Informe Económico de Coyuntura

Nº 272 - Marzo 2007 - AÑO 25

Subsidios y retenciones

La lucha por mantener estables los precios de los bienes de la canasta familiar, en un contexto más amplio de contención de la inflación, llevó a las autoridades económicas a establecer un mecanismo de subsidios al consumo interno de bienes alimentarios básicos como harina, pan, fideos, pollos, carne vacuna y de cerdo, aceites y lácteos. La fuente para hacer efectivo ese subsidio es el producido por un incremento de cuatro puntos en las retenciones a las exportaciones de soja y sus derivados con el que se crea un fondo de alrededor de u$s 400 millones, a los que se suman otros 100 millones aportados por el Gobierno.

El subsidio, administrado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA) y que se entrega a industriales y operadores que vendan en el mercado local productos derivados de trigo, maíz, girasol y soja, equivale al importe por tonelada destinada al mercado interno que resulta de la diferencia entre el valor de mercado del producto y los precios de abastecimiento interno que determina la Secretaría de Comercio. Estos precios serán, en principio, los que regían en noviembre de 2006.

El subsidio evitaría que el persistente incremento de los precios internacionales repercuta en los niveles de inflación de 2007 y en un deterioro del poder adquisitivo de los sectores de menores ingresos. Es necesario tener en cuenta, en este sentido, que en el segundo semestre de 2006 la brecha entre precios internos e internacionales llevó a que se produjeran fuertes tensiones en los mercados de maíz y trigo.

Según las estimaciones oficiales, el valor de las exportaciones agroalimentarias estimadas para 2007 será superior a los u$s 16.000 millones, monto que implica un ingreso de los productores superior en u$s 4.000 millones al obtenido en 2006. Los u$s 400 millones de la suba de retenciones equivaldría a sólo 10 % de esos mayores ingresos.

Sin embargo, y a pesar de que una nueva alza en la cotización de la soja neutralizó, al día siguiente del anuncio citado, el incremento de las retenciones, el sector se mostró disconforme con la medida, agudizándose el conflicto con el Gobierno.

Estimaciones de producción de granos

Según estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción de granos de la campaña 2006/07 será superior a 85 millones de toneladas, transformándose en un nuevo récord al superar los resultados de la campaña 2004/05, cuando se obtuvieron 83,9 millones. De confirmarse ese volumen, la producción sería 10 % superior a la obtenida en la campaña pasada, de alrededor de 77 millones. La distribución entre los distintos cultivos sería: 14 millones de toneladas de trigo, 18 millones de maíz, 43 de soja, 3,8 de girasol, 2,5 de sorgo y 4 millones de otros granos.

Cabe destacar que también en Brasil se espera una cosecha récord. Según un informe de la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil, ese país obtendría 126,5 millones de toneladas. Un dato a tener en cuenta en el marco de los ya elevados precios externos del trigo, es la caída esperada en la producción brasileña del cereal, estimada en 54,2 %.

El acercamiento de las partes

Luego de prolongados meses de tensión entre el agro y las autoridades económicas, tuvo lugar un encuentro de las partes en conflicto en el que se reiniciaron negociaciones. La reunión fue con agenda abierta, excluído el tema retenciones. Los productores plantearon quejas acerca de la distribución de la rentabilidad a lo largo de las distintas cadenas, denunciando la apropiación por parte de los exportadores de la renta extraordinaria proveniente de los elevados precios vigentes en el mercado internacional, renta que revierte sólo parcialmente sobre el ingreso de los productores, tanto en el caso del trigo como en el del maíz.

El desafío planteado en la mesa de negociación consiste en que los productores de granos reciban un valor más cercano al precio internacional, sin que ello repercuta en mayores precios en el mercado interno, comprometiendo los niveles de inflación. La vía del subsidio es la de más probable aplicación.

El problema más complejo es el de la carne, para el que se arribó a sendos compromisos: por parte del Gobierno, hacer un seguimiento de la distribución de valor en la cadena cárnea y por parte de la producción, mantener el precio de los doce cortes populares.

Los biocombustibles

La sustitución gradual de los combustibles no renovables por etanol y biodiésel, que se producen a partir de materiales de base renovables, como el maíz y el azúcar el primero, y los aceites vegetales -soja o canola- el segundo, se ha constituido en una meta para los principales países consumidores de petróleo.

Además de reducir la dependencia de ese conflictivo combustible, el uso de biocombustibles tiene ventajas adicionales como la de ser no contaminantes -reducen la emisión de anhídrido carbónico- y biodegradables. Europa, China, Brasil y Estados Unidos, principales consumidores de biocombustibles, son también los primeros productores. El importante incremento de su utilización proyectado por estos países significará una fuerte competencia con el uso tradicional de estos cultivos, por lo que una expansión de las áreas destinadas a los mismos es materia obligada si se desea atender ambos tipos de demanda.

La potencialidad de los países latinoamericanos, con Brasil y la Argentina a la cabeza, indujo a la creación de la Comisión Interamericana de Etanol, creada a instancias del gobernador del Estado de Florida, en cuyo lanzamiento participó el presidente del BID, quien informó que la institución destinará u$s 3.000 millones al desarrollo de esta actividad.