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Informe Económico de Coyuntura |
Nº 237 - Diciembre 2003 - AÑO 22 |
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El secretario de Agricultura adelantó que se espera una
exportación del complejo agroindustrial (productos primarios y manufacturas de origen
agropecuario) de u$s 16.418 millones para la totalidad de 2003. Ese monto representaría
un incremento de 30% en relación con 2002 y de 12% en comparación con 1998, año en que
se registró el mayor volumen de esas exportaciones en toda la década del 90. |
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En una reunión realizada entre el ministro de Economía y
el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el ministro admitió la
posibilidad de introducir bajas en las retenciones, comenzando con aquellas producciones
que tengan problemas de rentabilidad. Condicionó la medida, sin embargo, a una mejora de
las cuentas públicas. |
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Estados Unidos aplicó nuevas normas para la importación
de alimentos en el marco de su política de control del bioterrorismo. Según las nuevas
disposiciones, que reconocen un plazo de transición de cuatro meses para ser
instrumentadas, habrá que registrar las plantas que exporten al mercado estadounidense a
través de un agente residente en ese mercado y dar aviso previo del envío de productos.
Las ventas argentinas que caerán bajo las nuevas disposiciones alcanzan a u$s 740
millones. |
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Probable
evolución del ciclo ganadero |
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El precio del kilo vivo de novillo en el
mercado de Liniers se mantuvo durante octubre casi igual al mes anterior, pese a la caída
de la oferta de cabezas de esa categoría. Los analistas han comenzado a observar con
preocupación la posibilidad de enfrentar una etapa de liquidación del
stock ganadero. La combinación de la sequía y el avance de la agricultura, por los
buenos precios de la soja, están forzando la reducción de las existencias de ganado. La
faena de hembras en octubre llegó a 54%, mientras que el promedio del año fue
de 44%. El porcentaje de octubre es cercano al máximo de los últimos trece años, que se
registró en 1996. Otro síntoma que preocupa es la profundización de la caída en el peso
de los animales. En octubre la fuerte incidencia de los novillitos llevó a que
el peso promedio de la hacienda cayera casi en 25 kilos, lo que resulta en un menor nivel
de procesamiento de carnes, pese a que la faena creció ligeramente.
Según algunos analistas, las condiciones de los campos por la sequía
llevarían a una reducción de no menos de un millón de terneros en las pariciones del
año próximo. Este pronóstico puede empeorar si las condiciones climáticas no mejoran.
La caída de la producción de terneros, dicen los especialistas, llevaría a una
disminución de la faena para 2005 y 2006, con el consiguiente aumento de los precios. En
esa época, además, la Argentina podría estar en condiciones de reabrir los mercados de
carnes que todavía están cerrados. El mayor precio sería un factor adverso para la
competitividad del país en el rubro.
Brasil reabrió su mercado a las carnes argentinas, "maduradas y
desosadas". La única excepción es para productos provenientes de Salta, Jujuy y
Formosa. Esta decisión podría estimular la reapertura del mercado chileno
a las ventas argentinas. La expectativa es que ese país acepte también un criterio
regional de apertura, permitiendo el envío de productos de zonas alejadas del foco de
aftosa. Si Chile no acepta ese criterio se deberá esperar hasta febrero -seis meses de
producido el último foco- para volver a ese mercado.
La distribución de la cuota Hilton por parte de la SAGPyA ha desatado
una fuerte polémica y un enfrentamiento con los grandes frigoríficos exportadores
agrupados en el Argentine Beef Consortium (ABC). De las 28.000 toneladas que constituyen
la cuota, la Secretaría sólo pudo distribuir la mitad. El resto está cubierto por
distintas medidas cautelares. Los grandes frigoríficos impugnaron la distribución que
realizó la Secretaría aduciendo que le fueron acordadas cuotas a empresas en quiebra y a
compañías que no cumplen con sus obligaciones previsionales y sanitarias, en clara
violación -dicen- a la normativa vigente. La Secretaría respondió que la impugnación
del ABC es parcial, contra algunos frigoríficos, lo que no invalidaría la distribución
que realizó oportunamente. |
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Favorables
perspectivas agrícolas |
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En la producción y comercio de granos a
nivel mundial se aprecia una clara presión de la demanda. Según las
estimaciones realizadas en noviembre por el Departamento de Agricultura de los Estados
Unidos (USDA), la producción total de granos de todo tipo para la campaña 2003/4
alcanzaría a 1.821,47 millones de toneladas, mientras que la demanda llegaría a los
1.917,04 millones. La diferencia se cubriría con una baja de los stocks finales e
implicaría la continuidad de los altos precios.
Los stocks finales de trigo cayeron de 130 a 126 millones de toneladas,
según las últimas estimaciones. Para la Argentina, la estimación pasó de 13,5 millones
de toneladas a 13 millones.
El sostenido aumento del consumo mundial de maíz llegaría al récord de
633 millones de toneladas. La producción, que alcanzaría un récord de 609 millones de
toneladas, no alcanzaría a cubrir las necesidades del consumo. El stock final, según las
estimaciones del USDA, quedaría en el mínimo de 76 millones de toneladas. La misma
fuente disminuyó la estimación de producción de la Argentina a 14 millones de
toneladas, frente a las 16 millones calculadas en octubre. La falta de humedad hace que
los pronósticos de siembra muestren una sensible caída en relación con el año
anterior. Las superficies que no se siembren con maíz o con girasol pasarían a ser
implantadas con soja.
En el caso de la soja, el USDA reajustó al alza la estimación de rindes
de la Argentina. En octubre calculó que se cosecharían 37 millones de toneladas; en
noviembre subió el estimado a 38 millones. Paralelamente, volvió a recortar el resultado
de la cosecha de Estados Unidos. El stock final de soja de ese país es hoy el menor desde
1976/77, lo que llevó a que los precios subieran entre 9 y 10%, con respecto al mes
anterior. Pese a los altos precios, China se ha transformado en un fuerte
importador; previéndose que en 2003/2004 comprará en el mercado mundial alrededor de 22
millones de toneladas.
Para muchos analistas locales, el cálculo de mayor producción de soja para la Argentina
realizado por el USDA está sobreestimado, como consecuencia de que se realizó sobre la
base del desplazamiento del maíz y el girasol hacia la soja, sin tener en cuenta que la
soja de segunda (cuyo período de siembra se extiende hasta mediados de diciembre) es de
rendimientos inferiores. Los analistas locales señalan que si bien la Argentina podría
obtener una cosecha récord, ésta sería de 37 millones de toneladas, en lugar de los 38
estimados por el USDA.
La muy buena situación del agro se ve expresada en el mayor nivel de compras de
bienes de capital. En los primeros ocho meses de este año las importaciones de
este tipo de bienes para el agro fueron de u$s 138 millones frente a los 17 millones
registrados en igual período de 2002. En el mercado interno la demanda se muestra
también muy activa. Según una estimación del INTA, las ventas de tractores crecerán
80% en 2003 en relación con el año anterior y las de cosechadoras, 100%. Para impulsar
la demanda, las provincias de Córdoba y Santa Fe (se espera que en algún momento se
agregue Buenos Aires) solicitarán al Gobierno nacional un paquete de estímulos que
incluiría beneficios impositivos y ayuda crediticia con tasas subsidiadas a productores.
Pedirán también que se mantenga el reintegro del 14% para la venta de maquinaría de
fabricación local. |
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La evolución del clima en las próximas semanas definirá
el nivel final de la cosecha fina. En lo que respecta al trigo, la caída en la
productividad unitaria, según cálculos de la Bolsa de Cereales, sería de 26,5% en
comparación con el año anterior. |
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Según las últimas estimaciones, la cosecha de maíz está
retrasada en 16 %, la de girasol en 17% y la de soja en 5%, en comparación con el año
pasado. Buena parte de los productores que no sembraron maíz podrían volcarse a la soja. |
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La situación mundial de producción de granos para la
campaña 2003/4 augura precios firmes y sostenidos, especialmente para trigo, maíz,
girasol y, sobre todo, soja. |
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