Con estos conceptos, el titular de la AFIP dejó inaugurado
el 11° Congreso Tributario organizado por nuestro Consejo. Asimismo, mencionó que "La
presión tributaria es el modo que eligió la sociedad para financiarse y yo me pregunto
si está mal que así sea o es más inteligente recorrer, por ejemplo, el camino de la
hiperinflación o del endeudamiento", señaló Abad ante más de 200
profesionales y especialistas que asisten al seminario.
La presión tributaria es una derivada de "las necesidades económico
sociales de un país y del modo de financiarlas", señaló Abad, quien
recordó que "cuando se recorrió el camino de la emisión terminamos en
hiperinflación y cuando nos endeudamos llegó el default".
"Los países a los que les va mejor en el mundo son los que tienen mayor
presión tributaria y nosotros estamos en un valor del 30,4 por ciento, 7 puntos por
debajo de Brasil y del promedio de los países desarrollados", explicó el
titular de la AFIP.
Abad, de cara a los principales tributaristas del país, instó a pensar esta cuestión
como "un fenómeno global, sin dejar de analizar que transitamos un mundo
inequitativo e informal, dónde los formales no son tan formales y se valen de paraísos
fiscales para salir de los circuitos legales".
"La mitad del mundo está tapizada de paraísos fiscales y las Islas Caimán,
por ejemplo, se han convertido en el quinto centro financiero del mundo, con 500 bancos y
operadores de fideicomisos, 7.100 fondos de inversión y 727 compañía de seguros",
aclaró Abad.
Haciendo referencia a un trabajo del Senado de los Estados Unidos como fuente de
información, manifestó que "los ciudadanos mundiales tienen 11,8 trillones
de dólares en jurisdicciones offshore y los norteamericanos, que evaden entre 40 y 70
millones de dólares anuales, tienen más de un trillón de dólares".
A nivel local, Abad recordó que el año pasado "el 20 por ciento de las
exportaciones de pesca patagónica terminaron en paraísos fiscales, el mismo porcentaje
para las pieles y cueros, mientras que el 61 por ciento de las ventas externas de aceites
y grasas pasaron por el Uruguay".
Abad aprovechó la oportunidad para destacar los puntos positivos de su gestión, haciendo
hincapié en tres puntos relevantes: crecimiento económico, sociedad digital y
cooperación internacional.
También resaltó el resultado de las estrategias inclusivas, que derivaron en un fuerte
crecimiento de la cantidad de monotributistas, que pasaron de 346.000 en el 2002 a
1.134.000 en la actualidad.
Otro dato comentado por el titular de la AFIP fue la importante suba que se registró en
el blanqueo del personal doméstico, que pasó de 58.000 trabajadores en el 2005 a los
180.000 actuales, representando un crecimiento del 157 por ciento.
"La mayor actividad económica nos ha permitido alcanzar una importante
mejora en la relación Iva-Consumo, que saltó del 6,6 por ciento en el 2002 al 9,5 por
ciento del año pasado, el valor máximo de la serie histórica", explicó.
En cuanto a la evolución del Impuesto a las Ganancias, recalcó que "se ha
recuperado la rentabilidad empresaria, ya que la relación Ganancias-PBI se ubicaba en el
2,9 por ciento (2002) y tres años después casi se duplicó ese porcentaje".
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