin de
agosto próximo y reemplaza los acuerdos previos.
El apoyo financiero obtenido comprende:
u$s 2.980 millones del acuerdo de crédito
contingente, destinados a cumplir con las obligaciones ante el FMI, según se especifica
en la respectiva carta del Gobierno al organismo, y |
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la refinanciación de vencimientos por u$s 3.800
millones, monto integrado por 2.870 millones del Fondo Suplementario de Reservas (SRF)
anterior y 938 millones del acuerdo de crédito contingente previo. |
Se supone el
otorgamiento de préstamos por parte de los organismos financieros internacionales para
cubrir vencimientos de obligaciones contraídas con los mismos durante el período
enero-agosto de 2003, incluyendo la regularización de los atrasos.
El memorando de políticas económicas, juntamente con el
memorando de entendimiento técnico, especifica los compromisos asumidos en el
acuerdo para un programa de transición durante el primer semestre de 2003,
teniendo en cuenta el recambio político de fines de mayo próximo.
Marco, objetivos y componentes
El marco macroeconómico del año 2003 supone que el PIB real crece entre
2 y 3%, mientras que los precios al consumidor subirían aproximadamente 35% entre puntas
del año. Se proyecta un superávit de la cuenta corriente del balance de pagos del orden
de los u$s 6.500 millones, en tanto que se propone mantener las reservas internacionales
brutas aproximadamente sin variaciones durante el período del acuerdo. Cabe señalar que
recientemente el Ministerio de Economía ha elevado su expectativa de crecimiento a 3,6%.
Los objetivos básicos del programa de transición consisten en
garantizar la solidez fiscal, monetaria y bancaria y restablecer la confianza de los
inversores nacionales y del exterior manteniendo un trato igualitario para todas las
partes y protegiendo los derechos contractuales.
Los principales componentes del programa son:
el presupuesto de 2003, que busca mantener bajo
control el déficit fiscal nacional; |
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la instrumentación de los pactos bilaterales entre
la Nación y las provincias; |
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un programa monetario para mantener un bajo nivel de
inflación; |
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pasos preparatorios de medidas estructurales para
fortalecer en el mediano plazo la situación fiscal; |
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avanzar hacia la reestructuración de la deuda; |
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una estrategia para el saneamiento del sistema
bancario, y |
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asegurar el pleno respeto de los derechos de los
acreedores, restableciendo la seguridad jurídica y avanzando con las reestructuraciones
corporativas. |
Instrumentación
de las políticas
En el área de las finanzas públicas, se prevé que el superávit
primario (antes del pago de intereses) en base caja a nivel consolidado
aumente a aproximadamente 2,5% del PIB en 2003 (2,1% en la Nación y 0,4% en las
provincias). En los primeros ocho meses del año se alcanzaría un 1,8% del PIB.
En materia de recaudación, se anticipa el tratamiento legislativo de la suspensión de
los planes de competitividad restantes, la conversión de las tasas del impuesto a los
combustibles a valores porcentuales y la aplicación del impuesto a las ganancias a los
reintegros a la exportación.
El gasto primario nacional presupuestado representa una reducción
equivalente a 1,5% del PIB, con respecto a 2002.
El gasto total en la "red de contención social se
incrementaría de 0,6% del PIB en 2001 a 1,2% en 2003.
Durante la segunda revisión del programa se acordará una estrategia para el rescate por
etapas de las cuasimonedas.
Se proyecta para fin de junio próximo un tope para la deuda pública del Gobierno
nacional de $ 612.000 millones, resultante de un incremento máximo de 105.000
millones durante la primera mitad del corriente año. Este aumento se origina
fundamentalmente en la atención de deuda pública provincial, el efecto de la inflación
en las deudas indexadas, la emisión de bonos de compensación para entidades financieras
y el reconocimiento de obligaciones incurridas en años anteriores.
A su vez, el programa monetario busca fortalecer el ancla
nominal para las expectativas de precios, para lo cual el objetivo del Banco Central es
que la base monetaria ajustada (incluye las cuasimonedas) vuelva a su
nivel de fin de diciembre de 2002 hacia agosto de 2003, luego de un incremento temporal
durante febrero y marzo. La política monetaria se instrumentará principalmente mediante
licitaciones de bonos en el mercado abierto.
En materia de política cambiaria, se mantendrá la plena flexibilidad
del tipo de cambio, limitando la intervención oficial al alivio de condiciones
desordenadas del mercado.
Asimismo, al momento de la primera revisión del programa se evaluará una mayor
flexibilización de la autorización previa para pagos de capital de préstamos externos,
del requisito de liquidación de exportaciones y los restantes controles cambiarios.
Se tendrá la asistencia del FMI y del Banco Mundial para revisar en febrero la situación
financiera de las empresas de servicios públicos privatizadas y para
desarrollar un nuevo marco regulatorio que podría reemplazar los controles de tarifas
actuales y facilitar la reestructuración de las deudas de las empresas prestadoras.
Con respecto a reformas del sistema bancario, los procedimientos para
resolver la situación de bancos en problemas serán fortalecidos mediante modificaciones
acordadas de la Ley de Entidades Financieras. Las modificaciones facilitarán las
transferencias de activos por parte del Banco Central a fideicomisarios financieros
privados; detallarán las facultades del Banco para brindar apoyo de liquidez de
emergencia a los bancos en proceso de saneamiento; limitarán la capacidad del Poder
Judicial para anular decisiones del Banco Central sobre transferencias de activos a
terceros, y -entre otros temas- protegerán a los funcionarios públicos de aspectos de la
legislación actual que puedan llevar a impugnaciones o demandas de compensación contra
actos realizados en un proceso de reestructuración y saneamiento bancario. Se espera que
las modificaciones estén aprobadas al momento de la segunda revisión del programa.
En base a informes de los bancos, hacia el 15 de mayo próximo el Banco Central anunciará
un nivel mínimo de capitalización para un período de transición y evaluará y
clasificará a los bancos.
Sobre la base de las recomendaciones de los asesores internacionales de auditoría y de
consultoría -que se seleccionarán por licitación-, se tomarán decisiones respecto de
los tres bancos públicos principales, incluyendo el futuro papel
estratégico de los mismos y su capitalización a través de la emisión pública de
acciones. Mientras tanto, para los dos bancos públicos principales se exigirá una
cofinanciación mínima de 50% con un banco nacional privado para los préstamos
superiores a $ 1 millón.
Reconociendo el Gobierno la importancia del restablecimiento de la confianza de los
inversores en el estado de derecho y la inviolabilidad de los contratos, no se aprobará
durante el período del programa ninguna norma jurídica que permita una suspensión
involuntaria de los derechos de los acreedores.
Se instrumentará un programa para respaldar arreglos extrajudiciales
entre empresas con problemas financieros y sus acreedores, sin utilizar recursos fiscales
para garantizar el riesgo cambiario del sector corporativo o para subsidiar el servicio de
deudas societarias y se otorgará un trato igualitario a acreedores y deudores. Se
presentará al Congreso un proyecto de ley que permitiría que una mayoría calificada de
acreedores consienta una suspensión temporal de la ejecución con carácter vinculante
para todos los acreedores; otorgaría una prioridad determinada a la provisión de nuevas
fuentes de financiación a empresas en dificultades, y alentaría a las partes a suscribir
acuerdos de reestructuración disponiendo la protección de los pagos realizados en virtud
de dichos acuerdos en caso de posterior quiebra del deudor. Además, se elaborará un
proyecto de modificaciones a la Ley de Quiebras, el cual sería presentado al Congreso por
el nuevo gobierno.
Por otro lado, para sostener a mediano plazo un superávit fiscal primario a nivel
consolidado significativamente mayor que en 2003,. se presentarán proyectos de
legislación para una reforma integral del sistema impositivo tendiente
a:
gDurante el período del
acuerdo, el Gobierno mantendrá un diálogo continuo con el Fondo, respecto de las medidas
adecuadas para cumplir con los objetivos y metas comprometidas. Las respectivas revisiones
concluirán antes del 14 de marzo, 15 de mayo y 15 de julio de 2003.
Finalmente, importa mencionar que el comunicado del FMI anunciando el acuerdo incluyó la
expectativa de que el mismo será sucedido por un acuerdo plurianual
luego de las elecciones, con el consiguiente programa a mediano plazo de reformas
económicas más generalizadas.
Según expresara el director gerente del Fondo en el comunicado, dicho programa debería
incluir reformas fiscales estructurales, aumentar la apertura de la economía, restablecer
la intermediación financiera, completar la reestructuración de la deuda y garantizar la
seguridad jurídica.
CRITERIOS CUANTITATIVOS DE DESEMPEÑO Y METAS INDICATIVAS |
Enero-Junio 2003 (1). (En millones de pesos) |
Concepro |
Criterios
de desempeño |
Metas indicativas |
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a) Resultado fiscal primario
acumulado del Gobierno nacional en base caja (mínimo) |
424 |
1.500 |
3.310 |
4.500 |
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b) Resultado
fiscal total acumulado del Gobierno nacional en base caja (mínimo) (2) |
18 |
-
2.307 |
-
2.708 |
-
2.198 |
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c) Stock de deuda del sector
público consolidado (máximo) |
583.000 |
612.000 |
640.000 |
650.000 |
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d) Stock de base
monetaria ajustada (2) |
37.250 |
37.650 |
37.200 |
36.400 |
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(1)
Conceptos seleccionados del memorando de entendimiento técnico.
(2) Metas indicativas durante todo el período del programa. |
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